LA VERDAD Y SENTIMIENTOS ENCONTRADOS PARTE 1

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Una vez que terminaron en el centro comercial, Tyler la llevó a comer. Pidieron una pizza y tomaron asiento. Lucy miró el cielo y lo iluminado que estaba, eso la llenó de recuerdos y agachó un poco la cabeza, no sabía que desde la tierra se veía perfecto las partes que conformaban el cielo; las estrellas, de donde ella provenía. Tyler la miró agachar la cabeza y jugó con sus dedos.

--¿qué te sucede?

Lucy lo miró y se llevó un mechón de pelo tras la oreja. Sonrió de forma neutral y Tyler lo notó, no había nada de cinismo, egocentrismo, ni alguna cosa que se le pareciera.

--yo creaba la luz cuando era un ángel, aun la sigo creando, pero en el infierno, no es lo mismo, claro está, ya que esta sigue siendo oscura, pero supongo que, es igual de iluminadora en el lugar que sea.

Tyler no dijo nada, y la miró jugar con una servilleta. Había llegado a la conclusión de que tal vez creció con una educación religiosa bastante dura que la hizo perder la cordura un poco, tanto que se cree Lucifer. La pizza llegó minutos después y ambos tomaron una rebanada.

--en unas dos horas más, iremos al edificio a tomar mis fotografías.

--está bien, te di mi palabra y pienso cumplirla.

Comieron en silencio y Tyler pagó una vez que terminaron, subieron a su coche y lo dejó en su casa. Colgó su cámara en su cuello y salió con ella hacia el edificio. Lucy miraba todo con detenimiento, pero algo llamó por completo su atención, haciendo que detuviera su andar. Tyler se detuvo y la miró observando unas enormes alas que estaban pintadas en una de las paredes del edificio vecino, eran tan grandes y hermosas.

De todo lo que había vivido, era lo único que realmente le había dolido perder. Ella se acercó y pasó sus dedos por aquella pintura.

--como no vi esto antes.

No dijo nada mas, solo se dio la vuelta y pegó su espalda en el hueco, teniendo sus alas de vuelta, aunque solo fuese una ilusión. Se abrazó a si misma y cerró los ojos con fuerza, derramando lágrimas. Tyler se quedó sin aliento al ver lo hermosa que se veía, así que simplemente, le tomó una fotografía sin que ella se diera cuenta. Lucy se quitó de ahí segundos después y miró las alas nuevamente, secó sus lágrimas y siguió caminando, no era tiempo de sentimentalismos.

Una vez que estuvieron en el edicifio, Tyler sacó varias fotografías y Lucy miró el cielo, estaba a nada de anochecer, pronto el coro angelical daría su última melodía del día. Tyler la miró y le pareció extraña la forma en que miraba el cielo, tan anhelado. Lucy sintió su mirada, pero en ningún momento dejó de ver su antiguo hogar.

--a veces me pregunto si me extrañan en el cielo, se que Jesucristo ahora ocupa mi lugar, lo sé, pero, a veces escucho a mi padre nombrarme, a veces lo escucho preguntarse una y otra vez porque lo traicioné, el porque fui tan soberbia y avariciosa.

Ella dejó de mirar el cielo y concentró su mirada en Tyler. Él la miró tan débil y dolida que no se atrevió a decirle loca.

--pero, tal vez lo supiera, si me hubiera dejado contar lo sucedido el día que me desterró, el día que él me conviertió en Lucifer.

Tyler la envolvió en sus brazos, se le veía lo mucho que ella necesitaba de uno, y a pesar de que ella no lo abrazó, él no dejó de hacerlo. Por primera vez, no la vio tan loca, solo era una chica lastimada. Él se alejó de ella y ella puso una de sus manos en su mejilla.

--te irás al cielo Tyler, de eso me encargo yo.

Ella se dio la vuelta, dispuesta a bajar del edificio. Una vez que llegaron al departamento de Tyler, este ofreció ver una película, hizo palomitas y ambos se sentaron a disfrutar una película de terror. Lucy no le puso demasiada atención a la película, solo lo miraba a él, era el vivo ejemplo de la bondad. Tyler la miró cuando sintió su mirada en él, ella mantenía sus ojos chocolates en él, pero no se sintió incómodo, ella era simplemente hermosa, poseía esa clase de hermosura que podía inducirte al pecado.

Cuando la película terminó, Lucy se había quedado dormida en el hombro de Tyler, él solo la acomodó en el sillón y la cubrió con la manta, apagó las luces y se fue a su habitación. Una vez que se encontraba duchado y en pijama, conectó la memoria de su cámara a su laptop, para mirar las fotografías, todas estaban bien, pero se detuvo en la fotografía que le sacó a Lucy en esas alas. Ella realmente parecía un ángel, pero su corazón latió con fuerza cuando al hacer zoom, vio las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

Una lágrima idéntica a la de la pintura de Alexandre Cabanel, la lágrima que hizo ver a Lucifer lastimada después de su destierro, esa lágrima que oculta dolor y traición. Él cerró su laptop y se quedó helado.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora