LA VERDAD Y SENTIMIENTOS ENCONTRADOS PARTE 3

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Tyler la tomó del brazo, avergonzado de todo el escándalo que la chica había hecho. La sacó del lugar antes de que llamaran a los de seguridad. Tyler la soltó una vez que estuvieron fuera del museo y la miró un poco molesto.

--¿estas loca?

--silencio, no eres nadie para juzgarme, ni siquiera Dios puede hacerlo.

--simplemente pienso que no debes alterarte de esa manera, esta bien que tengas cierto gusto por el infierno y esas cosas, pero ¿a ti que más te da si Lucifer es buena o mala?

Lucy lo miró de forma desafiante y Tyler pasó saliva, ahora entendía porque el guía había reaccionado como lo había hecho. Ella daba miedo.

--¿qué mas me da? Estoy harta de que todo el mundo piense que soy mala, que traicioné a mi padre cuando no fue así. Mi único error el día de la batalla de los ángeles caídos fue haber confiado en Gabriel.

Ella se dio la vuelta y comenzó a caminar sin rumbo, recordando el pasado, era tan inocente como para no ver las intenciones de Gabriel, él solo quería deshacerse de ella, ella solo era un estorbo para sus planes futuros. Tyler la siguió durante horas, se encontraba exhausto, pero no tenía el corazón para dejarla sola, sabía que se perdería y el perderse en un lugar que desconoces no es para nada agradable. Le agradeció a Dios cuando ella se detuvo y se sentó en una banqueta. Tyler se sentó a su lado y ella miró el cielo oscuro. No sabía que le pasaba y porque actuaba de ese modo, ella no era así, normalmente no le importaba lo que el mundo pensara de sus actos, tal vez el ver el verdadero rechazo ante sus ojos la hizo darse cuenta del daño que su padre seguía haciendole. Como si ella no fuera nada.

Lo reconocía, era una estrategia  espectacular de distracción, mientras yo hago que Hitler inicie la segunda guerra mundial, asesina a millones de personas y haga parecer que todo está perdido, haré creer que la culpable es Lucifer, porque ella lo notó, lo notó cuando le tocó mover su pieza en el juego. Se dio cuenta del cuento sucio que hizo circular después; Hitler hizo lo que hizo porque tenía un pacto con Lucifer, y aun así, fingió no haberlo notado, las cosas se alinearían cuando ella hiciera algo que alterara los planes de su padre. Su padre era sucio y muy mentiroso, a ella la hizo creer durante siglos que ella era la prodiga del paraiso, la heredera de todo, aunque en su momento ni lo deseara, ¿y qué fue lo único que consiguió? Unas enormes y feas cicatrices en la espalda. Ella suspiró y miró las estrellas, al menos aun podía mirar algo que le pertenecía, algo que había salido de sus manos.

--¿vez las estrellas? Todos creían que yo sería la que estaría sentada al lado del trono de mi padre, a los lados del aquilón. Pero no fue así, ya que en ese lugar esta Jesucristo..

--¿por eso lo odias tanto?

--no, lo odio por lo injusto que fue conmigo, me humilló y me trató como si no fuera nada. Me obligó a lastimar a mis hermanos, corto mis alas, me desterró, me quitó mi nombre, estuve durante días en el purgatorio y me envió al infierno aun sabiendo que no sobreviviría en un lugar así.

Tyler no supo que decir, escuchandolo de esa forma, era horrible. Lo único que hizo fue tomarle la mano, tratando de apoyarla emocionalmente. La ayudó a ponerse de pie minutos después, era tarde y tenían que regresar a casa. Tomaron un taxi y Lucy solo miró por la ventana, en su interior comenzaba a crecer un nuevo sentimiento, que ella desconocía por completo. Cuando llegaron ella se dejó caer en el sillón y se envolvió en la manta, dispuesta a dormir, había sido un día largo.

Tyler la miró envuelta en la manta, lo que habían hecho con ella era realmente horrible, las personas que la habían criado eran espantosas, ¿por qué dañarían a una chica tan linda? ¿qué había hecho ella para que la destrozaran de tal manera? Tyler no lo comprendía, todas esas historias sobre el cielo y el infierno eran asombrosas, no lo negaría, pero, tal vez, sus historias no eran tan falsas, tal vez lo único que pedía era ayuda, y él, se la daría.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora