Capítulo 16: Placer, Sudor y Lagrimas

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Mientras esta en la cocina buscando una botella de vino, no puedo evitar pensar en las consecuencias que podría traer la ingesta de ese manjar natural añejado. De repente lo escucho llamándome y corro en seguida. Cuando lo veo, tiene dos copas medias llenas en la mano. Me da una.

— Por esta noche — sube un poco la copa y me sonríe.

Su sonrisa, ¡ay Dios!, como me mata.

Doy un pequeño sorbo, no soy muy fan del vino. Se acerca a mí con una sonrisa atrevida y me empuja contra su cuerpo, mientras rodea mi espalda con su brazo y me da un beso. Amo cada momento en que siento sus labios en los míos. Me estremezco. Deja la copa en el desayunador de madera que está a nuestra orilla y me empuja contra la pared y me besa nuevamente, pero esta vez con más intensidad, más fuerza, como si su vida dependiera de ello. Se me es difícil seguir el ritmo de su boca. Me deja repentinamente pero me mantiene acorralado contra la pared.

— No sé que estás haciendo conmigo, Tyler. — susurra mientras rosa su boca contra mi oído. Me muerde y jadea levemente.

Ni si quiera puedo hablar. Mi respiración se descontrola nuevamente e intento calmarme. Sube su dedo índice y pulgar hasta mis labios y empieza a jugar con ellos. Luego se acerca y me los muerde con la punta de sus dientes. Jadeo un poco pero no sé si es por el dolor o por la excitación. Se aleja un poco nuevamente.

— Te quedaras esta noche? — me pregunta.

— Si tú quieres. — respondo, con timidez.

— Creo que eso quiero.

— De acuerdo, lo hare.

Me mira fijamente unos segundos mientras puedo sentir su respiración agitada en mi cara.

— Tienes hambre?

Yo literalmente siempre tengo hambre, pero después de lo que acaba de ocurrir, se me quitó por completo. Lo único que quiero comer es a él. Oh sí.

— No mucha.

— Entonces pasemos al postre — me sonríe maliciosamente. — Bueno...si tú quieres.

— Esta bien por mi.

— Me toma de la mano y me lleva hasta su cama

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— Me toma de la mano y me lleva hasta su cama. Me tira contra ella y se deja caer sobre mí, apoyando los brazos en el colchón mientras me besa. Baja hasta mi cuello, continua besándome. Se siente tan bien, oh!. Empieza a desabrochar mi camisa y la abre, dejando mi débil y delgado pecho al descubierto. Se da paso por ahí y continúa haciendo de las suyas con mi cuerpo. Está bajando por mi abdomen y apenas se toma medio segundo entre cada beso. Desabrocha mi pantalón. Oh no, me pongo nervioso, esto ya es pasar a segunda base. Me acobardo pero me da más pena interrumpir el momento. Me baja el pantalón y quedo en ropa interior. Se salta esta parte y baja hasta mis piernas y ahora va de regreso lentamente. Comienza besarme mientras sube poco a poco hasta llegar a mi sexo. Me mira con ojos seductores que me vuelven loco. Se sube a la cama y me rodea con sus piernas sobre mí. Lo tengo sobre mí. Se quita la camisa y puedo admirar esos coloridos tatuajes que por alguna extraña razón me fascinan. Su vello corporal, sus pectorales, sus abdominales, todo en él es hermoso. Se quita el cinturón bruscamente. Solo espero que no sea un sadomasoquista. Se para frente a mí y se quita los calcetines, los pantalones y el bóxer de una sola vez. No puedo evitar estremecerme otra vez. Apenas puedo respirar. Lo tengo completamente desnudo frente a mí. Sube a la cama y comienza a acariciarme apasionadamente y con toda libertad. Paso las manos sobre su espalda y puedo sentir cuan perfecta es, musculosa y lisa, sin imperfección alguna. Se concentra en mi cuello con besos devoradores. Me siento un poco avergonzado al estar desnudo frente a él, me hace sentir vulnerable, débil, inseguro, pero el ritmo con el que sus manos se dan paso sobre mí me hace olvidarlo todo. Se dio entrada a mi interior y me sostengo fuerte de las sabanas húmedas por nuestro sudor e intento hundir mi cabeza en la almohada para sofocar los gemidos. Se siente tan bien que no puedo ni siquiera pensar. Empieza a soltar algunas obsenidades que en sus labios, se escuchan excitantes a mis oídos. Después de un rato de dolor y placer combinados, termina. Toma su camiseta y limpia los fluidos regados sobre mi pecho como fruto del acto de fornicación del que habíamos sido parte. Quien diría que Liam, un hombre de negocios, tan amable, amistoso, atento y divertido, seria todo un león sexual.

— Vaya! Ufff, es lo mejor que he tenido en mucho tiempo. — me dice.

¿Sera un alago?

— Es lo mejor que he tenido en toda mi vida — le respondo. Me mira y se ríe casi a carcajadas. Espero que se ría conmigo y no de mí.

Su mirada penetra la mía, aunque no es lo único que penetró esta noche. Sus hermosos ojos verdes me miran tiernos y acogedores. Me sonríe.

— Tyler....

— Si?

— Porque aceptaste quedarte?

Pienso mi respuesta en silencio.

— Porque tú me lo pediste. — me encojo de hombros obviando la respuesta.

— Si, lo hice, pero no te obligue. Pudiste haberme dicho que no. Pero lo hiciste, al igual que la noche anterior y la anterior a esa.

— Más bien soy yo el que debería preguntarte algo, no lo crees?

— Pregunta lo que quieras.

Su mirada apacible me domina y se me hace difícil formular la pregunta.

— Porque me pediste que me quedara?. Es la única pregunta que quiero hacerte.

Se levanta de la cama y camina desnudo por la cocina. Llena otra copa con vino y da un pequeño sorbo.

— ¿Qué quieres que te diga, Tyler? No lo sé..... Disfruto tu compañía.

— Si pero esta no es una compañía normal. Lo que acaba de pasar no fue solamente por compañía.

— ¿Por qué te interesa tanto saberlo? — Hay un poco de búsqueda en su tono.

— Creo que es normal querer saberlo. Mi vecino me invitó a su apartamento secreto para follarme y no tengo derecho a hacer preguntas?. Te gusto?

— Tyler....ya basta, no quiero discutir.

— Perdón, es que no puedo evitar pensar que......que talvez lo haces por algún despecho por Daniel.

Frunce el ceño y arruga los ojos. Su mirada se torna con ira contenida.

— Tyler, es mejor que te vallas. — me dice, en voz baja.

Mierda! Arruine todo. Yo y mi bocota. Siento ganas de llorar pero hago todo lo posible para contenerme. Podrá haberme visto desnudo pero no le dejare verme con lágrimas.

— De acuerdo, me iré. — Respondo con seriedad.

Me visto rápidamente, tomo mi celular y me voy. El ruido de los autos en la carretera me perturba así que me pongo los audífonos. ''When the party's over'' de Billie Eilish. ¡Doble mierda!, lo último que necesito es una canción triste pero no quiero cambiarla. Me gusta ahogarme en mi tristeza. 

Encantado por tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora