Te Imaginas iniciar desde cero en una nueva ciudad?. Tyler viaja a la ciudad que nunca duerme para hacer realidad sus sueños, pero el curso de su vida cambia cuando conoce a Liam, un joven extrovertido, divertido pero con un gran pasado tras de el...
Por la tarde, voy saliendo de mi apartamento cuando me encuentro a la extravagante y glamurosa chica con la que Liam se había besado ayer, Liz.
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— Hola, eres Tyler cierto?
Otra persona que preguntaba mi nombre con duda. Es un nombre muy fácil, tan difícil es acordarse de el?
— Hola, sí, soy yo.
— Que tal tu segundo día aquí? Liam me comento que vives en frente.
Vaya, le hablo de mí.
— Tranquilo, aunque el ruido de los autos en la carretera es un poco molesto pero no esperaba nada menos de la ciudad que nunca duerme.
— Te acostumbraras, — sonrió — has visto a Liam?
¿Si lo he visto? Hasta me lo he imaginado.
— Lo vi esta mañana pero no sé dónde iba — le respondo.
La observo buscando en su bolso, es increíblemente hermosa y su piel parece de porcelana. Saca una llave y abre la puerta del apartamento. Para mi es más que obvio que es su novia o si no ¿Porque tendría llaves de su casa?
Cayó la noche y finalmente apareció, lo sé porque escucho como Lisa le reclama el hecho de haber desaparecido todo el santo día. Minutos después alguien toca mi puerta. Al abrir ahí está el, Liam, con sus tatuajes y ojos verdes que llamaban terriblemente mi atención.
— Hey Tyler! Lisa y yo iremos a un bar, quieres venir?
Primero me invita a una fiesta, luego me lleva en su auto y ahora me invita a un bar, mi vida no podía estar yendo tan bien en solo dos días. Tomo mi chaqueta y salgo con ellos. Cuando vamos entrando al bar noto un cartel que dice ''Gay Friendly'' aunque no le pongo mucha atención. Tomamos algunas cervezas, es mi primera vez tomando en Nueva York y aquí hay bares en cada cuadra, así que es mejor entrenar mi resistencia, además me distraería de pensar en los resultados de mi entrevista. La noche pasaba y las personas iban llegando cada vez más, Liam y Liz están bailando con sus cuerpos muy pegados, mirarlos no me incomodaba pero prefiero pensar en otra cosa que en mi atractivo vecino bailando con su lo que sea que sean ellos, posiblemente novios, intento distraerme de alguna manera.
Ya casi a media noche estamos saliendo del bar. Liz y yo tenemos que agarrar a Liam uno de cada brazo, pues nuevamente, mi alcohólico vecino tiene exceso de felicidad en su organismo y va haciendo divertidas locuras en la calle. Puedo sentir su musculo detrás de mi nuca, su brazo es fuerte, grande y todavía puedo percibir el olor de su perfume de esta mañana.
Entramos a su habitación y Liz me pide que le quite la camisa mientras prepara un baño caliente para él. ¿Qué?. Parece una petición caída del mismísimo cielo, tengo que desvestir a mi vecino y apenas tengo dos días de haber llegado a vivir aquí, no sé si asustarme o dar gracias a la vida por la oportunidad. Casi inconsciente lo incorporo sobre la cama y le quito la camiseta, su olor es embriagante, tengo ganas de olerla sin parecer un acosador pero no hay manera de hacer ambas cosas al mismo tiempo. Se calló de espaldas sobre el colchón, puedo ver sus abdominales, tiene algo de pelo en el pecho, perfectamente distribuido y más tatuajes, tiene una abeja de a un lado de su torso bajando casi hasta su pierna, en sus costillas hay una hermosa lluvia de estrellas sobre ellos, no sé por qué, pero me encantan, sus tatuajes son extremadamente ridículos pero todos me encantan, tal vez en otra personas me parecían absurdos pero en su piel se ven espectaculares para mí. Acerco mis manos a su cintura, la parte más incómoda de mi misión, empiezo a desabrochar su pantalón, luego me percato de que todavía tiene zapatos y calcetines, se los quito con agilidad y ahora sí, empiezo a bajar sus pantalones poco a poco, es difícil pues su peso cae sobre ellos pero aun asi me esfuerzo, algo en mi no me deja parar, alcanzo a notar los calzoncillos Calvin Klein color blancos, estoy con mi cabeza enfocada en cumplir mi misión cuando escucho a Liz entrar a la habitación. Mierda!
— Gracias por la ayuda, ya puedes irte si quieres — me dice con tono agradecido — gracias por acompañarnos y por ayudarme con este desastre de hombre.
Como un hombre tan atractivo, amable y encantador podría ser un desastre bebiendo?
— Mmmm... de nada, gracias por la invitación — sonrío mientras escondo mi inconformidad por haberme interrumpido en un momento tan... ¿Interesante?.
No sé cómo describirlo. Me he quedado con ganas de mas. Esto es un sentimiento nuevo para mi. Algo dentro de mi quería arrancarle toda la ropa, Que pasa conmigo?, no lo se pero ahora no me quito su imagen de la mente, prefiero pensar que es por el exceso de cerveza, pero algo dentro de mi me dice que no tiene nada que ver con eso. No tengo ni idea de que pensar.
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