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13. baila tanto que no puedo creer, como esa beba lo puede mover.

Después de haber estado dos horas hablando con Mateo o más bien estar a los abrazos y consolándome, entramos a Lux para pasarnoslo bien o más bien intentarlo.

Ni bien entramos la música me aturdió, estaba bastante alta y estaban dando algún tipo de música que no reconocí muy bien el género. Sentí la mano del morocho entrelazarse con la mía y luego me dio un vistazo para ver si estaba bien, le sonreí a modo de respuesta cosa que lo relajo bastante.

Luego de estar un par de minutos caminando, Mateo prácticamente me llevo al arrastre y ahí me di cuenta que había encontrado a sus amigos.

—Llegué perros—anunció mí acompañante casi gritando ya que casi ni se escuchaba por la música.

Todos los presentes levantaron las manos en modo de festejo y Mateo se acercó para recibir el fernet que le estaba extendiendo Valentín y para saludar a otros de los chicos que estaban allí, aprovechando la cercanía de todos estos, yo también me acerque para saludar a cada uno con un beso en el cachete.

—Que linda que estás Lo—susurró en mí oído Damián mientras me agarraba de la mano para que no fuera.

Me separé un poco de el para mirarlo y le regalé una sonreía para después modular un: “vos también”. La mano de Valentín apareció en mí campo de visión con un fernet, lo agarré y le agradecí con una sonrisa.

Me di la vuelta para centrar la vista en la pista del boliche donde estaba Mateo bailando al ritmo de “hijo de la noche” en versión cumbia, estaba junto con Daniel, quién se reía y seguía los pasos del morocho, al igual que Manuel solo que este se reía y se notaba desde lejos que no bailaba porque le daba vergüenza.

—Ojo que se te cae la baba—anunció Valentín a mí lado divertido, lo miré y me reí por su comentario—¿Vamos a bailar? Dale, una cumbia no más.

—Bueno, dale.

La mano de ojiazul se entrelazo con la mía y me llevo hasta la pista para empezar a bailar. De un momento para el otro estaba riendo a carcajadas por los movimientos de Valentín, este estaba casi al ras del piso junto con Daniel y en una de esas le apretó el orto divertido.

El verdadero quién pudiera.

Después de un rato, decidí ir al baño para arreglarme un poco y para hacer mis necesidades, luego de unos diez minutos, volví a la pista buscando a los chicos y me asusté cuando alguien me abrazo por los hombros y giré un poco la cabeza para encontrarme con Mateo.

—¿Estás mejor beba?—preguntó arrastrando las palabras, ya había tomado demasiado pero aún podía mantenerse en pie y era consciente de lo que hacía o eso parecía—Vení, vamos a bailar.

No me dejó ni responder ya que me arrastro hasta una parte de la pista y empezamos a bailar al ritmo de la música que estaba puesta, tenía las manos de Mateo en mí cintura y de vez en cuando afianzaba su agarre. La canción empezó a sonar más rápido y no dude en mover mis caderas a ese ritmo consiguiendo que Mateo me apretara más contra el a tal punto que sentí como su bulto crecía en todo mí orto.

—¿Desde cuando te moves vos así?—murmuró mientras ponía mi pelo para un costado, giré la cara para mirarlo y sonreírle ensanchadamente. Este plantó un beso en mí cachete y se acercó a mí oido—Porque me estás volviendo loco Lola.

Incoscientemente me puse colorada y agradecí internamente el hecho de que estaba de espaldas y que era de noche para que el no me viera así porque aunque no estuviera en sus mejores condiciones era capaz de descansarme. Las manos del morocho se movieron en mí cintura para poder darme la vuelta y que quedáramos frente a frente, llevo mis manos a su cuello y mantuvo sus manos en mí cintura.

—Estas y sos hermosa—habló volviéndose a acercar a mí y luego de eso volvió a depositar un beso en su cachete—El idiota de Matías no sabe el tremendo bombón que se pierde.

—No digas pavadas—comenté mordiendome el labio, este soltó una carcajada y vi como se le achinaban los ojos, cosa que me pareció súper tierna y tenía muchas ganas de llenarlo a besos porque si ya era lindo riéndose sobrio imagínense en pedo.

Las manos del morocho se dirigieron a mí cara acunandola para volver sonreirme mientras me acercarba a su cara y me llenaba de besos, ebrio era más cargoso de lo normal.

—Sos re linda Lola—dijo pausadamente mientras me seguía dando besos en la cara causando mí risa. Me daba miedo el hecho de que se le fuera de las manos y me terminará chapando porque sabía que después iba a terminar mal—Posta te digo, sos hermosa.

—Bueno, dale. Vení que vamos al baño para...

—¿Coger?—preguntó mirándome con los ojos entreabiertos pero con una sonrisa de oreja a oreja.

De solo pensar en una situación comprometedora con él, me ponía colorada y daba gracias por segunda vez que era de noche y el morocho no me podía ver así.

—No bobo, para lavarte la cara y la nuca así se te baja el pedo, dale—informé y lo agarré de la mano para llevarlo prácticamente al arrastre.

Cuando llegue al baño sin importarme que fuera de hombres, me metí y senté a Mateo en uno de los inodoros para después empezar a mojarle la cara y el cuello. En una de esas el morocho aprovecho mí cercanía para acunar mí cara con sus manos y esperé lo que iba a soltar por su boca.

—Beba, ¿podemos dormir juntos hoy? Porfa—pidió haciendo un mini puchero que me dio ganas de besar y que me hizo morir de amor.




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hola si, quiero que vayan a leer el 2 cap de cohibido y llenen de comentarios al igual que acá y les juro que les hago un maratón, gracias ahre

Espero que les esté gustando y no me digan que no son re lindos ellos dossss aaaaaaa

aaaa y estoy haciendo otra novela de Mateo así que vayan a dale amorcito💗❤️

aaaa y estoy haciendo otra novela de Mateo así que vayan a dale amorcito💗❤️

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unidos ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora