Lucifer suspiró, estaba comenzando a hartarse de tanto esperar, la puerta se abrió y ella entró, sin importarle si la puerta se quedaba abierta. Miguel se sorprendió cuando la vio entrar, no entendía que hacia en el cielo y lo que más le resultaba impactante era la forma en como ahora lucía.
--¿Lucy?
Ella miró a su hermano y le hizo un saludo con la cabeza, esperando a que Miguel abriera la puerta, pero él seguía mirandola como si fuera un monstruo.
--¿me vas a dejar pasar o qué?
Miguel se hizo para atrás y Lucy sonrío con arrogancia ante la reacción de su hermano, había olvidado que en el paraíso se tenían que pedir las cosas con amabilidad. ¡Bha! Basura.
--no puedes entrar, los demonios no pueden entrar.
Ella levantó una ceja cínica y Miguel levantó la suya, pidiéndole con la mirada que se fuera y no lo metiera en problemas, su padre ya estaba bastante molesto con lo que ella había hecho, y no deseaba que descargara su furia en él.
--ángel caído, Miguel.
Lo corrigió Lucifer. Miguel pasó saliva ante el tono frío de su hermana, ya no era como antes, ya no irradiaba luz pura, ahora solo daba luz oscura y teneborsa.
--no puedes entrar Luzbel, lo siento.
Ella no dijo nada al ser llamada Luzbel, le molestaba, pero no tenía las agallas para ser mala y grosera con su hermano mayor.
--el creador me llamó, al parecer hice algo malo y está molesto.
Ella volvió a sonreír con arrogancia y esperó pacientemente a que Miguel le abriera la puerta al paraíso. Miguel lo pensó y después la dejó pasar. Ella entró sin decir nada y caminó hasta el recínto de Dios, lugar que se sabía de memoria. Cuando su presencia fue percibida, todos lo ángeles guerreros y Gabriel, apuntaron con sus espadas, listos para atacar a cualquier movimiento que ella hiciera.
Ella sonrío y Uriel bajó la cabeza ante su hermana, se sentía asustado por su presencia, le asustaba demasiado saber que la bondad de su hermana había muerto ya. Zadquiel sintió tristeza, recordó cuando ella llegó a sus vidas, la única mujer entre todos, pero con la capacidad de dar amor a cada uno de ellos. Ahora solo desprendía una aura de maldad y rabia. Dios miró a su hija y se repitió una vez mas de que su destierro no había sido equivocado.
--bien, aquí estoy, después de milenios, ¿qué quieres?
Dijo ella, tratando de no sonar grosera o algo parecido. Dios la miró, estaba enojado por todo lo que su pequeña hija había hecho.
--hiciste algo malo.
--¿en serio? No me di cuenta.
Dice fingiendo inocencia, dejando a la vez su característica sonrisa cínica. La piel de Rafael se erizó, desde que ella había sido desterrada quería que regresara, quería verla, ahora, no estaba muy seguro de sus deseos.
--una serpiente Lucifer, usaste una de mis mas hermosas creaciones para inducir a Eva al pecado.
--eso parece, ¿y?
--¿y? ¡Hiciste que Adán comentería pecado mortal!
Lucifer puso los ojos en blanco ante el reclamo de Dios, no entendía el problema, si él pensaba que ella se iba a quedar en el infierno como niña bonita, se equivocaba.
--solo se comieron una manzana y tuvieron sexo durante días seguidos, superalo.
Ella metió sus manos a las bolsas de sus pantalones, esperando con paciencia a que Dios llegara al punto de su repentino llamado y así ella exigir lo que quería.
--sabes que el contacto físico solo está permitido dentro del matrimonio y con la intención de procrear.
--entonces ¿cuál es el jodido problema? Eva ya está embarazada, le pondrá Caín.
Dios la miró molesto y ella sonrío, es decir, ahora tendría un pretexto para poner a su hijo humano en la tierra. De nada.
--sabes perfectamente que esos no eran los planes.
--¿entonces cuales? Explícame que no entiendo, ¿para qué quieres un hijo humano? Eso es muy estúpido.
Dios miró su resentimiento, pero no estaba dispuesto a caer ante los actos de su hija, solo estaba haciendo un berrinche porque estaba enojada.
--por este tipo de cosas es por las cuales no estaba dispuesto a darte el trono.
--no quiero tu asqueroso trono, ya tengo el mío, tengo miles de demonios que hacen lo que quiero cuando lo digo, tengo siete demonios encantadores que están dispuestos a limpiarme el culo si se los pido. Dime ¿por qué desearía estar rodeada de toda la mierda que tienes? Tú tienes miedo, porque mi poder se asimila al tuyo y si yo quisiera, podría derrotarte y convertirte en mi perra si me da la gana.
Pronto la espada de Gabriel se encontraba en su cuello, acababa de faltarle al respeto al Altísimo, y de una manera horrible.
--pide disculpas demonio.
Lucy miró a Gabriel y lo tomó del cuello antes de que Gabriel pudiera hacer algo. Lo alzó y apretó con fuerza, haciendo que Gabriel soltara su espada y pusiera ambas manos en la de Lucy, tratando de soltarse.
--disculpate tú, arcángel pecador.
Todos lo ángeles guerreros la tenían rodeada dispuesto a atacar. Pero ella no quería terminar con Gabriel, al menos no de esa forma. Ella soltó a su hermano y él tosió con desespero en el suelo. Miró a su padre y se acercó a él, sin importarle que sus hermanos la apuntaran con sus armas.
--te lo voy a decir una vez, quiero el poder absoluto del infierno y ten por seguro que, si no me lo das, haré algo peor, y lo sabes.
Dios no contestó de inmediato, estaba fascinado ante los actos de su hija, tal vez si él hubiera ignorado su destino, ella hubiera tenido su poder sin siquiera desearlo.
--tu ego Lucifer, tu ego te hacer creer que puedes tenerlo todo...
--puedo tenerlo. -dice ella interrumpiendo a su padre.
--no es así.
--por supuesto que sí, le daré a mis demonios todo lo que necesitan sin peros.
--esa no es forma de gobernar.
--¿entonces cómo? Tú usas a todas tus creaciones como si fueran piezas de ajedrez, eres incluso peor que yo.
Dios no dijo nada más, solo asintió y le dio lo que quería, ahora ella tenía el poder absoluto de su reino. Los demonios celebraron durante días el triunfo de su reina, mientras ella planeaba su siguiente movimiento. Utilizar a los hijos de Eva y Adán resultó ser sencillo, solo bastó con que Leviatán estuviera presente en la vida de Caín y sembrar la envidia en su corazón.
Solo fue cuestion de tiempo para que Caín matara a Abel. Lucifer, sentada en su trono, sonreía satisfecha al ver que Caín ahora tenía la sangre de Abel en sus manos, sabía que su padre estaría molesto por lo que había hecho.
--caíste.
Dijo ella y soltó una carcajada, eso solo era el comienzo, no descansaría hasta completar su venganza por todo lo que le hicieron.
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Lucifer
FantasyEl antiguo testamento narra que Lucifer, era un ser divino y perfecto que anhelaba el poder de Dios. Decidida a obtenerlo, se rebeló ante su creador. Pero... ¿qué tal si todo fue un malentendido? ******** Los hechos que se narran son meramente fict...