46. le faltan las ideas y le sobran argumentos.
Me reí al leer la contestación de un pibe con el que venía hablando hacia un par de días, según el me había visto en una joda, a la cual me había llevado Valentín y le había parecido linda y simpática por la forma en la que me relacionaba con los demás, una cosa un tanto extraña, pero de todas maneras no me eché para atrás en conocerlo, además de que cada vez que hablaba con el, me sacaba alguna que otra sonrisa y me hacía olvidarme de cómo lo estaba pasando últimamente.
Era domingo al medio día y no tenía pensado hacer nada, como venía haciendo desde que terminé el colegio el viernes, además de que podía seguir de bajón perfectamente porque mí mamá se había ido con mí hermana a una quinta, ya que Julia tenía un doble cumpleaños de compañeros del colegio.
Apagué el fogón y saqué la pava para llevarla a la mesa y vertir el agua en el mate, el cual tenía café. Valentín me había acostumbrado a tomar mate con café y lo amaba, obviamente acompañado de masitas. Agarré mí celular cuando sonó dándome a entender que tenía una notificación de Nicolás —el chico con el que estaba hablando— y como si hubieran sido una sincronía también sonó el timbre de mí casa. Me apoye el celular entre el hombro y cuello para ir hasta la puerta mientras escuchaba el audio de rubio, abrí la puerta dándome como campo de visión al morocho.
Lo quedé mirando por un par de segundos y cuando terminó el audio, me saqué el celular de donde estaba para apretar la grabadora y deslizarla hacia arriba.
—Te habló después, estoy ocupada—grabé y lo envíe para después guardarme el celular en el bolsillo del pantalón, luego levanté la vista para conectarla con el rapero y alce una ceja—¿Que querés?
Este llevo su mano al piercing de su nariz para empezar a jugar con el, últimamente se había vuelto una manía que solo hacia cuando estaba nervioso y no sabía que decir. Bajé los ojos hasta sus manos donde en una de ellas, traía una bolsa y al ser transparente me dejaba ver que tenía comida entre ellas; chisitos, gomitas, chocolatinas y tarrinas de helado.
Chamuyero.
Volví a centrarme en su carita y se le podían notar las ojeras y como su pelo estaba despeinado, pero lo que más me llamo la atención era que sus ojitos no brillaban como siempre, y es que al igual que los míos habían dejado de brillar hace mucho tiempo y el lo sabía más que nadie.
—¿Puedo pasar?—se animó a decir después de unos minutos en los que lo escaneé poniendolo más nervioso todavía.
Me hice a un lado sin emitir ninguna palabra y el con mucha vergüenza paso como si fuera la primera vez que entrara a mí casa. Empezó a mirar todo atentamente, cada unos de los cuadros que estaban colgados y después de echarle un ojo a la casa, se giró para mirarme encontrándome con los brazos cruzados, esperando alguna aportación por su parte.
—Traje esto—anunció mientras extendía la bolsa, lo miré por unos segundos y agarre la bolsa para empezar a sacar las cosas y fui hasta la cocina para agarrar dos cucharas para el helado y se la extendí—Gracias.
Luego de eso nos acercamos hasta la mesa para sentarnos mientras comíamos helado, así estuvimos un rato hasta que carraspeé mí garganta y lo miré para que por lo menos de dignará a soltar algo.
—Yo eh... perdón.
Fue lo único que se animó a decir, me relamí los labios dándole a entender que me estaba conteniendo para no darle un bife y putearlo como nunca, porque me había lastimado, nuevamente y está vez había sido la peor de todas.
—Un perdón no justifica que hayas estado casi un mes sin hablarme, supongo que tendrás tus motivos así que quiero escucharlos—aporté dejando a un lado la cuchara para mirarlo fijamente y apoyar la cara sobre mí mano—Las cosas se solucionan hablando, no dejándose de hablar para que lo tengas claro. Y sabes que si hubiera sido otra piba no hubiera dejado que me boludees así y tanto como lo hiciste y lo seguís haciendo.
Mí voz había salido completamente fría, y sin ningún tipo de sentimiento hacia el, aunque todos sabíamos que era mentira, estaba completamente hasta las manos con el pero no podía permitirme que por comprar un par de cosas y hacerme puchero lo perdonará, la otra Lola si lo perdonaría, pero estas semanas apesar del sufrimiento había empezado a meditar y a cambiar ciertos aspectos que no me gustaban, para más que nada reforzarlos.
—Es complicado Lola...
—Tengo todo el tiempo del mundo, así que empezá—lo interrumpí y el alzó la vista para mirarme.
Su mirada estaba más triste que nunca, se le notaba a kilómetros de distancia pero era por como lo estaba tratando, no era tonta y me daba cuenta que le dolía que lo tratará de forma indiferente, como si fuera una persona cualquiera, como si fuera un desconocido para mí.
Se me quedó mirando por un par de segundos y luego se pasó una mano por el pelo mientras soltaba todo el aire que tenía en sus pulmones, estaba frustrado y quería suponer por todo el mambo que tenía encima, lo que el no sabía es que yo no iba a dar el brazo a torcer como de costumbre, quería que me dejara las cosas claras de una vez por todas, en si se terminaba todo acá o empezaba otra etapa, con el de amigo o de otra manera.
Me crucé de brazos y lo miré fijamente, este estaba con la cabeza gacha y luego de unos segundos se animó a mirarme con sus de manera penetrante pero de forma insegura, acto seguido se mordió el labio con frustración y soltó;
—Me gustas Lola.
• • •
ya sé que me quieren cagar a piñas, pero es que estuve bastante ocupada (trabajando y saliendo de gira) igual perdón por tanta tardanza, espero que les guste 💛💛💛💛
Y vayan a darle bola a la novela de valen y replik!!!1!1!
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unidos ; trueno
Fanfiction❝ creo que estoy confundido, pero cada vez que estoy con ella siento como si fuéramos uno, como si estuviéramos unidos ❞