Capítulo 33: Cambio de planes

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Travis y Chloe, junto con sus hijos, dejaron la manada a la mañana siguiente

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Travis y Chloe, junto con sus hijos, dejaron la manada a la mañana siguiente. No se despidieron de nadie, solo se fueron sin mirar atrás.

El primer par de días me sentí bastante culpable. Según la explicación de papá, habían decidido abandonar la manada porque habían dejado de sentirse bienvenidos en ella. No podía culparlos.

Poco me importaba si jamás volvía a ver a Chloe, en realidad me dolía más por mi tío Travis, Curtis y sobre todo, Kol. No tuve la oportunidad de despedirme de ellos. Me dolía que se fueran pensando que yo era la mala de la historia, cuando lo único que siempre busqué fue protegerlos.

El siguiente par de semanas terminaron siendo un completos caos. Unos cuantos días después de introducir la solicitud para la adopción de Ariel recibimos la llamada del contador y al día siguiente, la del psicólogo del juzgado.

No recibimos ningún mal comentario de ninguno de los dos. Sin embargo, no le he dado la oportunidad a mi subconsciente de emocionarse porque aún queda la prueba más dura: la visita de la trabajadora social.

¿Recuerdan la película de Que Esperar Cuando Estas Esperando? Bueno, luzco como una versión más bajita y rubia de Jennifer López. Mientras que Tyler actúa igual que el actor que hace de su esposo. Hace dos días recibimos la notificación de que la señora Frederick vendría a inspeccionar la casa para asegurarse de que fuera un ambiente apto para tener una niña de tres años.

—Le abrirás un agujero al piso —se burla Tyler terminando de abotonar su camisa mientras baja las escaleras. Con una sonrisa divertida en su rostro, me mira ir de un lado a otro, asegurándome que todo esté en orden. Nunca antes me había interesado tanto el orden y la pulcritud.

—No digas nada —lo corto y lo escucho tragarse una carcajada ante la actitud de maniática que tengo desde que desperté. Termino en la cocina, asegurándome de que todos los cuchillos de Tyler estén en las gavetas a las que he asegurado con pestillos.

Tacho todos los pendientes en mi lista mental y asiento, todo está mejor que el día que nos mudamos.

A pesar de los medicamentos para dormir, en más de una ocasión me quedé despierta hasta altas horas de la noche sopesando todo lo que podría salir mal. Tyler siempre estuvo ahí para escucharme y recordarme que si nos negaban la solicitud, lo seguiríamos intentando.

Ha sido bastante difícil mantenerle el secreto a Ariel, ella es muy inteligente y sabe que Tyler y yo nos traemos algo entre manos. Solo espero que sus sueños no hayan arruinado ya la sorpresa.

Los nervios me atacan cuando el teléfono de Tyler suena dentro de su bolsillo, con la notificación de un mensaje.

—¿Tristán?

—No, mi papá.

Asiento, intentando usar mi respiración para relajarme. Hace una semana, por fin recibimos la llamada de Jacks que tanto esperábamos: habían encontrado los cuerpos de Cedric y Claire en los restos de la cabaña.

La Alfa (Saga Alfas #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora