-BARTHOLOMEW ROBERTS-

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Después de que mi padre le entregara mi mano a Antwan todo se relajó, papá y él rieron casi toda la cena, y mamá me contaba otras tantas de sus aventuras

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Después de que mi padre le entregara mi mano a Antwan todo se relajó, papá y él rieron casi toda la cena, y mamá me contaba otras tantas de sus aventuras.

—Por cierto hija, escuché rumores sobre cierto pirata que estaba obsesionado contigo... ¿Es cierto?—suelta mi padre y yo comienzo a ahogarme con el agua que pasaba, sí era cierto que un pirata me molestaba y estaba dispuesta a todo por olvidarle, pero sobre todo... ¡no quería que Antwan se enterara! —Mi madre me pega en la espalda y yo llevo mi mano al pecho para calmarme, pero la calma se aleja cuando veo la mirada interrogante del hombre que amo.

—Si... pero no tiene importancia papá, no fue nada grave... ya sabes... piratas. —respondo algo nerviosa e intento cambiar de tema. —Madre esta sopa te quedó deliciosa. — le sonrió poco convincente y ahora es la voz de Antwan la que comienza todo.

— ¿y quién fue el pirata? — pregunta llevándose un trozo de carne a la boca y mastica sonriéndome, pero sé que esa sonrisa no es de amor... es una sonrisa de asesino, una sonrisa casi irónica.

—¡ah! pues... un pirata cualquiera, alguien sin importancia. — le sonrió y bajo la mirada moviendo la sopa, pienso mi próxima respuesta ya que sé que no se rendirá.

— ¿Cómo se llama? Tal vez lo conozco y puedo dejarle claro que ahora serás mi esposa, ¿no lo cree suegro?— le pregunta a mi padre y él sonríe asintiendo.

—Si Luna, Antwan ahora es tu prometido... para evitar una disputa en el futuro Antwan necesita cuidarte...

—Yo opino lo mismo que tu padre... con esa bruja suelta cualquiera puede ser enviado por ella— Continua mi madre y sé que lo que se viene no le gustará nada al amor de mi vida.

—Entonces... ¿es...?—pregunta Antwan con una copa de vino en la mano y espera.

—Es alguien sin chiste... —continúo...

—Su nombre Luna...—me presiona

—Batholomew Roberts— suelto dejando caer la cuchara en mi plato y se forma un silencio sepulcral y muy incómodo, la respiración de Antwan comienza a agitarse y mis padres se miran, sin duda saben quién es.

—Un momento... —dice mi madre y hace a un lado su plato. — ¿Black Bart el pirata que fue capturado más de 456 veces en tan solo cuatro años? ¡Dios mío! ¡Ahora lo entiendo todo! En nuestro círculo de amigos en Port Royal circulaba la noticia de que él estaba muy obsesionado con una joven pirata, ¡pero jamás pensé que fuera de mi hija!— grita mi madre y Antwan sigue sin decir nada.

—Antwan... te juro que jamás hubo nada entre nosotros, intenté mil formas de alejarlo de mí, ¡no mil, millones! Llegué al extremo de fingir mi muerte para que me dejara en paz, hasta la fecha no me ha molestado y yo jamás crucé más de una conversación con él.

— ¿Les molesta si hablo a solas con su hija un momento?— pregunta Antwan siendo amable, se gira y al llegar frente a mí me tiende su mano, pero yo sé que se volverá loco en cuanto salgamos de la cabaña. Cierro la puerta tras de mí y él me suelta y camina de un lado a otro como león enjaulado.

Todo es real: DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora