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32. ya no quiero.

Abrace a Valentín como pude y empecé a llenarle la cara de besos, por haberme acompañado hasta la colegio, ya que quería asegurarse de que llegaba bien y que no me pasará nada por el camino. Había pasado una semana y media en mí casa y hoy por fin volvía a reincorporarme al colegio.

—Dale, que no vas a poner entrar Lola—comentó el ojiazul y me dio un beso en la frente haciéndome sonreír ampliamente—A la tarde si puedo, pasó por tu casa con un Mc Donalds, ¿te pinta?

—Re pinta.

Sonreí a tal punto de que mis ojos se achinaron, Valentín era tan lindo que no había ninguna razón para odiarlo, como si no hubiera tenido suficiente con que me socorriera, venía todos los días a mí casa para hacerme el aguante y eso de verdad que lo valoraba.

Después se hablar un rato más con Valentín, me acomodé la mochila en el hombro izquierdo para empezar a entrar al recinto. Me lleve la mirada de todos, ya que todavía seguían algunos morarones y el yeso de mí brazo derecho llamaba bastante la atención.

Entre en clase de biología y me acerqué hasta la profesora para mostrarle los justificantes de porque no había estado asistiendo al colegio, además tenía la ventaja de que era mí tutora y no tenía que estar dando vueltas o esperando al día siguiente para que me tocará con ella.

Las tres horas se me pasaron más rápido de lo normal y cuando quise acordar ya estábamos en el recreo, tuve que esperar un buen rato para ir a la cafetería, ya que ni bien tocaba el timbre se llenaba de gente y te empujaban para todos lados y lamentablemente no estaba en condiciones como para recibir ese tipo de golpes y menos con el brazo como lo tenía. Olivia me acompañó en todo momento y estuvo pendiente de mí, como si de mí madre o incluso Valentín se tratase, después de haber pedido mí desayuno salimos al patio pero una mano me detuvo, me di la vuelta encontrandome con mí novio, mí amiga me dio una mirada bastante seria y le asentí para que se despreocupase y que me dejara sola con el.

—Hola amor—anunció el morocho y se acercó para intentar darme un beso pero lo esquive haciendo que el me mirase con el ceño fruncido—¿Qué pasa?

—¿Como que qué pasa Matías?—pregunté con enojo, el hizo una mueca y se encogió de hombros como si no entendiera a lo que me estaba refiriendo—Flaco, no fuiste capaz de ir a verme un día, llamarme o mandarme un mensaje para ver cómo estaba, sabías que no estaba en mí mejor momento y vos no estuviste ahí, su supone que sos mí novio, ¿no?

—Gorda estaba ocupado con exámenes y con otras cosas, te juro que iba ir a verte pero el tiempo no me daba—explicó y se acercó nuevamente para tomarme de la cintura e intentar besarme de nuevo, pero no lo deje haciendo que soltará un bufido—¿Que pasa ahora Lola?

—¿Por qué me mentís?—interrogué sacando sus manos de mi cintura—Bien que para salir de joda los fines de semana si tenés tiempo, si vas a mentir o a poner excusas, hacelo bien y empezá por bloquearme las historias, capo.

Me di la vuelta con un nudo en la garganta y fui hasta el pabellón, donde seguramente se encontraba Olivia con más gente. Me dolía el hecho de que mí novio no hubiera tenido el mínimo detalle de irme a ver o aunque sea mandarme algún mensaje o algo, hasta Manuel había venido a verme una vez con Valentín y era un chico con el que tenía apenas trato.

Iba tan en mi mambo que sin querer me choque con un cuerpo bastante grande y solté un quejido, ya que lo había chocado con mí brazo derecho, en el cual tenía el yeso.

—Uh gorda, ¿te hice muy mal?—preguntó una voz que reconocí al instante y alce la vista para mirarlo, estaba rascándose la nuca y mirándome fijamente—Ay, decime algo Lola.

—Estoy bien—me limité a responder y el me siguió mirando detenidamente como analizandome, odiaba que hiciera eso porque al toque me sacaba la ficha e iba a empezar con el cuestionario de porque me sentía mal, entonces agregué:—En serio.

El morocho se acercó peligrosamente a mí y después de unos segundos, posó una de sus manos en mí cintura y la otra la llevó hasta mí cachete para acariciarlo dulcemente, y se acercó un poco más haciendo que nuestras respiraciones se mezclarán, sumándole que me estaba mirando deteniendamente. Fue hasta mí oído permitiéndome oler su perfume y me dio un escalofrío al escuchar su respiración pesada.

—¿Segura?—preguntó y se alejó un poco para mirarme, estaba nerviosa por la cercanía de Mateo provocando que las manos me sudaran y después de unos segundos un poco atontada, asentí:—Bueno, cualquier cosa ya sabes.

El morocho se volvió a acercar otra vez y se relamió los labios haciendo que bajara mis ojos para concentrarme en su acción y después de unos segundos, vi como apareció una sonrisa en su cara.

—Basta—me quejé al ver que lo hacía a propósito, escuchando la risa de Mateo y juro que era el ruido más lindo del mundo.

—Sos tan linda—comentó aún riéndose y acariciándome el cachete para luego agarrar mí cara y llenarme de besos provocando mí risa—Mi nena hermosa.

Un tirón en mí brazo hizo que soltara un quejido, ya que mí brazo había chocado contra la pared y un poco descolocada me di la vuelta encontrandome con Matías.

—¡¿Que mierda estás haciendo Lola?!—gritó amenazante aturdiéndome por completo y provocando un nudo en mí garganta—¡Me reclamas que salgo de joda pero vos estás a los besos en el tarado que no te va a dar bola nunca! ¡Sos cualquiera amiga!

Y lamentablemente sabía que todo se había ido a la mierda.




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bueno parece que Lola nunca va a dejar de sufrir (?

Igual el siguiente cap se viene más picante pero todavía no lo voy a publicar asi que mepa que van a tener que morir de abstinencia 🤪

unidos ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora