Lucifer

SU LLEAGADA A LA TIERRA PARTE 2

Tyler caminó hasta la cocina y sacó un poco de cereal y leche.

--¿tienes hambre?

--no realmente.

El no le tomó importancia y se preparó su cereal, tomando asiento en la isla de la cocina. Lucy se sentó en frente de él y lo observó descaradamente, le llamaba tanto la atención, no sabía porque, en el infierno tenía a siete demonios que eran mas que perfectos, pero ahí se encontraba ella, embobada viendo a un humano.

--en serio eres muy atractivo.

Lucy pasó sus dedos por una de las mejillas de Tyler y él se estremeció, como cuando tienes mucho miedo, como si algo maligno lo estuviera tocando. Lucy bajó sus dedos y dejó que siguiera comiendo.

--¿por qué querías suicidarte?

Tyler negó, mientras masticaba el cereal, no era lo que él quería hacer, nunca se le había pasado por la cabeza la idea del suicidio.

--no quería suicidarme, solo estaba en el edificio buscando un ángulo para sacar unas fotografías para mañana.

Lucifer levantó una ceja, no entendía la razón de estar al borde de un edificio de quince pisos solo para buscar un ángulo.

--bueno, es muy estúpido hacer eso, pero eres humano y se justifica.

Tyler dejó caer la cuchara, ¿en serio esa chica rara le había dicho que era un estúpido? En su cabeza ideó una respuesta sólida, pero solo pudo decir una cosa.

--¿qué?

--ya sabes, los humanos cargan consigo la estupidez desde que son engendrados, así que...

Lucy hizo un ademán con la cabeza y Tyler se sintió ofendido, ella no era nadie para decirle estúpido.

--bueno, es muy raro que digas eso, considerando que tu también eres humana.

Tyler atacó, seguro de que, con eso, se daría cuenta de la estupidez que había salido de sus labios, el que estuviera loca no le daba derecho de ofender a los demás.

--ángel caído.

Lo corrigió de inmediato Lucifer, que tuviera el aspecto de un humano no quería decir que lo fuera y que estuviera en el infierno no la hacía menos ángel. Tyler suspiró, al ver que sus palabras no habían tenido el efecto deseado. Se dio cuenta que sería una larga noche.

--bien, entonces si eres un ángel caído, ¿por qué luces como humano?

Lucy se quiso reír, ¿cómo que por qué? ¿qué no era obvio? Tyler levantó una ceja al ver su sonrisa burlona y egocéntrica.

--¿cómo que por qué? ¿qué acaso no has leído la Biblia? En ella se narra que todos somo creados a su imagen y semejanza, ¿lo entiendes? Tienes la misma anatomía que Dios, no lo creas tan superior. No existen demonios con forma horrible, ni ángeles de forma hermosa, solo somos seres con cuerpos humanos, como tú.

Tyler abrió la boca para decir algo ofensivo, pero decidió callarse, no quería darle mas cuerda.

--bien, loca religiosa.

--no soy religiosa, soy Lucifer, no Miguel o Rafael.

Tyler movió los hombros, restándole importancia a sus palabras, estaba loca, nada de lo que salía de su boca podría tener sentido. Una vez que Tyler terminó su cereal, tomó una manta y la dejó en el sillón.

--duermes aquí.

--bien.

Él apagó la luz y se fue a su habitación. Lucy tomó la manta y se cubrió con ella, mirando el cielo y como las estrellas lo iluminaban, en donde ella se supone que debería estar. No sentada al lado de su padre, pero si, guiando al coro angelical. Suspiró, ella había sido tan feliz en esa época, estaba tan feliz por lo poco que tenía en ese momento y estaba dispuesta a aceptar la voluntad de su padre. Pero ahora, no podía imaginar su existencia sin todo lo que tenía ahora, no podía imaginar una vida donde ella no era la reina del infierno.

Tyler despertó en la mañana por un delicioso aroma a comida, se levantó y fue hasta a la cocina. Lucy preparó el desayuno y sonrío ampliamente cuando Tyler llegó, era su forma de agradecerle por haberle dado un lugar donde dormir. Le sirvió el desayuno y Tyler se sentó con una ceja alzada.

--¿cocinas?

--que sea reina del infierno no me hace una inútil.

Tyler evitó poner los ojos en blanco cuando la escuchó decir eso, así que solo tomó su plato y se comió lo que había en el sin rechistar, él nunca menospreciaba un buen desayuno.

--¿a qué hora te vas?

--pronto, solo necesito un último favor.

--¿qué llame al sanatorio?

Ella no hizo ninguna expresión y Tyler pasó saliva al verla tan seria, parecía que le quería salir fuego de los ojos.

--no seas tan humano, debería avergonzarte serlo.

Tyler se sintió como cuando era niño y su mamá lo regañaba cuando hacía algo malo, tanto que por un momento, se sintió avergonzado.

--en fin, quiero que me des un recorrido por el lugar, quiero que me enseñes como se vive a diario, quiero aprender a ser un humano.

--oye, tengo cosas que hacer.

Ella puso los ojos en blanco, ¿qué cosa tenía mas importancia que sus necesidades? Contó hasta tres y trató de poner su mejor cara.

--prometo que te acompañaré después a tomar tus ridículas fotografías.

Tyler frunció el ceño, nunca nadie se había a atrevido a decirle que sus fotografías eran malas, al contrario, todo el mundo decía que eran buenas.

--será un último favor, si al final de día quieres tener sexo conmigo, te lo daré.

Tyler puso una mueca de asco, ella era una chica realmente hermosa, pero le parecía asqueroso la forma en la que se insinuaba.

--sabes, me da asco la forma en la que te me insinúas.

--no me estoy insinuando.

--¿cómo le llamas?

--pagar un favor.

--mira, no se de donde vengas, pero te hacer ver horrible que ofrezcas sexo a todo aquel que te mire.

--bien, ya entendí, me disculparía, pero, eso no está en mi naturaleza.

Tyler no dijo nada mas, solo se fue a su habitación, no tenían ganas de soportar a la soberbia personificada por el momento.