𝖬𝖨𝖫𝖨𝖳𝖠𝖱 ↬ 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐈𝐄 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ]

31.❋

Disculpen los errores.

No, mi amor.

—Corazón-

—Es que no es justo, MinGyu. ¡¿Yo qué le he hecho?!—preguntó el omega mientras lavaba los platos y vasos.

—No hiciste na-

—¡Es un tonto!—interrumpió Jeon. El alfa suspiró cansino, apoyando su cadera en la esquina del lavadero, cruzándose de brazos y examinar a su omega con una mirada suave, WonWoo estaba encerrado en su adorable burbuja de quejas y berrinches, golpeando ligeramente fuerte los vasos en el secador de platos.—¡¿Qué me miras?!—WonWoo reclamó frunciendo el ceño.—¡¿Te revelas tú también?!

MinGyu sonrió enternecido, dejando un pequeño beso en la punta de su nariz.

—Yo no he dicho nada, pastelito.

—¡Pero estás pensando cosas en mi contra!—WonWoo chilló frustrado.—¡¿Hoy es día de enfurecer a Jeon WonWoo, acaso?!

—Kim.—corrigió el alfa suavemente.

—¡¡Da igual!!—Jeon infló las mejillas mientras fulminaba a su alfa, tratando de intimidarle.—¡SeungCheol me sacó a patadas prácticamente y tú te revelas!

—Pero, corazón-

—¡Te revelas!

WonWoo perdió el control de un vaso de vidrio mojado, resbalándose de sus manitas y caer al suelo, creando el horrendo ruido al quebrarse, haciendo que el omega suelte un grito asustado, tembloroso por el rápido cambio de panorama creado por un estúpido vaso.

—Ven aquí, bebé.—Kim le levantó ya que los pies de WonWoo estaban descalzos y él sollozaba cual niño de cinco años siendo regañado por su madre, enrollando sus piernas a su alrededor y guiarle a la mesada, donde lo sentó dejando dulces caricias a su cintura.—Respira...—pero los ojos de WonWoo se llenaron de lágrimas, con sus mofletes inflados.—No, mi amor.—MinGyu lo protegió entre sus brazos, dejando repetidos besos en su cabello.—Estás muy sensible hoy, mi pastelito.

WonWoo inhaló el aroma de su alfa, tranquilizándose con los latidos tranquilos y llenos de amor que portaba MinGyu, éste tenía razón, estaba demasiado sensible por algo tan absurdo, pero es que SeungCheol nunca le había hablado de esa forma al omega, se había sentido esos segundos desprotegido por el tono dominante que usó el alfa peligris con él, sin embargo, ahora mismo su verdadero alfa estaba haciéndole tranquilizar de su momento colmante.