Otra alarma taladraba los oídos de Timothy. El aturdido muchacho abría los ojos contra su voluntad y aquella de los sedantes. El traqueteo a su alrededor lo despertó ocasionándole el humor más pesado y lúgubre que jamás hubiese podido ver en su persona. Gruñó devolviéndose poco a poco a la realidad, esforzándose por ubicarse en el espacio y el tiempo. Quiso mandar todo al diablo, darle la espalda al resto del recinto, cubrirse con la manta y volver a dormir, pero el escándalo estaba lastimando sus tímpanos y su poca paciencia. “¿Por qué hay tanto ruido?” Se preguntó reaccionando lastimosamente. Abrió los ojos sintiéndolos calientes y adoloridos. Viró en ambos sentidos. Se halló solo en la enfermería de la cueva.
“¿Qué demonios pasó? Es la cueva. Entonces Dick sí llegó a tiempo. ¿O ya estoy muerto?” Se inquirió retomando su concentración en el chillante sonido que penetraba su frágil estabilidad. “¿Qué es eso? Parece una alarma. ¿Una alarma? ¿Pero de qué? ¿Y por qué? ¡Maldición, no logro pensar correctamente! ¿Qué me pasa? ¿Drogas? Debo estar drogado. Sí. Eso debe ser. Me siento confundido y adormilado. Supongo que Dick me curó. Debo agradecérselo después. ¡NO! ¡¿En que estoy pensando?! ¡De seguro ese inútil se fue con alguno de sus novios y para que no despertara y me diera cuenta de su estupidez, se sobrepasó con el analgésico! ¡Sí! ¡Eso debe ser! ¡No, espera…! Pensándolo mejor, realmente, me siento bien. Creo que de verdad hizo un buen trabajo.” Se dijo mientras con sus dedos palpaba torpe y temblorosamente el vendaje. “Sí. Todo parece en orden. No tengo fiebre y ya no me duele y… ¡NO! ¡¿Qué estoy diciendo?! ¡Dick nunca hace bien las cosas!” Exclamó apretando los ojos, sacudiendo un poco la cabeza para reiterarse en la entorno, intentando alejar la sensación narcótica. “¡Demonios, estoy divagando mucho! ¡De verdad estoy muy drogado! ¡Maldito Richard, de seguro no leíste bien las etiquetas y ahora mismo mi corazón se está paralizando! ¡Apuesto que ya estoy muerto, por eso no me duele!” Concluyó irguiendo la cabeza, visualizando el campo a su disponibilidad. Remarcó su borrosa visión y el mareo en sus sentidos. “Sí. Definitivamente estoy hasta el cuello de sedantes y analgésicos. ¡Torpe Dick! Aunque debo reconocer que esos medicamentos hicieron muy bien su trabajo. No siento ninguna molestia. Supongo que en lo que cabe, Dick se preocupó por mí… No es tan mal hermano después de todo… ¡NO! ¡Otra vez estoy diciendo tonterías!” Se dijo volteándose, arrimándose hasta la orilla para dejarse caer de la camilla.
Ni siquiera sintió el golpe de la caída. Intentó levantarse entre desequilibrios y bamboleos graciosos. Se apoyó en el lecho para ponerse torpemente de pie. Alzó la mirada revisando entre mareos a su alrededor. “Y sí, estoy en la cueva, pero ¿dónde están todos? ¿Me dejaron solito? ¿Cómo se atreven? Puede pasarme algo.”
-Ho… la… -Habló flojamente-.
“Todos están en mi contra.” Pensó en cuanto advirtió que nadie le respondía. “No hay nadie aquí. ¿Estarán arriba? Sí, es lo más evidente. Ciertamente, están en la sala comiendo pastel mientras le cantan al pequeño demonio. ¿Y yo? ¡Yo aquí abajo pudriéndome! ¡Todo solito a mi suerte, drogado, herido, mal curado! ¡Estos vendajes se me van a caer! ¡Están horriblemente puestos!” Exclamó gruñendo, tocándose la cintura por donde pasaban las vendas.
Empezó a hurgarse, a tratar de descifrar cómo se las habían puesto para retirárselas. “¿Qué es esto? ¿Quién me puso esto? ¡Necesito revisarme yo mismo! ¡A nadie le importo!” Reflexionaba entre ideas vagas y alucinadas.
-¿Qu-qué… ra…yos…? –Inquirió apenas audiblemente, entre dientes y pausadamente-.
“¡No puedo quitarme esto! ¡¿A quién se le ocurren estos amarres?! ¡Alfred sí que es estricto con esto! ¡Rayos! ¡No, espera! ¡¿Alfred?!
-¿Al… Al…. Alfred? –Se interrogó Tim impresionado, como si la revelación más grande e importante de la humanidad se hubiera descubierto en una explosión de sensaciones fortísimas al unísono-.

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BABYMON
FanfictionLuego de un "desafortunado" golpe en la cabeza, Damian cree que es un niñito pequeño que sólo piensa en jugar, comer y dormir. Sin embargo, esto representa uno de los más grandes desafíos que los batbrothers hayan enfrentado, pues no tienen ni la má...