EL PLAN

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Jophiel y Zadquiel tomaron a Gabriel y lo guiaron al paraíso. Chamuel empuñó su espada y cubrió la espalda de sus hermanos, atento a que Gabriel no intentara nada para escapar. Uriel se inclinó hasta Miguel y él se quejó. La lanza había atravesado su hombro; una herida no mortal pero dolorosa. Con la ayuda de algunos ángeles guerreros, Uriel llevó a Miguel al paraíso, donde sería atendido lo mas antes posible. Lucy se sorbió los mocos, después de acercarse a Miguel y tomarle la mano, descubrir que estaba vivo no fue lo mejor, sino que, Miguel la felicitó por su nueva libertad, no fuera del infierno, sino que, ahora las injusticias de su destierro estaban pagadas.

Su corazón ahora era libre de rencor. Rafael suspiró y miró a Lucy aun con algunas lágrimas resbalando de sus mejillas.

--no te preocupes, Lucy, Miguel estará bien.

Ella asintió rápidamente y se limpió las lágrimas con el dorso de la mano. Si de algo estaba segura era de que en el paraíso lo tratarían de forma rápida, Miguel no tardaría en andar. Ella miró a Rafael y suspiró, había sido increible como su padre había aprecido en el momento adecuado, como si todo hubiera sido un plan. Ella frunció rápidamente el ceño.

--¿cómo es qué nuestro padre llegó en el momento adecuado?

--ah, pues, todo fue un plan, Lucy.

Rafael sonrió feliz y ella tuvo que aguantar las ganas de darle un golpe en el pecho.

--son unos idiotas, todos.

--¿qué? ¿por qué?

--por no contarme.

--Lucy, si te hubiéramos contado, Gabriel se hubiera dado cuenta y no hubiera funcionado.

Lucy levantó una ceja indignada, básicamente, su hermano le estaba diciendo soplona de una manera educada.

--oye, estas muy equivocado al pensar que le iba a decir algo, era la más interesada en acabarlo.

Rafael rió divertido, había olvidado lo ocurrente que a veces podría llegar a ser Lucy.

--sabíamos que si lo sabías se lo ibas a dejar presente con tan solo mirarlo y Gabriel no es tonto, se hubiera dado cuenta y hubiera huido. Sabemos que no lo haces a propósito, es parte de tu naturaleza, eres Lucifer, dejar en claro que eres la mejor de todos te sale natural.

Lucy miró a otro lado un poco avergonzada, la Lucy del pasado nunca se había expresado de esa manera solo con mirar a los demás. A veces solía decir que ella era mejor que todos, pero nadie se lo tomaba personal, era una chica inofensiva.

--sabemos que la forma en la que a veces nos miras o no hablas, no son intencionales. Eres Lucifer ahora, es como tiene que ser.

Lucy suspiró y Rafael le tomó la mano dándole el consuelo que ella necesitaba.

-cuéntame el plan, hermano.

--cuando fuiste a visitar a Miguel hace unos días, él nos contó las cosas que le dijiste. Todos dudamos al principio y hasta incluso te aborrecimos, pero solo por un momento, sabíamos que tú puedes tener todos los defectos de la existencia, pero no eres mentirosa. Después de observar a Gabriel durante estos días, nos dimos cuenta de que algo en él no andaba bien; comenzamos a sospechar de él. Nos dimos cuenta de que tal vez estaba molesto al saber que el hijo de Satanás había fallado. Así que hicimos un plan, nuestro padre estaría presente en toda la batalla, sabíamos que si Gabriel estaba involucrado él asistiría y lo haríamos confesar. Lo platicamos con nuestro padre y nos llevó tiempo convencerlo. Accedió, pero nos dijo que, si nos equivocábamos y Gabriel resultaba ser inocente, nos desterraría y nos quedaríamos aquí, en el infierno. Confiamos en que tú nos decías la verdad Lucy, lo arriesgamos todo por ti. 

El corazón de Lucy latió con fuerza y abrazó a su hermano. Rafael la abarzó con fuerza y le dio un beso en la cabeza. Ella se separó y Rafael sonrió feliz.

--bueno, creo que es hora de irme.

Lucy hizo un movimiento con su mano cuando Rafael comenzó a caminar hacia la salida del infierno. Belcebú suspiró.

--que bien guardado se lo tenían.

--sí, pero, hay que admitir que fue un muy buen plan.

Dice Leviatán. Satanás suspira y va por su tridente, el cual saca del cuerpo de su hijo sin ninguna pizca de piedad.

--bueno, como esto a terminado, es hora de irme. -dice Leviatán.

--igual yo. -dice Satanás.

Lucy asiente y ambos hombres tomaron caminos diferentes. Una vez que ella y los demonios llegaron al castillo oscuro, Lucy se dio una ducha y se metió a la cama, estaba muy cansada. Tyler estaba a su lado, no decía nada, solo podía escuchar su respiración.

--fue realmente lindo, todo lo que hicieron.

Dice Lucy, dándose la vuelta en la cama para tener a Tyler de frente.

--no lo esperaba de ellos.

--¿por qué no? Son tus hermanos.

--no están sencillo Tyler, perder las alas es algo... monstruoso. Es como si perdieras alguna de tus extremidades.

Tyler trató de imaginarlo, que sentiría él si de pronto despertara en alguna cama de hospital sin su pie o uno de sus brazos. Su estremeció, la sensación no le gustó.

--fue valiente, pero a la vez estúpido.

--no fue estúpido, ellos creyeron en ti, sin importar si mentías o no. Ellos te aman.

--sí, supongo.

Tyler sonrió a medias y le besó la frente. Ella se acurrucó en su pecho y cerró los ojos, dejándose llevar por la oscuridad.  

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora