CICATRICES

788 79 0
                                    

Lucifer no se levantó del trono en toda la noche, no dejaba de pensar en lo mismo. Se sentó en la cama cuando Tyler despertó. Él la notó demasiado tensa, sabía lo preocupada que estaba con todo y por más que él quisiera ayudar, no podía y eso lo frustraba. Tyler se acercó y masajeó sus hombros. Lucy suspiró y se dejó llevar por la sensación, dejando caer los tirantes de su camisón de ceda por sus hombros.  Tyler bajó sus dedos por sus omoplatos, mirando, por primera vez esas cicatrices.

Él dejó de masajear y pasó sus dedos por las cicatrices. Ella se tensó de inmediato, nadie había tenido la valentía de tocarlas, de admirarlas; se podría decir que hasta la avergonzaban, comenzó a taparlas cuando Tyler comenzó a verla desnuda. Tyler alejó sus manos cuando la sintió tensarse.

--lo siento.

Ella no contestó y subió sus tirantes, no quería verlo, no quería ver su cara de asco al ver esas feas cicatrices.

--no quería asquearte.

Fue lo único que dijo y se puso de pie. Tyler frunció el ceño, ¿asquearlo? ¿por qué? Él la siguió hasta el baño, donde ella había abierto las llaves de la bañera para que esta se llenara.

--¿por qué me darías asco?

--sé que son feas Tyler...

--¿por eso dices que me dan asco?

Lucy lo miró de frente y Tyler la miraba divertido, la situación le parecía divertida, había visto cicatrices peores que las suyas.

--¿qué te parece gracioso?

--todo, no lo entiendo.

--por supuesto que no, ahí estuvieron mis alas, ¿sabes lo horrible que eso me hacer ver? El saber que estuvieron ahí y ahora no lo están. Esas cicatrices son lo que me caracterizan como un ángel caído. Las odio.

--pues no deberías odiarlas.

Lucy lo miró una vez más y se quitó su camisón, quedando desnuda ante los ojos de Tyler. Sin ninguna pena, se dio la vuelta y entró a la bañera, el agua subió y tapó por completo su cuerpo desnudo. Tyler se puso de cuclillas y recargó sus brazos en la orilla de la bañera.

--cada cicatriz en nuestro cuerpo cuentan una historia, lo que somos o lo que fuimos. Tengo varias en las rodillas que cuentan mi infancia, todas esas veces que me caí andando en patineta, o cuando aprendí andar en bicicleta.

Lucy escuchaba con atención cada palabra, imaginándose a un pequeño Tyler en el suelo mientras sus rodillas sangraban.

--¿qué cuentan las tuyas Lucy?

Ella suspiró y se quedó perdida en sus pensamientos, solamente tenía tres cicatrices; el primer ataque de Gabriel y sus alas cortadas, en su perfecto cuerpo no había nada más.

--tengo un corte en mi brazo derecho, ella cuenta la primera vez que Gabriel me lastimó, él cortó mi brazo sin siquiera pensarlo, él quería matarme.

La cicatriz no era muy notoria y tampoco había sido un corte profundo, pero ella sabía exactamente en donde se encontraba.

--la segunda y la tercera están en mi espalda, y cuentan el día de mi destierro, el día que todo el paraíso decidió ser cruel conmigo. Representan la primera vez que odié a alguien, la primera vez que sangré...

Ella agachó la cabeza y jugó con el agua. Tyler levantó su cabeza con sus dedos al ponerlos bajo su barbilla, teniendo sus ojos chocolate sobre él.  

--no importa cuantas cicatrices adornen tu cuerpo, eres hermosa Lucy.

Ella sonrío y se acercó para besarlo, mojando su playera. Ella rió y volvió a besarlo.

--vamos, quítate la ropa y entra conmigo.

Tyler se despojó de su ropa y entró con ella a la bañera, tirando un poco de agua de esta, se acercó lentamente y la besó, comenzando así, un baño muy divertido.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora