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51. creo que me enamoré, C.R.O
pasá el revólver.

Mateo

Miré de lejos a Lola como se secaba el pelo con la toalla, que sinceramente no sabía de dónde la habíamos sacado. Finalmente la había convencido para meternos en el agua, obviamente estuve alrededor de media hora y ni bien nos metemos en el agua, la castaña pegó un saltito para enredar sus piernas alrededor de mí cintura, evitando tocar el piso, ya que si algo pasaba por allí y la tocaba se iba a poner a gritar como alta loca.

Me quede mirándola mientras se acomodaba el pelo para el costado y como me extendía la toalla para que me terminara de secar.

La agarré mientras seguía con mis ojos puestos en ella.

¿Cómo no me había dado cuenta antes de la chica que tenía al lado mío?

Realmente Lola era de oro, y le daba mil vueltas a todas las chicas con las que había estado, pero lo que más me sorprendía de la situación era que apesar de yo haberla lastimado y confundido tanto, ella seguía acá conmigo, sin importar todas las cagadas que me había mandando, sin importar que la utilizaran para dañarme a mí, sin importar que la cagaran a palos por mí culpa...

Ella seguía acá conmigo, y eso era lo que importaba.

—¿En qué pensás tanto que estás re ido?—preguntó la misma sacándome de mí trance, sacudí un poco la cabeza y la mire directamente a los ojos, le regalé una sonrisa de boca cerrada y negué un par de veces para restarle importancia.

—Esta todo bien.

Esta simplemente asintió y volvió a hacer lo que estaba haciendo, más bien a cambiarse y a juntar todas las cosas que estaban en la arena.

Lo cierto era que Lola en un tiempo atrás me había gustado, pero éramos tan pendejos que era como si no hubiera contado. Además de que era en esa etapa, en la que no querías tener novia, que darse un beso con alguna chica era lo más asqueroso del mundo, pero yo no lo veía así: tenía bien claro que ella me gustaba, pero la castaña iba tan en la suya que no le prestaba atención a los tipos de actos o contestaciones que tenía con ella. Cuando fui creciendo y dándome cuenta de cómo eran las cosas, me retracte un poco, no quería cagar la amistad que tenía con Lola, porque eso valía mucho más que todo mis sentimientos.

Y ahora estaba pasando relativamente lo mismo, pero esta vez sí me la había jugado, me costó, pero por fin le había plantado cara a la situación y por lo que ya tenía entendido Lola estaba conmigo porque ni bien solté que la consideraba como mí novia, se abalanzó sobre mí para llevarme la cara de besos, obviamente y como de costumbre se le empezaron a caer las lágrimas, pero esta vez de felicidad.

Verla llorar por mí y que por primera vez fuera de la alegría, hacia que el corazón me fuera a mil por hora y se me explotará de la ternura, por no contar que el estómago lo tenía dado vuelta a causa de muchas emociones.

—¿Vamos?—interrogo la ojiverde chasqueando los dedos delante de mí cara para que saliera de mi ensoñación.

Simplemente asentí y le regalé otra sonrisa provocando que ella se acercara a mi para darme un casto beso en los labios y acto seguido me agarrara de la mano para entrelazarla con la de ella.

Fuimos hasta la casa charlando de temas bastante triviales y de vez en cuando decía alguna que otra boludez para que ella se riera, y lo conseguía.

Su risa se había convertido en mí sonido favorito a partir de ahora.

—Matu, quiero dormir con vos—soltó apoyando su cabeza en mí pecho y cerrando los ojos.

Estaba muy cansada, en todo lo día no habíamos parado y la entendía, yo también estaba cansado. Sin embargo, a lo que más le preste atención fue a la forma en la que me llamo, nunca me había llamado así pero me encantaba.

Todo lo que venía de ella me encantaba.

La agarré de la mano para arrastrarla hasta mí pieza, obviamente con quejidos por su parte porque no quería ni caminar y quería que la llevara a upa o a cococho.

Ni bien llegamos a la pieza, está se tiró en la cama y yo de atrás, de un momento para el otro tenía a Lola arriba mío, abrazándome por el cuello y apoyando su cabeza al lado de la mia, instintivamente lleve mis manos hasta su cintura y las dejé ahí para hacerle caricias con la yema de mis dedos.

Segundos más tarde, Lola se levantó un poco para agarrar mí cara con sus manos y no se lo pensó dos veces, unió nuestros labios en un cálido, lindo y tierno beso, aunque eso no duro mucho porque cada vez se intensificaba más. La ojiverde mordió mí labio un poco para que pudiera dejar pasar su lengua, y así lo hice. Nuestras lenguas empezaron a formas una guerra entre sí, nuestra respiración cada vez era más acelerada y ya se empezaba a notar como la ropa empezaba a molestar.

—A-agarrá un forro...—dijo entrecortadamente, me estire un poco hacia la mesita de luz y saqué el preservativo de allí—Estoy nerviosa.

La miré y me acerque para darle un dulce beso en la frente y dejar de hacer lo que estaba haciendo y prestarle atención al cien por cien a mí novia.

—Amor, si querés no lo hacemos, vos tenés que estar prepa...

—Quiero.

Y me regalo una sonrisa provocando que yo me acerque a besarla de manera dulce.

—Si te duele me decís y paramos—avisé, ella asintió y me volví acercar para besarla mientras iba introduciendo mí miembro en su entrada—¿Estás bien? ¿Te duele?

—Estoy bien.

Sonrió y me agarró de los cachetes para besarme tiernamente.

—Sos hermosa—solté después de unos minutos y le llene la cara de besos—Te amo.

Ver la cara de Lola haciendo puchero y con los ojos llorosos me preocupó, pero al ver que empezó a sonreír y a besarme otra vez, me tranquilice.

—Yo también te amo.

Y no me bastó más para saber que ella era la chica con la que realmente quería estar, que estaba enamorado perdidamente de Lola.





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Que porno de mierda LOCO.

Bueno sepan que uno más y chau chau unidos💔😭

unidos ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora