𝖬𝖨𝖫𝖨𝖳𝖠𝖱 ↬ 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐈𝐄 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ]

35.❋

Disculpen los errores.

El secreto de DaeMin.

WonWoo salió del baño, con los ojos lagrimeando y las mejillas sonrojadas, parecía morir en ese momento, su cabeza daba vueltas como si pronto fuera a parar al suelo. DaeMin jugaba con sus carritos mientras escuchaba a su padre hacer sonidos raros en el baño.

—Bebé.—llamó Jeon, buscando la atención de su hijo.

DaeMin miró a su padre mientras pestañeaba angelicalmente, una preciosa sonrisa de colmillos sobresalientes se plantó en su rostro, junto a sus demás dientitos de leche.

—¿Sí, appi?—DaeMin brillaba en pureza y bondad. WonWoo se había quedado petrificado mientras lo observaba. Su pequeño cachorro, aquel bebé por el que hizo todo para salir adelante junto a él, por fin tuvo en cuenta que ese pequeño cachorro que balbuceaba era ahora un niño, un dulce niño que a pesar de que crecía en la mejor de su infancia, era más maduro de lo que WonWoo podría explicar. Suspirando, WonWoo se echó a llorar. DaeMin rápidamente se trepó en su regazo cuando el omega tomó asiento en la cama y lo abrazó con fuerza.—¡Appi, no!—el cachorro tomó entre sus manos el rostro de su padre, besando su frente repetidas veces.—Appi no debe llorar.

WonWoo no podía expresar cuánto amaba a su hijo y lo bendecido que se sentía con tal bebé en su vida.

—Appi está feliz, bebé.—WonWoo peinó los cabellos de su hijo.—Appi tiene un precioso cachorro.

DaeMin apoyó la mejilla en el hombro del omega y pacientemente esperó a que WonWoo terminase de llorar.

Se sentía patéticamente feliz. Feliz de formar una familia.

Junto al alfa de su vida.

DaeMin estaba extrañado con la actitud llorona y sentimental de su padre, sin embargo, no mencionó nada y solo, en su inocencia, comenzó a sacar sus propias conclusiones.

WonWoo necesitaba a su lado a ese lindo cachorro entre sus brazos, se había dado cuenta de la dependencia sentimental que había creado con DaeMin y lo mucho que lo amaba.

Sin darse cuenta, ambos terminaron durmiéndose en la cama, DaeMin protegido entre los brazos del omega, WonWoo sollozó de forma dulce entre sueños.

Una escena tan preciosa y digna de admirar.

Escena que presenció el alfa del hogar cuando llegó y abrió la puerta de su habitación asustado al no encontrar a su cachorro corriendo por la sala y menos a su omega terminando la cena o sentado en el sofá mientras leía algún libro. Su corazón latió nuevamente con normalidad mientras soltaba un ronroneo al ver a su pareja e hijo acurrucados en la almohada del alfa. Y, apoyado en el umbral de la puerta, sacó su celular para capturar el tierno momento.