Llego a mi apartamento y los pies me están matando. Estoy cansado e incluso me siento mareado. Katherine se acerca desde la cocina con mera emoción y entusiasmó de enterarse acerca de mi desafortunada salida con Liam.
— Hey! ¿Qué tal tu día con Liam?, ¿Por qué regresaste temprano?
Inmediatamente ella nota mi expresión, triste y mis ojos rojos e irritados, callado y casi casi perdido en mis pensamientos. No dice nada, se acerca lentamente y me da un abrazo. Esto es lo que necesito, un cálido abrazo de mi mejor amiga, me soba la espalda suavemente y mete su dedos entre mi cabello, acariciándome. No puedo contenerme y me suelto a llorar sobre su hombro con ímpetu y la abrazo con fuerza. Nos quedamos así como 5 minutos. Luego me toma de la mano y me lleva hasta le sofá. Me limpia las lágrimas con los dedos y se recuesta a mi hombro, poniendo la mirada de mí.
— ¿Vas a decirme que pasó? — dice Kat.
— Pelee con Liam. Creo que ha sido la pelea más fuerte que hemos tenido hasta ahora.
— ¿Por qué?
— Muchas cosas — Suspiro fuertemente mientras le cuento entre gimoteos — Bueno.... Le dije que sentía que no lo merecía. Se enojó y trató de convencerme de que no era cierto pero yo lo seguía creyendo. Luego la conversación se tornó a Daniel. Le reclamé que todavía fueran amigos y él dijo que lo había perdonado, cosa que aun no entiendo como es capaz de hacerlo después de todo lo que le hizo.
— De verdad lo lamento, Tyler.
— Yo igual. Lo lamento por mí, porque no sé si las cosas serán igual desde ahora en adelante ahora que ya se dijo todo lo que se tenía que decir.
— ¿Te trajo en su auto?
— No. Preferí caminar, no tenía ánimos de ver su rostro.
— ¿Y ahora?
— Ahora solamente quiero pasar todo el día en mi habitación y dormir.
— Te preparé un té relajante y te daré unas galletas. — Se levanta y va directo a la cocina.
Salgo del sofá y voy directo hacia mi cama donde me espero algunos minutos para beberme él te relajante de Kat y una caja entera de galleta para luego escabullirme entre las sabanas y dormir todo el santo día.
No cuento las horas y al despertar puedo ver la hermosa y brillante luna por los ventanales de vidrio. Lo primero que hago es tomar el celular para ver si hay algún mensaje de Liam, pero no hay nada, ni una llamada, ni un mensaje. No puedo evitar sentir que la he regado toda, la discusión fue de ambos pero yo empecé, yo y mis malditas inseguridades. Salgo de la habitación y Kat no está. Salgo al pasillo porque tengo un impulso de tocar la puerta de su apartamento, pero ¿Debo hacerlo?, no quiero invadir su espacio para pensar, pues estoy seguro de que el estará reflexionando de todo lo que pasamos hoy a como lo hice yo. No escucho nada desde este lado de la puerta. Repentinamente aparece Liz, quien esta vestida a la moda como siempre, con un gran vestido negro que llega hasta el piso y cubierta en joyas.
— Tyler, que bueno verte, ¿Cómo va todo? — me dice, amistosamente.
¿Cómo va todo?, ¿Qué Liam no se lo habrá contado?
— Bien, gracias. Oye, ¿Has hablado con Liam?
— Si, ayer por la noche.
— ¿Y hoy?
— No. Lo llamó en la mañana pero no respondió, recordé que estaría contigo. Lo vengo a recoger porque iremos a una reunión con algunos amigos.
Me dispongo a tocar la puerta, cuando Liz saca la llave del apartamento y entra deliberadamente a como siempre lo hace. Entramos y la escena me pone los pelos de punta. La sala de estar está hecha un desastre, parece que hubo un tornado por aquí. Me percato de que Liam esta tirado en el sofá, está sin camiseta y solamente lleva unos Jeans negros. Se me acelera el corazón de puros nervios, está sudando frio y veo como sus cuerpo tiembla ligeramente. Cuando me acerco un poco más, veo delgadas líneas de un polvo blanco regadas en la mesa e inmediatamente pienso lo peor, siento que todos los momentos que pase a su lado pasan frente a mis ojos y me quedo casi paralizado con cara de espanto. Liz pega un grito del susto y se sienta junto a Liam, quien está prácticamente inconsciente y le da algunas palmadas en la cara para que despierte. Tengo ganas de llorar, mis ojos están repletos de lágrimas esperando por explotar y siento una terrible presión en el pecho que no me deja respirar. Por favor no!, no puedo ni ver esto, no puedo dejarlo ir, lo amo, no quiero que le pase nada malo, jamás he sido religioso pero en este momento le ruego a cualquier santo o ser superior en la tierra, que me ayude y que no deje que nada malo le pase a Liam, porque no me lo perdonaría, no sé lo que haría, no sabría a quién saludar en las mañanas, a quien molestar con mis inseguridades, a quien besar cuando vaya a la cama en las noches y la mano de quien tomar cuando siento que la vida me cae encima, todo eso se perdería pasa siempre y no sé cómo podría sobrellevar una vida sin él, no ahora, no ahora que se ha vuelto parte de quien soy.
Liz está a punto de quebrar en llanto igual que yo, y llama a una ambulancia, que por suerte nos queda cerca el Lower Manhattan Hospital. Entre Liz, yo y un amable vecino que nos encontramos en el pasillo, lo bajamos por el ascensor hasta la recepción, donde afortunadamente los paramédicos estaban llegando. Lo montaron a la camilla inmediatamente, mientras las personas alrededor de nosotros nos miran asustadas y curiosas de lo que estaba pasando. Camino detrás de Liz hacia la salida y siento que los nervios me consumen y ahora a mí me tiembla todo el cuerpo, me siento mareado y nauseabundo, mis ojos se cierran involuntariamente y trato de mantenerlos abiertos pero no puedo, mis piernas se vuelven como gelatina y finalmente me colapso en el piso y no tengo noción de nada.
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Encantado por tu mirada
Roman d'amourTe Imaginas iniciar desde cero en una nueva ciudad?. Tyler viaja a la ciudad que nunca duerme para hacer realidad sus sueños, pero el curso de su vida cambia cuando conoce a Liam, un joven extrovertido, divertido pero con un gran pasado tras de el...