Epilogo

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Despierto con una gran resaca, y hago una mueca de asco cuando siento mucha lagaña en mis ojos. Me estiro y jalo el cabello tratando de despabilarme y relajar mi cerebro. No obstante, paro cuando siento mucho frío y a alguien roncar a lado mío. ¿Qué mierda?

Me paro de manera rápida, y pronto caigo de rodillas por el agudo dolor en mi entrepierna. Con el corazón queriéndome salir por la boca me paro como puedo y veo mi cuerpo. Estoy desnuda, solo tengo el brasier y una zapatilla.

Aguanto un sollozo, y me pongo la sabana que tenia arriba mía, desnudando así a la otra persona. Suelto mi llanto cuando veo la cara de Isak, el cual se queja y talla los ojos.

— T-Tu...— Susurro con la voz temblorosa.— Abusaste de mi.

Parece que Isak se quiere volver a dormir, así que me apuro en vestirme, y lloro aún más fuerte al no encontrar mis bragas.

Con coraje me acerco a él con lo primero que encontré, el cual es una botella de aromatizante, y se lo lanzo. Un grito sale de su boca y se sienta en la cama.

— ¡¿Que diablos...?!— Abre los ojos y me mira.

Sollozos salen de mi boca, pensando en las morbosidades que hizo conmigo.

— ¿Thalía? ¿Tú...? ¿Que haces aquí?— Se mira y abre la boca con lentitud.— Mierda.

— ¡¿Qué rayos me hiciste?!— chillo con el miedo calándome.— ¡¿Por qué no recuerdo nada?! ¡¿Por qué me hiciste esto?!— Me abrazo a mi misma.

No puedo creerlo, mi primera vez fue con un patan que me engañó y todavía me trato mal. Es imposible que incluso borracha haya aceptado esto, ¡no me lo puedo creer!

— No entiendo.— Balbuceó, después buscó algo por todas partes.

Trate de encontrar mi celular, y Justo cuando lo encuentro el suelta un "Maldicion" regreso a verlo, y veo un condon. Un maldito condon.

— ¡TE ODIO! ¡PUDRETE!— Le grito con todas mis fuerzas y salgo corriendo.

Bajo las escaleras y me encuentro a muchas personas tiradas por doquier con caras pintadas o semi desnudos. Entre ellos están Natalie y sus amigas, incluso el idiota de Mark.

Quiero vomitar.

Salgo de la gran casa y dejo salir todo lo de mi estómago en unos arbustos. Las lágrimas nunca cesan, pero me limpio y llamo a la primera persona que se me ocurrió en el momento.

— ¿Bueno?

— ¿T-Tyler?

(...)

Estar en el aeropuerto me hace sentir un poco más aliviada, porque por fin me voy a alejar de todo y de todos. Los recuerdos de aquella noche no lo he obtenido, y es cosa que agradezco. Después de esa llamada en la que traté de contarle todo a Tyler, llegó en menos de diez minutos, se bajó a preguntarme y cuando yo no le respondí, entró a esa casa por unos quince minutos, después salió con unos moretes tremendos. Hasta ahora él y Jane son los únicos que están en el aeropuerto, y en vez de sentir tristeza siento tranquilidad.

— No estaba preparada para dejarte ir tan pronto.— Susurra Jane mientras me abraza, le palmeo la espalda.

— Algún día tenia que hacerlo, te acostumbrarás.— Asiente y sorbe sus mocos. Trato de no llorar, pues me siento muy ridícula por llorar en todas estas semanas.

Me separo y me acerco a Tyler, quien me recibe con los brazos abiertos.

— No puedo creer que seas mellizo de Danae.— Hablo primero. Ahora que me acuerdo, jamás me despedí de ella, tal vez sea lo mejor.

— Ni yo.— Reímos. Luego de un silencio, continúa hablando.—Te juro que has sido la niña más caprichosa, contestona y divertida que conozco. A presto, idiota

— ¿Por qué italiano, si me voy a Suiza?— Río sin separarme de él.

— Porque un pajarito me dijo que eres italiana. ¿Que sorpresa, no?— Le doy un golpe en la espalda, y en vez de quejarse se carcajea.— Golpeas como niña.

— Soy una niña, estúpido.— Levanta una ceja.— Aún no llego allá, puedo decirlo.

Respira, no llores.

Cuida bien de Oso.

Los miro a los dos, y suspiro. Dos personas totalmente distintas, una siempre ha estado ahí y otra apenas empezó a importarme, pero no hay diferencia, los dos me apoyaron.

Me doy la vuelta y arrastro mis maletas para entrar a la sala de pasajeros. Todo va a cambiar, para bien o para mal.

Jamás olvidare lo qué pasó en esta ciudad, y aunque cambie, estoy casi segura de que una parte de mi siempre estará ahí en lo profundo de mi ser. Una parte de esta etapa...

Una parte de la Bitch.

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