—Quiero que te quedes conmigo... por favor... hemos llegado muy lejos, no puedes dejarme ahora,—Le suplicaba a Antwan quien me miraba débil, me sentía fatal porque era la primera vez que tenía que hacer un conjuro y mi mente estaba bloqueada.
—Luna, debes relajarte, sé que puedes solo no te concentres en la sangre... concéntrate en los momentos felices que has pasado con él, ¿bien? Tranquila, tú puedes hacerlo. —me dice Anastasia e intento respirar lento para controlar mi ataque de nervios.
—si... perdón, me concentraré... eso haré, —miro una última vez a Antwan y le sonrío, después cierro los ojos y por mi mente comienzan a pasar imágenes de la primera vez que lo vi, recuerdo su afán por protegerme de todo, recuerdo nuestro primer beso y lo épico que fue, la vez que me dijo que me amaba y nuestra primera vez haciéndonos nuestros en esta misma Isla en aquella casa de campaña que él arregló para nuestro encuentro, entonces lo siento... comienzo a imaginar una luz dorada que entra a mi cráneo, la luz recorre todas y cada una de mis venas y arterias, llega hasta mis manos y entonces las junto dejando salir mi primer conjuro para sanar al amor de mi vida. — Tiempo inquebrantable que escuchas mi ruego, absorbe esta sangre con el poder de mi fuego, este espíritu es mi alma gemela que se irá en su momento, pero yo descendiente de Atenea te ordeno que no estés presente y desaparece todo aquello que él siente, ¡por el poder del aire! ¡Por el poder de la tierra! ¡Por el poder del agua! Yo rijo el poder del fuego— y a girar mi mano una gran llama de fuego azul la rodea, fuego que no me quema, entonces paso la llama por la herida de Antwan y se empieza a cerrar justo como si nada le hubiera pasado, al ver esto hecho cierro los ojos y suelto un suspiro pesado, justo como si acabara de despertar de un gran letargo.
— ¡Lo hiciste! Lo curaste... —dice Erick y parpadeo varias veces para intentar saber qué fue lo que hice.
— ¿Cómo lo hice? ¿Qué dije? ¿Qué pasó?— pregunto confundida y observo que Antwan duerme tranquilo y todos me miran atónitos.
—Pero tú lo acabas de hacer ¿cómo es que no lo sabes?— me pregunta Robert y yo parpadeo.
—Luna, le diste órdenes al tiempo ¡Al tiempo! Invocaste a los cuatro elementos y te atreviste a regir el fuego para sanar a Antwan... — me explica Sol y Anastasia asiente.
—No recuerdas nada porque lo hiciste no bajo el poder de Atenea, claramente ella debió poner las palabras en tu boca. —Aclara Anastasia y me dejo caer sentándome a un lado de Roberts.
—jamás pensé que fueras capaz de hacer algo así, estoy sorprendido...
—Ni yo sabía que sería capaz, bueno... la situación de Antwan mejorará en cuanto despierte supongo, ahora... explíquenme porque estamos aquí y ¿Dónde está Oneida Erick?
—Ella... ella se fue con Lidia porque ella lo amenazó de muerte, Oneida ni siquiera lo pensó dos veces, y bueno... después de lo que le pasó a Antwan no podíamos hacer mucho, la única que nos estaba defendiendo era Anastasia, así que... aunque suene a que somos los peores cobardes... sí, nos escondimos para trazar un mejor plan. — me explica Erick y se gira enfadado consigo mismo.
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Todo es real: Deseo
Romance(SEGUNDA PARTE DE TODO ES REAL) Todo se había venido abajo, y entre todo se encontraba el amor de su vida Antwan Lodwood, estando atrapada bajo el encantamiento de una poderosa hechicera, Luna Black tendrá que buscar la manera de hacer que todo re...