He llegado a mi apartamento, finalmente, después de una semana de soportar a mi sobreprotectora madre, abrazándome y besándome en los cachetes cada 5 segundos y aguantar a todos mis molestos tíos, primos y amigos de la familia diciendo cuanto he crecido y que ya soy ''todo un hombrecito''. Apenas pongo la llave sobre la cerradura, puedo oler una fragancia tremendamente familiar tras de mí, es el perfume, su perfume, me doy la vuelta y Liam me mira con nerviosismo y algo tímido. Es domingo y usualmente sale a distraerse con amigos por eso lleva ropa casual, unos jeans, camisa roja a cuadros y unos tenis. Sus increíbles ojos verdes están inseguros mientras me miran.
— Tyler, que bueno que regresaste.
— Si, emm, se supone que regresaría ayer pero había una horrible tormenta.
— Te extrañé.
Esas palabras acarician mi ego.
— Genial,....em...... también me hiciste algo de falta. — respondo, un poco frío.
— Ingresé a un grupo de rehabilitación, otra vez, voy 3 veces por semana, por si te interesaba saber.
Su esfuerzo y nerviosismo me conmueven. Se que su lucha es dura y que lo intenta. Ahora me siento un poco tonto.
— Me alegro, es lo que debes hacer.
Me doy la vuelta y abro la puerta pero antes de que pueda entrar, me toma del brazo deteniendo mi trayecto.
— Me preguntaba si te gustaría que cenáramos juntos en mi casa, puedo preparar algo rico para ambos.
— Emmm... no creo poder, veré películas con Katherine por la noche, ella no ha celebrado mi cumpleaños.
Su expresión se torna decepcionada y frunce ligeramente el ceño.
— Tyler, solo quiero pasar un momento contigo, hablar, dijiste que lo haríamos cuando regresaras.
— Y lo haremos, pero no hoy, tal vez mañana.
— Sigues molesto?
— Si, sigo molesto — espeto bruscamente. — Sigo molesto porque solamente te pedí 1 día, ese día, quería poder llegar al hotel de tu mano, tontear, platicar, reír, quería quedarme en la habitación contigo sin embargo fuimos a esa fiesta ¿y todo para qué?, para encontrarte drogado junto a Daniel.
— Y te pedí disculpas, sé que fui un idiota por dejarme llevar por Daniel y también sé que me falto la fuerza de voluntad suficiente para decirle que no pero tú no sabes como es.
— ¿Cómo es que?
— Como es sentir esas ansias de querer probarlo y luchar contra ello, sentir que te mueres, te dan ataques de ansiedad de solo pensarlo. No sabes cómo es eso y jamás lo sentirás porque jamás tendrás ese problema. — exclama con enojo — yo también debería estar enojado, enojado contigo porque dijiste que me apoyarías, que estarías para mí cuando lo necesitara pero lo primero que hiciste fue largarte y dejarme de hablar.
De repente me duele el pecho, y siento como kilos y kilos de culpa se posan sobre él. Estoy enojado con él y ahora conmigo mismo, porque sé que todo lo que está diciéndome es cierto, se supone que estaría ahí para el pero no lo estuve. Mi garganta se cierra y comienzo a lagrimear sin darme cuenta. Ni siquiera a terminado de hablar cuando entro rápidamente y tiro la puerta. Me apoyo sobre ella como por 2 minutos Me apoyo sobre ella como por 2 minutos y luego escucho su voz baja pegada por el otro lado de la puerta.
— Háblame cuando estés listo.
Contengo mis ganas de llorar y me limpio los ojos pasándome el brazo y secándome con la chamarra que llevo puesta. Odio ser tan sensible. Camino y siento el olor a tostadas con mantequilla. Kat aparece de pronto muy emocionada y me abraza muy fuertemente.
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Encantado por tu mirada
RomanceTe Imaginas iniciar desde cero en una nueva ciudad?. Tyler viaja a la ciudad que nunca duerme para hacer realidad sus sueños, pero el curso de su vida cambia cuando conoce a Liam, un joven extrovertido, divertido pero con un gran pasado tras de el...