(SEGUNDA PARTE DE TODO ES REAL)
Todo se había venido abajo, y entre todo se encontraba el amor de su vida Antwan Lodwood, estando atrapada bajo el encantamiento de una poderosa hechicera, Luna Black tendrá que buscar la manera de hacer que todo re...
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—Es extraño, siento que de repente sé qué hacer con mis poderes, es como si con el hechizo de curación que hice en Antwan mi don se hubiera abierto por completo, creo que Atenea me dio su sabiduría.
—Así es... mientras más uses tu magia más sabrás los secretos que oculta y te será más fácil ocuparla. —me responde Anastasia y me siento orgullosa por los avances que he tenido. — ¿sabes lo que vas a hacer?
—Sí, sé lo que vamos a hacer. — Le confirmo y miro a Erick. — ¿En este campo es donde están las minas?
—Sí, es unos pasos más para allá, ¿no irás a meterte verdad?
—Por favor, claro que no, las sacaré de su escondite las desactivaré... y ya sé cómo.
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Conjuro sin siquiera pensar lo que digo y estirando mis brazos siento como si le ordenara a cada mina que está enterrada que salga de su cueva, entonces un pequeño temblor altera a todos los que me acompañan y tronando los dedos todas las minas salen y quedan suspendidas en el aire, ninguna estalla solo están flotando.
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Y al chasquear los dedos de nuevo las minas truenan y caen al suelo desactivadas.
—Listo, ahora dejo en tus manos una estrategia Erick confió en ti pero no en los hombres que eran parte de tu tripulación, ellos ahora saben la localización de esta isla y creo que lo que menos quieres es causarle más problemas a Oneida ¿o sí? No te pido que los mates, habla con ellos pero... si las cosas se ponen pesadas no me hagas regresar y destriparlos a todos.
