33

400 40 3
                                    

"Indignada"

—¡¿Cómo pude olvidarlo?! ¡Ese estúpido!

Me levanto de la cama de Halsey con rudeza. La susodicha deja de pintarse y me regresa a ver con una ceja alzada.

— Thali, ¿Todo bien?

— ¡No! ¡Digo, si! ¡Digo...! ¡Agh!— camino con los puños cerrados y agarro mi bolso con algo de rudeza.— Me tengo que ir.— Y sin dejar que ella me conteste, salgo de su departamento.

Estoy enojada. No, ¡furiosa! Ese gran hijo de su mamá estaba con la chica que alguna vez me dijo de cosas. ¿Cómo es que no me acordaba? ¡Esto es inaceptable! Ahora entiendo que tal vez mi subconsciente me envió ese recuerdo en mis sueños porque ahora es mi vecino. ¡Tengo tremendas ganas de abofetearlo y lanzarlo en el drenaje para que se pudra! ¡Si! ¡Entre mierda pura! Uff, ¡que buenas ideas tengo! Espera, ¡No hay tiempo de pensar en eso! ¡Estoy furiosa!

El sol está a nada de desaparecer, así que me apuro, pues no tengo la ropa adecuada para ella fría noche. Estaba a nada de cruzar la calle cuando una tienda llama mi atención.

— ¿Esos son videojuegos?— Achino los ojos para ver a través del ventanal, y en efecto, lo son.

Jamás me había tocado ver una tienda de videojuegos. Suena loco, pero es la mera verdad. Nunca lo busqué porque... ¡no se! Antes yo era una niña bien, por lo que no compraba o pedía cosas de niños; ahora, como todo era fiestas, problemas y salidas, no se me había ocurrido jugar algo así.

— eh... ¿lo intento?

¡No me puedo decidir!

Observo mi alrededor y espero una señal de la vida que me ayude a decidir, pero después de un rato me di cuenta de que todo quedaba en mis manos. Y bueno, ¿Por qué no intentarlo?

Compré una consola que, según el vendedor, es el más nuevo. También compré los videojuegos más populares y... todo eso. La cosa es que terminé con siete juegos, una consola y un número de teléfono, la cual voy a ignorar porque tengo novio.

Novio... ahora que lo pienso, no hemos hablado. ¿Qué pasaría si llego a su casa sin avisar? oh, esperen, se acaba de mudar a un departamento para empezar a ser "independiente", por lo que no se donde vive. ¿Qué estará haciendo? ¡Espero que esté pensando en mí!

—Mierda, pensar eso fue raro. Que empalagosa.— Digo sin querer, y noto como una anciana que espera que el semáforo se ponga rojo me da una mirada reprobatoria. Mejor me voy.

Tardo mucho en llegar a casa, porque estas bolsas pesan mucho. ¡Siento que se me van a caer los dedos! Toco el timbre, ya que mis llaves las olvidé en el mueble de mi habitación. En el transcurso de tiempo en el que Jane tardó en abrirme, no pude evitar regresar a ver la ventana de el odioso Thompson. Esa mierda andante me las va a pagar, ¿Pero cómo? Debo idear algo grandioso. No puedo pedirle ayuda a Halsey, porque creo que no lo conoce en persona. Leslie, Mariana, Camila quedan totalmente descartadas porque siguen siendo amigas de la otra odiosa Thompson y puede que le digan y ¡Sería un caos!

Suspiro con pesadez.

—Jane, conecta esta consola a mi televisión.


(***)


Dos de la mañana, y va siendo hora que no me puedo dormir. Y todavía ese "tic tac" que hace mi reloj, enfada demasiado. Me siento en la orilla de mi cama y prendo mi lampara. Tengo que hacer algo para cansarme y dormir de una mugre vez. ¿Pero qué...?

¡Bitch! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora