Despierto y estoy recostado sobre su pecho mientras puedo ver el amanecer de la ciudad a través de los grandes ventanales de su habitación. No me he percatado de que está despierto y de repente siento sus dedos entre mi cabello acariciando mi cabeza con suavidad. Inocentemente me pongo a jugar con el vello de su pecho mientras observo por enésima vez sus coloridos tatuajes que tanto me gustan.
— ¿Por qué despertaste temprano? — le pregunto, con mi voz aun un poco adormecida.
— No puedo dormir. Hoy tenemos el evento y necesito hacer muchas cosas en la oficina. ¿Estás listo?
— Jamás he estado en uno de esos eventos. ¿Estás seguro de que quieres llevarme?
— ¿Por qué no lo haría? — frunce el ceño y se apoya sobre sus codos mirándome fijamente.
— Habrá muchas personas. No sé si deberían vernos juntos.
— ¿Por qué no?, somos amigos, además, ira Liz y puedes decirle a Katherine que nos acompañe. Tranquilo — me regala una sonrisa reconfortante.
Estoy listo, supongo. Ya pasaron dos semanas desde la sesión de fotos y el evento de la nueva edición de la revista Forbes es hoy, habrá periodistas, camarógrafos, empresarios e incluso una que otra celebridad. Me pongo a pensar en que iré con Liam a una fiesta tan importante, luego recuerdo las vacaciones en los cabos, su regalo del boleto de avión a Texas, cuando habló con uno de los directores de la academia de arte para aceptar mi pasantía, su Cadillac clásico que formalmente me regaló y sonrío al pensar en todo eso que ha hecho por mí, sin siquiera pedírselo, lo hace de corazón y eso me hace sentir querido, consentido pero ¿Amado?, creo que esa no es una palabra que exista en su vocabulario. Bien me ha dicho varias veces que desde Daniel, no ha vuelto a sentir ''Amor'' por nadie y la idea me entristece un poco, porque yo..... lo amo, si, lo amo y es la primera vez que acepto que amo a alguien y para mi mala suerte, amo a alguien que le tiene miedo al amor. Despertar con él, cuando me abraza, cuando me besa, la manera en que se aferra a mis labios y como sus manos trasgreden mi piel, todo eso es nada más que puro deseo y nada más.
Despierto de mi reflexión mental y noto como me mira con esos brillantes ojos verdes y una media sonrisa en el rostro.
— ¿Qué pasa? — le pregunto, al ver que no despega sus ojos de mi rostro.
— Nada, no pasa nada — sonríe apretando los labios.
Por una milésima de segundo estoy considerando preguntarle que siente por mí pero no quiero arruinar este día que es tan importante para él. Se levanta sigilosamente y apoyo mi cabeza en su almohada intentando volver a dormir, mientras él toma una ducha para llegar temprano a la oficina.
Para cuando despierto ya es medio día. Camino hacia la estancia y Katherine está viendo la televisión en el sofá.
— ¿Kat, que haces aquí?
— Liam dejó abierto y mire que estabas dormido. Me dijo del evento y necesito que me lleves de compras para ponerme algo bonito esta noche.
— ¿Y tu auto?
— Tengo la licencia suspendida. — se para con entusiasmo — vamos, vamos, báñate y comeremos algo en el camino — dice, aplaudiendo para apurarme.
Hago caso de las indicaciones de la señorita mandona y me doy una gloriosa pero breve ducha. Fresco y perfumado, subimos al auto, cortesía de Liam y partimos en seguida. Mientras conduzco siento la mirada penetrante de Kat sobre mí.
— ¿Qué ocurre, porque me miras así? — le pregunto.
— A ti te pasa algo — responde, arrugando los ojos.
— ¿Tan obvio soy?
— Baste, sí. — Ríe de forma burlona — ¿Qué te ocurre?
— Ya van casi 5 meses desde que llegue aquí y desde que inició todo con Liam y aun no sé qué siente por mí y no quiero preguntarle para que no se sienta presionado.
