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lola.mancci tu y yo como que tenemos química🤪.
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olivia.bacco que sepas que te voy a robar esa campera.
agusgcco-ge-me😍😍😍
wos.ds3 porque te tapas con la carita linda que tenés? lola.mancci querido Valentín Oliva, quiero que sepas que en otra vida fuiste el amor de mí vida💘.
matiastbestás hermosa.
nalagcno me voy a cansar de decirte que quiero que seas mí hermana, sos una bombona lo💜💗. lola.mancci hola, quiero que seas mí hermana mayor ya😭!
trueno que bebaza que soos😍.
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Intenté sacar el brazo con mucho cuidado de no despertar a Mateo, este se había dormido en mí pecho mientras le hacía caricias impidiéndome descansar de buena manera.
—Quedate—habló con voz de dormido, me giré para mirarlo y seguía con los ojitos cerrados apoyando la cabeza en la almohada:—Estas calentita y me gusta que me hagas mimos, dale, vení.
Palmeó un par de veces la cama con su mano y con una sonrisa me acerque para darle un beso en la punta de la nariz, apesar de que no me haya dejado dormir en toda la noche, me encantaba dormir con el. Este aprovechó mí cercanía para tironear de mí brazo y abalanzarse arriba mío, escondiendo su cara en mí cuello.
—Teo, tenemos que ir en un rato a ver a tu hermano, me quiero preparar y comer—informé mientras le hacía caricias, este salió de su escondite para mirarme con los ojos entrecerrados y apoyo delicadamente sus labios en mí mentón para empezar a dejar vagos besos en esa zona—Dale.
—Quedate un ratito más durmiendo conmigo, dale—pidió separando sus labios de mí cara para hacerme puchero, el al ver que negué, se mordió el labio y se acercó para dejar besos en toda mí cara de manera lenta, ya que todavía seguía medio dormido—No me hagas esto, dale.
—Bueno, dale.
Al recibir esa respuesta, este se separó de mí para mirarme y sonreír ampliamente provocando que se le achinarán los ojitos, y que me dieran unas ganas de morfarlo impresionante.
—Antes de que te acomodés de nuevo, ¿Puedo ir al baño?—cuestioné alzando una ceja, este asintió y se movió para que pudiera salir de allí.
Fui hasta el baño para hacer mis necesidades y sacarme las lagañas que adornaban mis ojos, además de que aproveche para lavarme los dientes. Cuando volví, Mateo seguía igual; estaba con una pierda doblada y con mil almohadas a su alrededor. Cabe destacar que estaba durmiendo en calzones y era algo a lo que ya estaba bastante acostumbrada.
Me acerque hasta la cama y me acomodé al lado de el, quién no tardó en ponerme un brazo encima para arrastrarme hasta su dirección.
—Oles a menta—murmuró pegandose a mí pecho mientras alzaba la vista para mirarme, asentí con una sonrisa provocando la suya—¿Te lavaste los dientes no?
—Y si, si vos no me querés dar chicle, mezquino—solté como si estuviera enojada, esto lo hizo reír y finalmente se reincorporó para mirarme fijamente.
—Yo no me quejé cuando te morfaste todas las chocolinas, ni una me dejaste probar, estamos a mano—contestó, alce la ceja y me levanté para salir de la pieza.
El sabía que todo eso era mentira, más de la mitad de los paquetes se lo había comido el. Me puse las zapatillas mientras el morocho se reía reiteradamente y cuando vio que me iba a levantar de la cama me tironeó del brazo para que no me moviera, y en un movimiento rápido acunó mi cara.
—Veni, no te vayas—pidió entre besos pausadamente. Abrí mis ojos hasta tal punto que parecía que se me iba a salir del lugar—Te estoy jodiendo, quédate.
El al ver que no me oponía, paró de hablar y de una vez por todas me dio un largo beso, cerré mis ojos y de manera inconsciente lleve mis brazos hacia su cuello para cruzarlos detrás de este, y hacer caricias allí. Las manos de Mateo bajaron hasta mí cintura y me agarraron de la misma para moverme y ponerme encima de sus piernas, noté como en medio del beso sonrió contagiandome a mi. De un momento para el otro, sus manos volvieron a mí cara y ahora me estaba dando reiterados picos, a los cuales respondí.
Estaba en una nube literalmente y no sentía las típicas mariposas en el aire, sentía un zoológico entero y apesar de que Mateo y yo ya nos hubiéramos besado, nunca había durado tanto como este, nunca había sido tan lindo y tan tierno y me encantaba porque era una de las pocas personas que conocía está parte de el, el siempre había sido cargoso conmigo y de decirme cosas lindas, pero nunca fue más allá de eso y que hoy por fin podía disfrutar un poco más de esa faceta de el y me encantaba.
—Ah bueno, ¿tengo que llenarte de besos para que se te vaya el enojo?—comentó divertido, lo miré con cara de orto y le di un empujón—Que enojada que estás hoy che.
Rodé los ojos y me quise levantar pero no me dejó, le di una mirada cansada y me zafé de su agarre finalmente.
—Que pesado que estás hoy che—lo copié y me levanté para acomodarme el pantalón y mirarlo, estaba con una sonrisa bien ancha—¿Que?
—Sos hermosa—soltó de la nada provocando que mis mejillas se tornarán rojizas, ya que no me esperaba para nada ese comentario, entonces su semblante cambio completamente y añadió:—¿Podes venir acá y quedarte conmigo, que quiero morsear con vos todo el día, minetras me haces mimos y yo te doy besitos por favor?
Una sonrisa se dibujo en mí cara al ver la manera en la que lo dijo, parecía que estaba renegando con una nena de cinco años, me mordí el labio y finalmente me acerque para acostarme con el.
