Lucifer

SU LLEGADA AL INFIERNO

Lucifer estaba dormida en una enorme cama, las sábanas de seda le rosaban la piel y abrió los ojos cuando sus heridas en la espalda la lastimaron. Se levantó y miró el mar, para después cerrar la cortina y salir de la habitación. Caminó por un pasillo que la llevó a unas escaleras, las bajó y se puso a curiosear, llegando a un enorme trono. Tenía días en ese lugar, pero no había salido para nada.

Ella caminó embobada hasta él, un enorme trono de plata y oro con inscripciones alrededor en latín. Tocó los bordes y sin mas, se sentó. Los cinco hombres aparecieron de inmediato he hicieron una reverencia.

--¿qué tal se encuentra? -pregunta Belcebú.

--demasiado bien.

Belcebú sonrío arrogantemente y ella le devolvió la sonrísa, su adaptación al infierno no había sido tan difícil como ella había creído. Se levantó del trono y caminó hasta el comedor, tenía hambre. Los cinco hombres la siguieron y tomaron su respectivo lugar.

--si me permite, quiero revisar sus heridas, majestad. -dijo Belfegor.

--por supuesto.

Ella metió una porción de comida a su boca y masticó satisfecha, le gustaba ser emperatriz, no entendía como antes se conformaba con lo poco que Dios le daba. Ahí, en el infierno, lo tenía todo, absolutamente todo.

--Leviatán y Satanás vendrán en un rato mas, majestad.

Lucifer asintió, los necesitaba, tenía que aprender a como manejar el infierno. Una vez que comió, regresó a su habitación y se vistió, al principio la ropa no le parecía adecuada, pero después del segundo días, se dio cuenta de que ella podía vestirse como le diera la gana, nadie la juzgaría. Una vez vestida, bajó y se sentó en el trono, lista para esperar a sus invitados. Una vez que ambos hombres llegaron, los siete demonios se encontraban frente a ella, haciendo una reverencia.

--¿estás lista? -le pregunta Leviatán.

--sabes que sí.

Satanás sonrío y de un maletín, sacó un enorme libro, estaba maltratado y parecía que estaba envuelto en piel humana. Satanás se acercó y puso el libro en sus manos

--esta es la Biblia negra, ahora te pertenece.

Lucifer abrió el libro, en el estaban escritos, nada diferente a la Biblia religiosa. Cerró el libro y miró a sus compañeros.

--en la Biblia negra se relata la independencia, la amplitud de miras, el placer, la autorrealización y la libertad. Cuenta con varios ensayos que hablan sobre ocultismo, religiones paganas y rituales. -explica Leviatán.

-sin dejar fuera nuestros once mandamientos. -dice Satanás.

Lucifer asintió, estaba completamente lista para aprender todo lo necesario y llegar a ser mejor que su padre.

--lo que hacemos aquí, es básicamente lo mismo que en el cielo, solo que es la parte sucia. -dice Satanás.

--tu eres la dueña de la muerte tanto como Dios, tu te encargas de recoger las armas corrompidas, ya sabes, las almas malas. -dice Leviatán.

--el infierno funciona de esta manera; hay dieciocho niveles y cada uno corresponde a la gravedad del pecado. Se hace un juicio y tu dictaminas a que nivel irá esa alma. -dice Satanás.

--normalmente se les da la opción del arrepentimiento, pero las almas que llegan al infierno no suelen decir lo siento. -dice Leviatán.

--por lo demás no te preocupes, cuando se trata de rituales, invocaciones o posesiones, los hombres aquí presentes se encargan de eso. Yo soy dueño del inframundo y Leviatán de los mares, claro, si tu no lo permites. Ten en cuenta que sigues siendo superior a nosotros. Aquí, en el infierno, eres Dios. -dice Satanás.

--sí, el Dios oscuro.

Dice Leviatán sonriendo con arrogancia. Lucy se sentía feliz, estaba ansiosa por comenzar su nuevo rol.