A veces (casi siempre) cuando los recuerdos de una milésima parte de mi felicidad se apoderan de mí cordura, suelo recostarme en el suelo frío y tapó mis oídos con las manos mientras susurro la canción que luna cantaba para mí.
¿Nunca se han sentido tan insignificantes que la soledad los desaparece a los ojos de ustedes mismos? Cuando algo, por más mínimo que sea los llega a derrumbar, desde algún comentario absurdo hasta cosas tan simples como caminar por la calle y ver una chica bonita pasar.
Con luna siempre fue ese sentimiento, quizá fueron celos, temor, posesividad de la cual nunca había sido consciente tenía dentro de mí, inseguridad... quería esconderla del mundo, guardarla en una cajita de cristal con una taza de café, pastelillos y rosas.
Muchas veces el sueño se desvanecía ante una cruel pregunta, tan masoquista que me sorprendía viniera de mi misma "¿Sería lo mejor alejarme de ella?" dar por terminado lo más precioso que pudo impactar en el oscuro universo que era mi auto-desprecio antes de ella, mi luna.
« ¿Podía ser verdad qué...el amor era la mayor muestra de humanidad? »
En ocasiones así no podía hacer más que reír de lo ridículo que sonaba aquello, entregarle mi pequeño gran trozo de paraíso terrenal a algún imbécil hereje. Era de las cosas más estúpidas que pasaban por mí cabeza, aunque mientras las risas brotaban de mi boca mis ojos no dejaban de lagrimear ante la idea de perderla.
Fue un inocente pensamiento que terminó por convertirme en la misma miserable mierdecilla insegura que fui hace cinco años. Hace cinco largos y lejanos años que parecían ahora escupir sobre lo que tanto trabajé en cambiar. Mi cabeza se llenaba de punzantes ideas ajenas a mi felicidad que no hacían más que hundirme lentamente en un abismo donde jure no volver a caer.
Pero ahí estaba, de nuevo, dejándome llevar por el miedo, la tristeza y el pánico. Me cegaba, era una tela negra cubriendo mi razón, mis sentimientos, me dejaba ver todo tan oscuro que no tenía otra opción más que intentar aferrarme desesperadamente a algo. A alguien.
« Y quizás mi egoísmo debió alejarme.
Tú felicidad, por una última parte de mí. »
Luna, si alguna vez llegas a volver, o siquiera pudieses leerme un segundo, quiero que sepas que desde ese día lloré ante la idea de perderte, que ahora, cada día suspiro el anhelo de volver a verte, que cada segundo de mi ahora existencia es por ti.
Y que si tuviera la oportunidad de elegir una vez más, te habría hecho el amor esa noche.
Y que me aborrezco porque el egoísmo me ha condenado a vivir sin ti.
« Y si alguno de ustedes la ve.
Dígale que no lamento amarla tanto. »
−Celeste
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Entre cuentos y estrellas
General FictionDonde las inseguridades se vuelven versos. Los celos son ciencia ficción. Y el amor sin poesía es un grito a la agonía. « Pensamientos tontos y sin sentido de una niña de la luna para el chico de las estrellas. »