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11. si no te atiendo el teléfono, seguro que no quiero hablar con vos.

Apoyé mí cara sobre mí mano y miré como el profesor de biología vagamente guardaba las cosas en su mochila para irse del aula.

Sentí una presencia al lado mío pero ni siquiera giré la cabeza, estaba cansada, no había dormido nada porque me la había pasado mirando películas y “estudiando” con Mateo toda la noche.

—Me dolió ese visto que me dejaste Lola—solamenté giré los ojos en dirección a la persona que me estaba hablando, la cual tenía una voz bastante grave. Este estaba haciendo un mini puchero y juro que si no estuviera tan dormida y tan colgada con Mateo, me lo chapaba ahí mismo—¿Tan feo soy che?

Esta vez sí giré mí cabeza por completo para poder contemplarlo mejor, era bastante lindo; morocho con ojos marrones tirando más para verdes, una nariz hermosa y unos labios bastante grandes y carnosos.

Negué regalándole una sonrisa sin mostrar los dientes, que lo hizo sonreír mostrándome su perfecta hilera de dientes, los cuales estaban blanquísimos. El morocho repitió mí acción y apoyó su cara sobre su mano mientras hacía boca de pato, inevitablemente dirigí mí vista a sus labios y permanecí con la vista un rato ahí provocando su risa.

—Vos sos hermosa, amo tus ojos—habló después de un rato, y lo volví a mirar para soltar una carcajada que lo contagió a el también—Bueno perdón, soy un asco para chamuyar.

Reí todavía más al ver como admitía que era mal chamuyero o más bien pedorro por los palos que me tiraba.

—Dale, dámelo antes de que me arrepienta—pedí mostrándole mí mano, este sonrió ensanchadamente y metió la mano en su bolsillo para sacar su celular. Anote mí celular y después lo releí para ver si era correcto—Tomá.

—Dale, después te hablo—avisó levantándose de al lado de mío para irse, asentí con una sonrisa.

Ni bien salió por la puerta, otra presencia se sentó al lado mío y sonreí ampliamente al darme cuenta de quién era, apesar de que no lo había mirado, me fijé por el rabillo del ojo, Mateo.

—No me gusta para vos—anunció este cruzándose de brazos y mirándome con el ceño fruncido, parecía un nene chiquito.

—Qué pena porque estoy pensando en cogermelo—acoté e intente mantenerme lo más seria que pude porque quería ver la reacción de Mateo al soltar aquellas palabras por mí boca. Sin embargo, me levanté de la silla para dejarlo con las palabras en la boca, aún así lo había visto de reojo y los ojos se le salían de las órbitas al escuchar aquello. Su mano tocó mí brazo y me giró, encontré a un Mateo con el ceño bastante fruncido en símbolo de confusión—¿Qué?

—¿Como dices que dijiste?—soltó el morocho, y me mordí el labio para no reírme por lo que había dicho además de cómo lo dijo—¿Como vas a coger con el Lola? Ni si quiera lo conocés, prefiero que cojas conmigo que por lo menos me conoces y hay confianza que con ese salame solo porque “esta bueno”

Trague en seco al escuchar lo último que había dicho e intente no ponerme colorada pero fue inevitable.

¿A este pibe no le daba vergüenza hacer ese tipo de comentarios?

Simplemente empecé a caminar para ir hasta el baño sin darle explicaciones al morocho, dejándolo medio atontado por mí reacción. Pero tenía razón, mí mamá me decía lo mismo; “preferible que tú primera vez lo hagas con alguien de confianza y que te trate bien, obviamente que sea tu novio Lola, no con cualquiera porque es algo que no te vas a olvidar nunca”

—Epa, ¿venimos distraidas?—acotó una voz grave, levanté la vista y sonreí al encontrarme con el morocho.

—¿Vos no me estarás siguiendo no?—cuestioné elevando una ceja, este se rió un poco y negó para después pasar la mano por encima de mí pelo para revolverlo un poco.

—No sé, puede ser—contestó haciéndose el boludo y causando mí risa y negué.

—Andaa feo.

Después de salir al baño, me dirigí al patio ya que todos los compañeros de mí clase se encontraban ahí, por lo que deduje que había faltado la profesora de química. Saqué el celular del bolsillo de mí campera y lo prendí para ir al chat de Olivia y escribirle un par de mensajes.

Lola💋: acompañame a la cafetería, tengo que contarte un par de cosas.
Lola💋: deja de hacerte la dura y entra en mí chat que se que tenés el celular en la mano, encima te estoy viendo, dale.

—Mas vale que sea importante—me avisó mí amiga tocándome el hombro, asentí y la agarré de la mano para guiarla hasta la cafetería.

Una vez nos sentamos y pedimos un par de cafés, miré a Olivia, quién me miraba con el ceño fruncido y con los brazos cruzados esperando alguna aportación por mí parte.

—Mateo me dijo indirectamente que quería coger conmigo y Matías me pidió el número—solté rápidamente y miré como la camarera dejaba los dos cafés, la miré y le agradecí con una sonrisa.

—¿Sos joda Lola?—preguntó con los ojos abiertos de par en par, negué—Dios, te envidio loca, todo bien haces vos.

—No hables pavadas querés—respondí y agarre mí celular ya que había sonado indicándome que me había llegado una nueva notificación.

Mateochu💛:  donde te metiste con Olivia? Yo también quiero estar con vos che.
Mateucho💛 (audio) : Lolaaaaa te extraño donde chota estaas

—¿Ese es Mateo?—interrogó mí acompañante alzando una ceja, asentí con una sonrisa—Decile que venga que tengo que hablar con el, urgente.

Asentí y le mandé como respuesta lo que me había dicho Olivia y le comenté que estaba en la cafetería tomando café con mí amiga.

Justo cuando iba a bloquear el celular, me llegaron dos mensajes de un número que no tenía agendado;

+54 387 135 026: (imagen)
+54 387 135 026: que linda que sos concentradita eh jajaja.

Apreté la foto de perfil para confirmar quién era y cuando vi que era Matías, sonreí y me di la vuelta para encontrarmelo en el umbral de la puerta sonriendo y después de eso me guiñó un ojo y se fue.





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QUE CAPÍTULO DE MIERDA, TAN GARCHA IBA A SER??!!!1!

sepan que estoy haciendo una novela de Daniel, se llama cure y exijo que vayan a darle amor💋

unidos ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora