Capítulo 12

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A Jon le inquietaba más el proteger a Damian que salir herido en ese encuentro. Sin embargo, a la falta de su uniforme, tendría que hacerlo a la antigua y sin llamar la atención.

"Debo correr, supongo..." Se dijo encogiéndose de hombros. "Ellos no podrán hacerme daño, lo único importante es sacar a Damian de aquí." Concluyó posicionándose en guardia.

El caos más allá de su perímetro no le dio pauta para distraerse, sabría que los hermanos de Damian iban a estar bien. En su mente sólo lo ocupaba la inquietud de salir de ese círculo de asesinos que poco a poco lo acorralaban.

Jon apretó los dientes visualizando un camino por donde no tuviera que luchar, o al menos no hacerlo rudamente. No tardó en hallar alguno, pero no iba a ser fácil, pues todas las personas inocentes que también buscaban huir le imposibilitaban un despliegue de habilidades en su máximo esplendor.

Rápidamente fue cercado y amenazado por aquellos asesinos, todos enfilados que con un solo salto se abalanzaron para atrapar a los chicos.

Jon exclamó sorprendido debido a la velocidad que llevaban, algunos de ellos con cuchillos o espadas en mano. El ojiazul esquivó los primeros golpes, pero su poco entrenamiento práctico lo obligó enseguida a retroceder.

Su identidad como pequeño protector de Metrópolis no podía ser descubierta, así que correr en círculos con Damian en brazos fue su única salida, además de servir como escudo a todos los embistes de las armas blancas. Evidentemente, cada hoja era destruida al contacto con su piel, aunque eso no lo aliviaba en lo absoluto, pues con tanto movimiento, Damian resultaba rasguñado o golpeado; acción que molestaba de sobremanera al menor, pero no podía remediar, pues los combatientes resultaron ser realmente expertos en las artes que orgullosamente profesaban.

Mientras los chicos se las arreglaban, Dick y los otros debieron insistentemente usar sus habilidades para abrirse paso y ayudar a Jon.

-¡Son demasiados! –Expresó Timothy pateando a algunos cuantos-.

-¡Resiste, no hace falta derrotarlos, sólo creen un camino para llegar a Damian y sacarlo de aquí, lo demás no importa! –Dick explicó lanzando a unos enemigos lejos de él-.

-¡Así no llegaremos a ningún lado, necesitamos un plan! –Roy gritó encajando sus puños en bastantes rostros-.

-¡Si no soportas estar aquí, sólo lárgate! –Tim le discutió al pelirrojo-.

-¡Cállate mocoso! –Le contestó al más joven cargando a uno de los asesinos y lanzándolo a los pies de Timothy-. ¡Me quedo porque debo proteger a Jason!

-¡Él no necesita protección! –El tercer petirrojo anunció también levantando a uno de los intrusos y proyectándolo directamente a Roy, quien retrocedió un paso para evitar el embiste-.

-¡No se distraigan! –Jason habló derribando a un par de asesinos-. ¡Sólo cúbranme! –Ordenó en cuanto se dispuso a atravesar la barrera de hombre armados-.

Tim y Roy lo siguieron de cerca. A Jon se le acababa la paciencia, y eso era mala señal, pues corría el riesgo de descubrirse y revelar el secreto de su familia, pero por más que trataba de escapar, siempre había una silueta dispuesta a cerrarle el paso. Su cara angustiada empeoró al notar a dos atacantes coordinados, pues no fue capaz de defenderse de ambos al mismo tiempo, y más cuando uno de ellos le arrebató a Damian de los brazos, los cuales ocupó para evitar que una flecha lo atravesara.

-¡Damian! –Le llamó desesperado al verse despojado de su amigo-.

Sus ojos mostraron una montaña de lágrimas y preocupación al mirar a su compañero ser alejado en el hombro de aquel asesino entrenado.

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