Encantado por tu mirada

Capítulo 12: Sus labios.

Estamos parados uno frente al otro, sin decir palabra y sin hacer algún gesto. Podemos escuchar los gritos de las personas a nuestro alrededor divirtiéndose y la estruendosa música cada vez más alta, lo que nos distrae de nuestro silencioso e incómodo momento. Todavía sin decir palabra, se da media vuelta y va camino hacia las escaleras que dan directo a la terraza. ¿Qué se supone que haga, seguirlo?, esto no podría ser más incómodo. Le sigo el camino detrás.

Llegamos hasta la terraza y hay una hermosa vista de la ciudad iluminada frente a nosotros. Él está en borde de la pared con los codos apoyados sobre las barandas. Me acerco sigilosamente para no asustarlo y me le orillo. Al verme, casi instintivamente cierra los ojos y se tapa el rostro con ambas manos.

- Tyler, yo..., no sé lo que hice.

¿Lo que hiciste?, acabas de darme uno de los momentos más bellos de mi existencia.

- No te preocupes, Liam - le contesto.

- Tyler, te juro que no quería hacerlo, de verdad, no sé qué me pasó.

- Calma, entiendo, estas vulnerable y más bien abrí heridas que necesitas sanar.

Finalmente me mira directo a los ojos, están triste nuevamente, a como estaban cuando platicábamos en el lago. Esboza una media sonrisa y luego vuelve a apartar la mirada. Su alma y sus sentimientos están casi desnudos ante mí y quisiera tener el valor para abalanzarme sobre él y repetir ese beso una y otra vez, quisiera tener el valor de aprovecharme de su tristeza, pero simplemente no soy así.

- Creo que deberíamos irnos, estoy un poco mareado - me dice, cortante.

Asiento con la cabeza. Nunca pensé que mi primer beso fuera un momento tan deprimente.

Salimos hasta la calle y tomamos un taxi directo al hotel. Nos montamos en el ascensor y cuando llegamos al pasillo solamente me dice ''Buenas noches". Llego a mi casa y me tiro sobre el sofá con mis pensamientos hechos un lio pero aun así tengo una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro. No puedo dejar de repetir mentalmente ese beso. Me besó, me besó, me besó, me besó, me lo repito una y mil veces y aun no me lo creo. De repente escucho pisadas alrededor de mí. Seguramente es Katherine.

- Donde estabas Tyler?, llevo llamándote toda noche. - me dice, preocupada.

- Lo siento, estaba con Liam.

- Uauu, con Liam, a media noche, sospechoso ¿No?

Miro el reloj, no puede ser, ni si quiera me había dado cuenta de que era ya media noche.

- Y donde fuiste con el?

- A caminar y por ultimo fuimos a una disco en Harlem River Drive en la 128va.

- No pasó nada?

Me quedo en silencio. Amo a Katherine, pero no es precisamente el tipo de persona que sabe guardar secretos o disimular, sé que si le cuento jamás me dejará en paz y hará un escándalo del tamaño de Manhattan pidiéndome detalle tras detalle, pero me ha ayudado tanto y no puedo ocultárselo.

- Si te lo digo, prometes no decirle a nadie?

- ¿A quién se supone que le diría?, Habla ya.

- Katherine, promételo! - exclamo.

- Ay, está bien, lo prometo. - Voltea los ojos y luego los sitúa en los míos prestándole total atención.

Suspiro para agarrar valor.

- Caminamos en Central Park un rato. Me contó algunas cosas de su vida. Me dijo... me dijo que es gay.

A Katherine casi se le cae la mandíbula al piso mientras mira con ojos expectantes y ansiosos de más.

Continúo

- Me confesó que tuvo un novio que...le rompió el corazón y ha tenido muchos problemas desde entonces, con alcohol, drogas, emociones y eso. Lo lleve a la disco para distraerse. Estaba muy triste, ya sabes y entre la música algo lenta y todo el furor al rededor .....me besó.

Kat pega un grito al cielo y se levanta del sillón a caminar en círculos por toda la sala con las manos en el cabello.

- Tyler, te estás dando cuenta de lo que significa?. Tienes una oportunidad. - dice entusiasmada.

- No! No, no, no, no!. Kat, no voy a aprovecharme de Liam. No está bien. El no está bien y lo único que quisiera hacer ahora es ayudarlo.

- Porque no haces ambas al mismo tiempo?

La miro con mala cara. Entendió mi mensaje.

Nuevamente se queda a dormir en mi departamento. Duerme como un bebe mientras yo estoy dando vueltas y vueltas en mi suave y cómoda cama sin poder pegar un ojo. La imagen del beso se proyecta como una película en mi mente. Diossss, fue tan genial. Su labios tan suaves, parecían almohadas acomodándose a mi boca, son tan cautivantes y domadores, llevando el ritmo, la intensidad, metiéndose en mi boca y manejándola por completo, me encanta.

Me despierto por la mañana y hago mi respectivo café mañanero para levantar las energías, me baño, me visto y tomo mi cámara para salir a capturar fotos de la ciudad para desestresarme, pero antes de salir, valientemente decido tocar la puerta de Liam mientras mis piernas flaquean de los nervios y mis pensamientos me borbandean con ideas negativas . Quiero asegurarme de que está bien y de que no tuvo alguna otra recaída por mi culpa. La señora Rose de la limpieza abre la puerta y me dice que Liam no está y que le dejo una nota diciendo que volvería hasta la tarde. Me parece extraño pues es sábado y no tiene que ir a trabajar pero me resigno y salgo a caminar por las calles tomando fotografías de los grandes rascacielos, del ajetreo matutino y de la mera esencia agetriada de Nueva York.

Regreso al edificio a eso del mediodía y paro a comer en la cafetería. Estando ahí me encuentro con Liam y Liz comiendo en una mesa al fondo. Están platicando a gusto hasta que Liz se percata de mi presencia y ambos empiezan a actuar algo incómodos y no pasan ni 5 minutos cuando ya estan cruzando la puerta de salida sin siquiera saludarme. Comienzo a sentir una presión en el pecho, me ignoró, ambos me vieron y me ignoraron y no sé porque. Se supone que todo estaba bien y desde el beso, parece que ya nada es igual. Intento maldecir el momento en que me besó, ese momento que creó una estrecha brecha entre nosotros, pero simplemente no puedo, porque sigo pensando en eso una y otra vez.

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