— ¿Bromeas?, es obvio que Liam está loco por ti. — dice, con obviedad.
— ¿Tú crees?
— Tyler, por muy adinerado que sea, nadie le regala su auto favorito a otra persona, le compra boletos de avión, lo lleva a los cabos en un jet privado y le asegura un lugar en una prestigiosa escuela a no ser que este loco por ti.
— ¿Crees que debería preguntárselo?
— Hazlo, no tienes nada que perder, pero.... Se sutil, los hombres odian el compromiso.
— Pero yo soy hombre y no odio el compromiso.
— Tú, mi querido amigo, formas parte de ese 1.0% que son la excepción ante el subdesarrollado y neandertal miedo al compromiso de los hombres — me dice, y se recuesta sobre mi hombro para animarme.
Después de horas y horas de interminable sufrimiento de compras y un largo paseo por la ciudad, por fin estamos de vuelta en casa y corro para cambiarme pues el evento es a las 7:00 pm y ya son las 6:15 pm. Toco a la puerta de Liam y cuando me abre está parado frente a mí, una chaqueta de cuero negra, su cabello perfectamente peinado, unos Jeans y unas botas negras.
— Por fin apareces, es tarde y Liz no tarda en venir a traernos. — me dice.
— ¿Iras vestido así tan casual?
— Si, que hay de malo?
— Es el lanzamiento de una importante revista.
Se acerca y pone sus manos en mis hombros.
— Tyler, ante todo, es una fiesta, relájate.
Ahora me siento ridículo con mi este esmoquin tan incómodo que me aprieta en la entrepierna.
Liz aparece de la nada luciendo despampanante como siempre, con su cabello castaño suelto que se mueve con un increíble flow y envuelta en lentejuelas. Me mira extrañada por mi innecesaria elegancia.
— Tyler, es una fiesta, no son los Oscars.
Tras de mi sale Katherine luciendo igual de increíble. Todos luces espectaculares mientras yo visto como si fuera mesero de un restaurante elegante.
Con prisa, salimos al estacionamiento y nos subimos al Toyota Tundra negro de Liz y en cuestión de minutos finalmente estamos ahí. Bajamos y hay más de una docena de fotógrafos desde la calle a la entrada del salón donde está la fiesta. Los flashes son terriblemente segadores y me invade un nerviosismo que no puedo controlar. Estando adentro tomo una copa y saboreo del delicioso, amargo y corpulento sabor de un Chambertin Grand Cru que bebo con rapidez con la esperanza de sofocar mi ansiedad con alcohol. La música estruendosa me recuerda a la discoteca a la que lleve a Liam el día que me dio ese primer beso bajo el calor corporal de las personas a nuestro alrededor. Hay tantas personas importantes aquí cuyo trabajo ni siquiera conozco y mi interés parece ser casi nulo. Katherine se acerca a mí y me lleva a una esquina donde el ruido no es tan ensordecedor.
— ¿Le preguntaras a Liam lo que siente?
— No lo sé, tal vez esta no sea la ocasión.
— Si no lo haces ahora, no lo harás nunca, ten valor, no pasara nada malo.
— ¿Y qué pasa si no siente lo mismo que yo?
— Lo que pase después de eso lo decides tú, así que puedes quedarte sin preguntarle y dejar que las dudas y tu inseguridad te carcoman o puedes ponerte los pantalones, ir donde él y decirle lo que quieres que sepa.
Ahí está otra vez esa voz de mando que me dice lo que tengo que hacer y creo que esta vez le hare caso. Trago la saliva para agarrar valor e intento divisarlo entre la gente. Es ahora o nunca, o todo sale bien o todo sale mal, es la hora de la verdad.
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Encantado por tu mirada
RomanceTe Imaginas iniciar desde cero en una nueva ciudad?. Tyler viaja a la ciudad que nunca duerme para hacer realidad sus sueños, pero el curso de su vida cambia cuando conoce a Liam, un joven extrovertido, divertido pero con un gran pasado tras de el...