Capítulo 17: Reencuentro

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Candice y Katerina Thomas son las únicas gemelas en la larga historia de los Moore

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Candice y Katerina Thomas son las únicas gemelas en la larga historia de los Moore. De hecho, hasta que no la tuvo entre sus brazos, la tía Maggie juraba que Kat era un niño.

Ocho generaciones de Moore tenían mellizos de hombre y mujer y de pronto llegaban Candice y Kat, siendo dos mujeres. Por esto, la mitad del tiempo que no estaban en su mundo viendo sus series —sí, han sido así toda la vida— estaban hablando de que eran unas pioneras en la familia y juraron siempre tener fiestas de cumpleaños épicas para honrarlo.

Lo digo en serio, cuando cumplieron dieciséis la fiesta duró dos días.

Este año no fallarían a su tradición y a diferencia de siempre, en donde sus fiestas se resumían a su amplio grupo de amigos y la aun mas amplia familia, esta vez hicieron una invitación abierta a toda persona de la manada que quisiera asistir. Ellas mismas dijeron que ya se había sufrido suficiente y que nunca venía mal relajarse, aunque fuese solo por un par de horas.

Las últimas dos semanas eso es de lo único que se ha hablado en la manada y no hay que decir que a las gemelas les encantará no solo ser el centro de atención por una noche, sino que serán mucho más populares de ahora en adelante.

Dejo la rizadora a un lado y me miro en el espejo mientras arreglo las ligeras ondas que le he hecho a mi cabello, nunca he sido muy buena con cuestiones de cabello y maquillaje, pero siento que esta vez lo he hecho bastante bien. Le doy el visto bueno a mis jeans ajustados y un poco rotos, igual que al top blanco que Candice me ha pedido que use. Puede que sea la Luna de la manada pero también tengo dieciocho años y es la fiesta de cumpleaños de mis primas. Por esta noche, que se jodan los protocolos, solo quiero divertirme.

A través del espejo consigo ver como Tyler se apoya en el marco de la puerta con los brazos cruzados y me sigue con la mirada mientras me coloco los zapatos. No puedo decir que estamos mejor ni peor, en realidad estamos en una especie de punto medio en el que ambos hemos decidido ignorar la situación todo el tiempo que sea posible.

En dos semanas Cedric no ha dado una sola señal de vida y todos estamos expectantes a su próxima movida; mientras tanto, solo nos queda esperar. Estamos bien hasta que el tema vuelve a salir y en lugar de discutir, simplemente nos quedamos en silencio, como una condena por ser tan tercos. Él va por su lado y yo por el mío, solo compartiendo la cama a la hora de dormir y en apariciones públicas.

Cuando por fin me decidí a encender mi teléfono al día siguiente, este casi estalla al recibir todas las notificaciones de llamadas perdidas y mensajes de papá, reclamándome por haber tomado una decisión tan precipitada. Lo mismo sucedió con Tristán, Tiffany y Violet, todos cegados al no entender mis motivos.

Ninguno se ha tomado el tiempo de ponerse en mis zapatos, de pensar en lo difícil que es saber que lo único que nos separa del final de toda esta situación, es un poco de mi sangre. Conozco a Cedric mejor que ellos y se que soy demasiado valiosa para él como para asesinarme, aun después de haber cumplido su objetivo.

La Alfa (Saga Alfas #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora