(SEGUNDA PARTE DE TODO ES REAL)
Todo se había venido abajo, y entre todo se encontraba el amor de su vida Antwan Lodwood, estando atrapada bajo el encantamiento de una poderosa hechicera, Luna Black tendrá que buscar la manera de hacer que todo re...
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— ¿Yo... yo hice eso?— le pregunto a Anastasia y ella asiente sin perderle la vista a Lidia quien se pone de pie sacudiéndose, logro ver que tiene un labio partido por mi pequeño truco.
—Tu.... ¡Tú no sabías hacer esto!— me grita a punto de volverse completamente loca y sonrío.
—Bruja estúpida, ni siquiera sabes lo que haces ¿cierto? Te hubieras ahorrado muchos corajes matándome aquella vez que me desapareciste, pero no... no tienes un plan porque estás acabada, y lo peor para ti es que hay dos brujas frente a ti que te van a matar sin que hayas logrado siquiera el uno por ciento de lo que habías planeado. —a vista de lo que le digo ella ríe nerviosa, he acertado y no sabe que más decir para defenderse.
— ¿y tú crees que un par de brujas como ustedes van a poder matar a una de dos siglos?
— ¿y tú crees que no?— le pregunta anastasia sacando una bola de fuego de la palma de su mano y Lidia parece espantada.
— ¡Yo aquí soy la maldita victima! Primero ese imbécil... el padre de los Lodwood me engaña y me deja, ¡él me dejó embarazada!— parpadeo un par de veces, esa historia es la misma que Antwan me contó, la misma que viene en los diarios de navegación del padre Lodwood pero... el embarazo jamás lo menciona...
— ¡No mientas! He leído personalmente los diarios de navegación del padre de Antwan... jamás menciona un embarazo, y si es así ¿Dónde está ese bebé?— Lidia comienza a llorar y camina de un lado a otro.
— ¡No lo sé! Él fingió regresar por mí y después se lo llevó mientras yo dormía, yo jamás pude encontrarlo, busqué por muchas dimensiones distintas preguntando por un bebé que tenía un lunar con forma de flecha en su muñeca ¡pero nada! — entonces me enderezo, yo conozco a ese bebé... o bueno, a ese ahora hombre con un lunar con forma de flecha, ¡Roberts! Nos miramos y él baja la mirada a su muñeca, pero niega con su cabeza para que no diga nada.
—Lidia... no sabíamos lo de tu hijo, pero... ¿si hubiera una forma de encontrar a tu hijo dejarías todo esto?— le pregunto y ella me mira, primero con esperanza y luego limpia bruscamente las lágrimas que caen en su cara.
—No... ¡el maldito mocoso ya no me importa!, buscándole a él encontré la pista de algo mucho mejor, algo único... es un báculo que pertenecía a un ángel, las leyendas dicen que ese ángel lo usaba para convertir a personas en seres divinos, esos seres podrían seguirte, obedecerte y amarte ¡justo como lo hace una familia! Pero todo a un nivel de conciencia avanzado, un nivel donde todo ser espiritual te respetaría, sería justo como... crear tu propio paraíso. — Nos explica llena de ilusión y por poco nos llena de ilusión con su cuento. — ¡pero basta de cuentos! Ya estoy cansada... — dice de repente seria y nos mira con una sonrisa de lado, junta sus manos y las separa de golpe creando una gran esfera de energía, todo esto lo hace tan rápido que en el siguiente segundo ataca a Anastasia y la estrella contra una roca, pero cuando intenta atacarme inconscientemente creo un escudo de energía, ella se queja y enojada grita un conjuro...
