EL BANQUETE PARTE 1

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El movimiento en el castillo había comenzado desde temprano, todos estaban felices y querían que todo saliera a la perfección. Lucy cepillaba su cabello, tomó parte de él y se hizo una media coleta, dejando algunas ondas sueltas. Se puso un vestido maravilloso y llamativo, pintó sus ojos de forma llamativa, pintó sus labios de un color negro, uso un collar decorado con rubíes, llenó sus dedos con anillos caros y puso en su muñeca una cadena. Lucy estaba feliz, no solo demostraría con aquel banquete que era invencible, sino que, quería presentar a Tyler como su compañero.

Tyler abrochaba los botones de su camisa negra. Se quedó boquiabierto cuando vio a Lucy salir, ella se miraba hermosa y llamativa. Lucy buscó entre sus cajones y se acercó a él, en su cuello puso una cadena decorada con diamantes, en su dedo un anillo de plata y en su muñeca una esclava de oro. Lucy sonrió feliz por el resultado, él se miraba perfecto. Tyler miró su dedo y negó de inmediaro, él no estaba acostumbrado a usar joyas, estaba seguro de que ese anillo costaba más que su departamento.

--no puedo.

--sí, si puedes, serás... mejor que nadie.

Tyler se sentó en la cama, se sentía un poco abrumado por todo, no entendía la necesidad de hacer una fiesta, sabía que todos estaban felices porque Lucy estaba viva, pero no por eso se tenía que realizar una fiesta, es decir, deberían de estar planeando algo por si el chico decidía volver. Lucy hizo una mueca, sabía lo confundido que estaba Tyler por todo, para él todo eso era demasiado nuevo. Ella se sentó a su lado y tomó su mano.   

--sé que esto te parece extraño, pero el infierno funciona de manera ególatra, es una forma de decir que nada ni nadie puede derrotarme.

--pues que forma tan poco convencional.

--¿tu crees?

Tyler sonrió y Lucy igual, ambos juntaron sus labios y se besaron. Lucy sonrió una vez más y limpió de los labios de Tyler el labial que había quedado en ellos. Una vez que todo estuvo listo, ambos bajaron tomados de la mano y caminaron hasta el salón. Todos se hincaron cuando los vieron entrar. El pulso de Tyler se aceleró, sabía que la razón por la cual hacían la reverencia era por Lucy, pero algo en él le decía que alguno de ellos, también lo hacía por él. Cuando todos los demonios tomaron su postura, caminaron hasta el comedor. Lucy se sentó en la silla más grande y llamativa y él en la que estaba a su lado. Todos los hombres presentes agacharon la cabeza cuando todos estuvieron sentados.

A Tyler se le enchinó la piel al darse cuenta de lo que estaban haciendo, le estaban dando las gracias, como cuando una familia se sienta a comer y agradece a Dios por los alimentos y la buena salud de la familia, era lo que él hacía en casa. Cuando todos volvieron a poner su atención en Lucy, ella sonrió en forma arrogante, tomó un enorme cuchillo y lo encajó en uno de los peces que estaba servido para comer. Todos comenzaron a tomar sus porciones de comida, Tyler no lo pensó y tomó la suya. Comió sin pausas, le sorprendía demasiado como la comida ahí era mejor que la que había en la tierra, a pesar de que las cosas ahí eran extrañas, la comida era deliciosa.

Cuando acabaron de comer, Lucy tomó la mano de Tyler y lo guío al comienzo del salón. Su corazón se quiso salir cuando miró dos tronos, como si él fuera el rey. Siguió a Lucy hasta los tronos y se sentó en el que estaba a lado de ella. Todos los demonios inclinaron un poco la cabeza y demostraron su respeto. Belcebú caminó y se puso en frente de todos, esperando a que todos le prestarán atención.

--este día, celebramos la vida de nuestra reina, dejamos presente que nada puede acabar con su reino, nada es mas fuerte que ella, ni siquiera Dios. Larga vida Lucifer.

Los demonios aplaudieron ante las palabras de Belcebú. Lucy tomó la mano de Tyler y entrelazaron sus dedos. Ella se acercó y le dio un beso en mejilla. Tyler sonrió y besó el dorso de su mano.

--pero, este banquete no solo está dedicado a la vida, no, también es dedicado a nuestro nuevo rey, el fiel acompañante de nuestra reina.

Tyler apretó la mano de Lucy al escuchar como lo nombraban rey del infierno y como todos parecían estar de acuerdo con eso. Lucy acarició su mano, tratando de que no se asustara, sabía lo duro que caía un nombramiento de esa plenitud, quería que Tyler no se sintiera solo, ella estaba con él. Belcebú los miró y sonrió con arrogancia, acomodó las puntas de su saco y extendió una de sus manos.

--ahora, nuestros reyes bailarán el vals de Mefisto.

Lucy y Tyler se pusieron de pie y caminaron hasta el centro del salón. Tyler pasó saliva, una parte de él sentía demasiado miedo, no quería arruinarlo, y la otra le decía que solo siguiera su instinto y lo hiciera. Tyler caminó algunos pasos más, alejándose de Lucy. Cuando la música comenzó a sonar, dejó que ella lo alcanzara y cuando sus dedos se entrelazaron, él la hizo girar, teniendo su cuerpo junto al de él, comenzando a mover su cuerpo al ritmo de la música. Lucy sonrió, él lo estaba haciendo demasiado bien, a pesar de que todo era desconocido para él. Acostó su cabeza en su clavícula, estaba tremendamente feliz, Tyler parecía adaptarse rápidamente a su mundo. Levantó la cabeza y le besó la mejilla.

--¿cómo supiste que hacer?

--no lo sé, solo me dejé llevar.

Lucy le sonrió y Tyler le regresó la sonrisa. El salón se llenó de aplausos cuando la canción terminó y ellos dejaron de bailar. Ella tomó la mano de Tyler y abrió la boca.

--mis demonios, el infierno es lo que es por el trabajo de todos, hemos conseguido todo lo que hemos querido, pero, aparte de eso, ¿qué clase de reina sería si no pensara un poco más en ustedes?

Dichas esas palabras, un montón de chicas salieron de todas partes. Los demonios aullaron de la emoción y aplaudieron de alegría.

--es un regalo por parte de su rey y su reina. Disfrutenlo.

Los demonios volvieron a aullar y comenzaron a bailar cuando la música comenzó, todos tomaron a una chica y se reunieron en el centro del salón. Lucy guió a Tyler fuera del salón y lo llevó hasta el mar sangriento y subieron a las rocas más altas, donde las olas chocaban y se observaba a la perfección el infinito mar. Tyler sonrió, esa noche había aprendido algo importante del infierno; no es malo, al contrario, ese lugar funcionaba porque había amor.

Lucy les había dado a los demonios luz, libertad y un lugar, los demonios le habían dado a ella protección, confianza y lealtad. Todos se preocupaban por todos, por eso el infierno era el lugar que era, para él, ese motivo era el mas grande; el amor.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora