-PÍDEME-

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Cuando Antwan volvió a la nave el ambiente se había tensado, primero porque Oneida no aceptaba aún que amaba a Erick y también no dejaba de preocuparte por su aldea y su padre, Erick estaba triste porque Oneida no se decidía, Sol estaba deprimida ...

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Cuando Antwan volvió a la nave el ambiente se había tensado, primero porque Oneida no aceptaba aún que amaba a Erick y también no dejaba de preocuparte por su aldea y su padre, Erick estaba triste porque Oneida no se decidía, Sol estaba deprimida por su asunto con Gerard, Antwan seguía enojado por sus celos hacía Roberts y yo... bueno pues ya no estaba molesta por su desconfianza, ¡peor! Él había tenido una ferviente relación amorosa con mi media hermana y que tal vez... solo tal vez... ella lo había iniciado en el mundo de la perversión.

Absolutamente todos estábamos sumidos en un gran silencio, una parte de mi ansiaba revisar mis redes sociales, cosa que no existía en el siglo XVII, aburrida me dirijo al camerino de mi madre y Antwan me sigue, mi corazón se acelera y también duele, entro y él también lo hace cerrando la puerta de tras de nosotros.

—Aquí están los diarios de navegación de mi padre, podría revisarlos con Erick pero... tus eres la única a la que le he contado esto. —me cuenta un poco nervioso, supongo que no sabe cómo voy a reaccionar.

— ¿Ahora si me tienes confianza?—le pregunto seria y me dejo caer en la silla que está de tras del escritorio de mi madre, Antwan suspira pesadamente y mira por la ventana.

—A veces no controlo mis celos, no cuando se trata de ti.

—Ya no se trata de tus celos, se trata de cómo fue que enfermaste tu corazón desde que mi hermana te traicionó, —él se gira de inmediato, definitivamente no esperaba que yo le hablara de su relación con Grace. —O peor... se trata de los tus prejuicios hacía mí, ¿por eso te enfadaste y me dijiste que no cuando yo te propuse matrimonio? ¿Por qué ella también te lo pidió y después se acostó con otros? Sí, yo te pedí disculpas en mi cabaña por lo que había pasado en mi juventud con Barth, me sentí fatal y te juré y perjuré que te amaba, después entramos y me hiciste el amor, esa fue nuestra forma de afrontar que todo había pasado, ¡pero no! Te quedaste callado en vez de aprovechar y decirme que tú y mi hermana se iban a casar, ahora la que no te tiene confianza soy yo.

— ¿Ya acabaste? —me pregunta serio y suspira de nuevo buscando palabras.

—No lo sé, ¿sigues creyendo que porque mi hermana te traicionó y se acostó con quien sabe cuántos yo también lo haré? Tienes razón, te oculté que le robé oro a Barth, te oculté que estuve en su barco un año, yo podré ser, rebelde, terca, enojona, gritona, traidora, fugitiva y ladrona ¡pero jamás me hubiera acostado con Roberts Bartholomew! Porque en el único que pensaba era en ti, ¿recuerdas cuando ambos supimos que queríamos ser piratas Antwan? Yo quería que vieras lo lejos que podría llegar para ser tu mujer pirata, Barth solo fue el medio, pero jamás fue tú, y en la primera oportunidad que tienes... tú te acuestas con mi hermana, ¡a sabiendas que es mi hermana!

— ¡Ya basta Luna! ¿Sabes qué? Sí, me acosté con ella ¿eso es lo que quieres escuchar? Y no solo eso, ¡me enamoré de ella! Parecía que tú y Erick terminarían juntos, ¿y yo donde quedaba? Todos cometemos errores Luna, todos tenemos un pasado tormentoso, tienes razón no debí juzgarte cuando me propusiste matrimonio, la herida que hizo Grace cerró cuando te conocí y se abrió un poco cuando tú me lo propusiste, no pude evitarlo, pero eso no quiere decir que aún la ame, tú eres el amor de mi vida. —Antwan baja el tono de voz y camina hasta quedar frente a mí, por su actitud noto que está dispuesto a bajar la guardia y eso hace que quiera perdonarle. —Pídeme lo que sea, ¡cualquier cosa! ¿Quieres que suba y baje una estrella para ti? ¿Quieres la cabeza de Grace? ¿Quieres que acabe con mi vida para que puedas vivir en paz? Por ti soy capaz de todo, ¿lo entiendes? De todo, así que ¿dime que tengo que hacer para que me perdones, diosa de mis sentidos?— él me rodea con sus brazos y me mira triste, su mirada penetra mi alma y gustada silencio para escuchar mi veredicto.

— ¿en verdad harás lo que sea? ¿Lo que yo te pida?

—Sí, todo... soy tuyo, utilízame para conseguir tu felicidad que es lo que más me importa. — me susurra y suspiro.

—entonces... sí es así, quiero que envejezcas conmigo, quiero que los dos vivamos juntos en mi cabaña después de casarnos, quiero que le cuentes historias fantásticas a nuestro hijo alrededor de la fogata que solo tú sabes hacer, quiero que confíes en mí y que por lo menos me des el beneficio de la duda, porque jamás existirá otro hombre en mi vida, y el único que me importa estará acostado a mi lado diciéndome que me ama, eso quiero. —Antwan deja ver al fin una ligera sonrisa llena de amor, y asiente mirando atentamente mi boca.

—Tus deseos son ordenes Black, ¿te parece si empiezo dándote un hijo?— me dice mirándome maravillado y sin dejarme responder se lanza a mis labios devorándome, me carga y me acuesta sobre el escritorio de mi madre, ¿de dónde podría sacar las ganas de alejarlo? Por la forma en la que acaricia mi piel puedo ver que está arrepentido.

Durante la próxima hora y media siguiente nos entregamos sin peros, sin excusas ni más peleas, ambos juramos no volver a meternos con ninguno de nuestros hermanos ni medios hermanos, nos contamos secretos estúpidos pero que al final de cuentas nos hacen conocernos más para que en un futuro no discutamos por no saber eso tanto de uno como de otro. Aún costados en la cama del camarote estamos tapados solo por una fina sabana de seda nos pusimos a revisar los diarios de navegación.

—Al lugar donde tenemos que dirigirnos es llamado "La zona del miedo" en otros lugares es conocido como "El cementerio de los barcos perdidos" y otros tantos le llaman "El triángulo de las bermudas" mi padre explica que hay un portal que lo lleva a ese plano, ya sabes... al "Bosque perdido" es la única forma, Sol podía crear un portal pero aún no sabe cómo identificar la zona, así que si seguimos a este ritmo dentro de una hora estaremos llegando, ¿estás lista para nuestra gran aventura como piratas Black? — me pregunta y pasando una mano sobre mi cuello me besa.

—Claro que si Lodwood, nací lista, no sé lo que ese Hechicero maestro quiera mostrarme pero... quiero avanzar, aprender lo que sea y mandar a Lidia al infierno. 

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Todo es real: DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora