Capítulo 30: La primera noche de novios

116 13 3
                                    

Camino de espaldas a su habitación pues me está ahogando en besos y no para y tampoco quiero que pare. Cierra la puerta y me siento al borde de la cama. Se quita poco a poco la camisa, intentando seducirme y por supuesto que lo está logrando. Se dirige hacia una gaveta que está en el mueble junto a su cama y saca una botella de Champaña y un par de copas.

— Antes de todo, quiero brindar — me dice, con mirada triunfante y rostro iluminado.

— Champaña, pero que fino. — tomo una copa.

Quita el tapón y se escucha la ligera explosión al destaparse, dejando derramar la espuma que sale por encima de la botella. Llena ambas copas hasta la mitad.

— Por nosotros — me dice, con una media sonrisa. Me guiña el ojo.

— ¿Estás seguro de esto?

— ¿De tomar Champaña o de la relación?

Le hago mueca molesta, es obvio que sabe que hablo de la champaña. Jamás sería capaz de quejarme de esto que ahora tenemos, es simplemente hermoso, mágico.

— Por nosotros — levanto la copa y bebo un poco. Esta deliciosa.

Se sienta a mi orilla y pone la mano sobre la mía.

— No puedes imaginarte cuan feliz me siento ahora, Tyler — acaricia mi pelo metiendo sus dedos en él.

— Yo también, sabes, siempre imaginé este momento en mi cabeza pero realmente jamás pensé que pasaría. Jamás he tenido una relación y tengo miedo de estropearlo.

¡y sí que tengo miedo!. Tengo miedo de todo, ¿Podre tomarle de la mano en público y esas cosas? ¿Tendré que hacerlo? Me marea el simple hecho de pensar en todo lo que una relación conlleva. ¡Tyler se valiente, has llegado hasta aquí y no lo arruinaras todo por miedo!, me dice la aterradora y varonil voz de mando en mi cabeza. ¿Un adolescente tomando la mano de un ejecutivo importante en la calle?, no lo creo. Hay muchas cosas a las que te tendré que adaptarme, pero el, por el me adapto a lo que sea, se que estará a mi lado en todo y eso me tranquiliza.

— ¿Bromeas?, Tyler, si alguien podría echarlo todo a perder, ese soy yo. Sabes los problemas que tengo y los que he tenido y no importa lo que digas, sé que no te merezco — se pone en cuclillas frente a mí y me toma ambas manos — Pero te prometo que haré hasta lo imposible para llegar a merecerte aunque sea un poco.

Se levanta y pego mí frente a la de él.

— No tienes que hacer nada — le susurro. — Te quiero tal y como eres.

Me besa suavemente.

— Creo que se lo que podemos hacer con esta champaña. — me dice, con ojos pervertidos.

— ¿Qué estás pensando?

Ahí está otra vez, esa mirada, esos ojos impenetrables. Esa nube oscura que bloquea mi vista para poder saber lo que esta imaginando.

Me empuja contra la cama y se pone sobre mí, con las piernas alrededor de mi cintura. Inclina un poco la botella y deja caer el delicioso líquido sobre mí. Oh Dios! esto es justo como en sueño de aquella vez en su apartamento secreto, solo que esta vez es real. Me quita la camisa y recorre con su lengua desde mi abdomen hasta mi cuello. Regresa hacia mi boca y me da otro beso. Continua derramándolo sobre mí al igual que continúa pasando su lengua sobre mi cuerpo. Desabrocha mi pantalón y cierro los ojos preparándome para lo que viene. Ahí está, siento su boca subiendo y bajando y me muerdo el labio tan fuerte por el placer que estoy sintiendo, que ni siquiera me he dado cuenta de que casi me estoy haciendo una herida hasta que siento el punzante dolor. Liam continua haciendo trucos con su boca mientras mis labios están medio heridos pero ni siquiera puedo concentrarme en el dolor. Mi respiración esta súper acelerada y gimo suavemente tratando de que Liz, Kat y el chico desconocido de Liz no me escuchen. Para y me da la vuelta y ahora estoy boca abajo. Su lengua hace maravillas ahí atrás y yo estoy a litros de sudor y ni siquiera ha empezado lo mejor. Me muerde una nalga y se ríe ligeramente. Me desconecto un segundo de la situación y me concentro en su risa divertida y tierna, cuando de pronto lo siento a dentro y me estremezco del excitante dolor. Se recuesta sobre mi espalda y me susurra la oído.

— Eres delicioso en todos los sentidos, Tyler Cooper.

Me muerde suavemente la oreja.
Se me ponen los pelos de punta. Se mueve rápido y con confianza. Poco a poco va subiendo el tono y poniéndose más brusco, tanto que escuche el sonido de nuestra piel pegando como si fueran aplausos mientras yo muero de interno y eterno placer. Me cambio de posición y me puede mirar directamente, dándose más ánimos mientras mira mis casi orgásmicas expresiones faciales. Me vuelvo a morder el labio pero esta vez inconscientemente. Liam me mira y mientras continua en plena acción, me separa los dientes del mi labio inferior con la mano e introduce su dedo pulgar a mi boca.

— Muerde esto, mejor. — Me dice, con la respiración agitada.

— No, no, es, ne,ce,sario — Le digo, de manera entrecortada pues no puedo ni hablar. Estoy en las nubes, en el espacio, en las constelaciones, en un hoyo negro, en otra dimensión, estoy en todos lados y en ninguna parte. Mi cuerpo está aquí pero mi mente esta lo más lejos de la tierra.

Siento como termina dentro de mí, y la sensación que deja es excitante y el cómo sale lentamente y lo que dejó dentro de mi se derrama sobre mi pierna hasta las sabanas ¡Uff! Es indescriptible, aunque sea algo tan sencillo. Me animo y actúo lo más rápido para terminar, me pongo rojo como tomate y gimo sin parar, las venas de mi cuello y frente se resaltan y punzan como si fuera a explotar y para cuando finalmente lo logro, Liam pone su boca sobre mi, otra vez, y paga cuándo lo miro, solo noto como se limpia el labio inferior con su pulgar, como si acabara de saborear algo, y si que lo hizo.

Quedo tendido sobre la cama, casi al punto de un desmayo o de un coma. Mi respiración se normaliza lentamente y la de el también. Se acuesta a mi orilla y me tiene tomado de la mano. No sé en qué momento me quedo dormido pero ya no escucho nada y no veo nada.

Despierto y ya es de día. Liam ya no está, seguro ha de haberse ido a trabajar. Encuentro una nota a mi lado.

''Anoche la pase increíble, no por el sexo, si no por el hecho de haber estado contigo. Ten un lindo día, te ama, Liam.''

Esa simple nota, esa cosa tan simple, me pone una sonrisa de oreja a oreja en el rostro que no logro quitarme. Rememoro todo lo que pasó ayer desde que dejamos la fiesta.

Eres un chico afortunado, Tyler Cooper. — Me doy palmaditas mentales en el hombro y me río silenciosamente.

Salgo de la habitación. Liz y su chico misterioso cuyo nombre ni siquiera sé, no están. Kat está desmaya y roncando como anciana sobre el sofá, con una botella y media de Vodka vacía.

En la cocina, me preparo un sándwich y me propongo volver a la habitación, cuando alguien toca la puerta. Abro y no hay nadie, pero hay un sobre en la orilla de la entrada. Lo abro y me encuentro con algo que me hela la piel. Es una foto de Liam y yo, de cuando estuvimos en los cabos, lo perturbador es que el lado donde sale Liam está intacto, pero el lado donde estoy yo está casi derretido. Como si alguien hubiera pasado un encendedor sobre mi cara en la fotografía. Repentinamente tengo una idea de quien fue.  

Vota por el capítulo y no olvides hacerme saber si te gusta la historia en los comentarios ;) Gracias.

Encantado por tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora