𝖬𝖨𝖫𝖨𝖳𝖠𝖱 ↬ 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐈𝐄 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ]

10.❋

Disculpen cualquier error.

Balas y alfas almorzando.

Días habían transcurrido desde la última visita al parque junto a WonWoo y DaeMin, no podía negarlo, MinGyu tenía la sonrisa más estúpida en su rostro con pensar en su omega y en su niño que no se estaba dando cuenta que cierto alfa con una paciencia del tamaño de un grano de arena lo taladraba con la mirada.

—Kim MinGyu.—HanSol gruñó irritado con la sonrisa del nombrado y frunció el ceño dejando de lado el vaso con ramen instantáneo recién preparado.—¿Por favor podrías dejar de ser tan irritable con tu puta sonrisa? Me tienes harto.

Y es que Kim estaba más que atento en los menajes que WonWoo le estaba mandando que en la furia de su mejor amigo y compañero de trabajo.

—Ajám...—dijo idamente, sin despegar sus ojos del aparato móvil.

HanSol respiró hondamente y escaneó con sus ojos la presencia de MinGyu, ese estúpido alfa estaba completamente domado por ese tal pastelito. HanSol creía que ambos por fin estaban reconciliados y vivirían felices para siempre.

—Maricón, ¿tan domado te tiene tu omega?—HanSol preguntó regresando su atención a su delicioso "almuerzo".

—Sí...—murmuró para, a los pocos segundos, reaccionar y corregir su cagada que le podría costar las burlas diarias del alfa más bajo.—Quiero decir ¡NO! ¿Por qué debería de estarlo?

—Ajám, mariposa gay.—HanSol soltó una carcajada cuando observó el ceño fruncido de MinGyu.—¿Qué tal van las cosas con pastelito?

HanSol siempre usaba el tono burlón cuando se refería a hablar sobre WonWoo, el lindo omega de MinGyu que poseía un lindo y apachurrable rostro. El alfa castaño suspiró y se echó sobre el respaldo de su silla, cerrando sus párpados y sonreír ampliamente.

—Cada vez que lo veo me sorprende más, me siento tan atraído por su aroma, es tan dulce, su risa es la mejor melodía podrías escuchar, y, y...

—No me digas, ¿está en celo para que estés tan imbécil tras él?—HanSol cagó el momento dulce con su típico tono socarrón en su voz y adoptó un gesto de obviedad amarga.—¿Ya lo preñaste? ¿Te dice diablo cada que se lo me-

Kim le lanzó el trapo de cocina que estaba a su lado, callándole en segundos.

—¡No, imbécil!—MinGyu gruñó.