Tercera parte de "Viviendo con los Alfas" y "La Hija de los Alfas" las cuales se encuentran completas en mi perfil. Te recomiendo leerlas para que entiendas los sucesos de este libro.
Por dieciocho años, he sido Abigail Moore, la hija del alfa, la...
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Escucho a mi prima murmurarse cosas con el recién llegado pero decido darle su privacidad. Puedo sentir la mirada potente de Tyler en mi nuca, pero decido ignorarlo.
Un par de minutos más tarde, escucho dos pares de pasos acercarse a la puerta y Scarlett es la primera en aparecer cuando la abre, siendo seguido de cerca por un muchacho, el mismo que me enseñó más temprano. Es casi tan alto como Tristán y rubio y tiene una potente mirada azulada que haría a cualquiera estremecerse.
—¡Santo Dios de los hombres lobos rubios y sexys!
—¡Kendall! —exclama Scarlett cuando sus mejillas se tornan del color de su cabello y en ese momento me percato de que tuve suerte al estar peleada con Kendall la primera vez que Tyler fue a casa: ella no pudo avergonzarme tanto como lo hará con Colin.
—¿Qué quieres que te diga? No soy ciega, y veo que tú tampoco.
Tengo que morder mi labio inferior para no soltar la gran carcajada que tengo atorada en el pecho por los comentarios de Kendall y el rostro de Scarlett con una expresión de querer matarla y sepultarla donde nunca nadie la pueda encontrar.
—Muy bien familia —consigue decir Scarlett tras aclarare la garganta—, les presento a Colin Harris, mi mate.
—¿Tu mate? —Salta Kendall de su lugar en el suelo—. Tyler luce como modelo de Calvin Klein y Colin como actor de comercial de Hugo Boss, ya quiero conocer al mío, de seguro es una mezcla de Shawn Mendes y Chris Hemsworth.
—Kendall, ya cállate —se queja Ryan—. ¿Tú eres con quien Scarlett habla tanto?
—Sí, así es —asiente Colin. Su voz es bastante gruesa y un poco ronca—. Tú debes ser Ryan, Scarlett me ha hablado de ti. Y de Jeremy. De hecho, me ha hablado de todos ustedes.
—Yo te conozco —dice Kat, mirándolo con los ojos entrecerrados—. Estuviste en la boda de Abby y Tyler.
—Fue uno de los padrinos de Tyler, Kat —explica Peyton levantándose de su lugar junto a Jeremy del suelo y yendo a abrazar a Colin—. ¿Cómo estas, Pizza?
—¿Pizza? —Pregunta Kol con el ceño fruncido—. ¿Por qué Pizza?
—Porque es deliciosa, igual que él.
—¡Kendall! —exclama Scarlett aún más roja que antes.
—¿Les cuentas tu o le cuento yo? —pregunta Peyton divertida.
—Mejor yo, tu siempre tiendes a ponerle detalles exagerados —ríe Tyler al salir de la cocina y saludar a Colin. Desde que conocí a mi esposo me ha parecido el hombre más guapo del mundo y junto a su mejor amigo, es una imagen que no me molesta en absoluto apreciar—. De niños, nuestra comida favorita era la pizza, ¿Cómo no? es deliciosa.
—Se los dije —canturrea Kendall, ganándose un codazo de parte de Candice.
—Quedamos en hacer cada uno el dibujo del tatuaje que queríamos y usamos a Peyton como jueza. El que perdiera tenía que darle el dinero del tatuaje al ganador. Obviamente, Colin ganó, el de él si lucía un poco realista, el mío como el trasero de un mono sobre una bicicleta.
