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26. perdoname.

Mateo

Vi de lejos a Lola junto con su hermana y el mío, al lado de una estufa poniendo nubes de azúcar para después posarlas arriba del fuego y dejar que se quemaran un poco. Yo también quería hacer eso, pero sabía que Catalina no sé quería mover de donde estaba y mucho menos quería estar con Lola, después de lo sucedido horas atrás.

—Dejá de mirarla—acotó mí novia girando mí cara para mirarla a ella, me quedo mirando por un par de segundos y luego se acercó para besarme, cosa que seguí desganado—¿Que te pasa?

Solté un suspiro y me pasé una mano por el pelo, para después bajarla de encima mío, ya me estaba pesando, además de que quería hablar con ella bien. Lo que no sabía, era como si iba a tomar lo siguiente, Catalina tenía un carácter bastante fuerte y como yo no quería tener problemas y discutir todo el tiempo le decía a todo que “sí”.

—Quiero que le pidas perdón a Lola—hablé y ella abrió los ojos a tal punto que parecía que se les iban a salir del lugar, para después fruncir el ceño y ponerse roja de la calentura, entonces añadí:—No te enojes, pero le debes una disculpa Cata, la acusaste de algo que no tenía que ver.

—Que siga esperando, porque ese perdón nunca va a llegar—determinó mientras se levantaba para irse afuera.

Me pase la mano por la cara y me mordí el labio con frustración, levanté la vista al escuchar la risa de los tres que estaban en la estufa y vi de lejos como a Julia se le había quedado una nube, cosa que me hizo sonreír con ternura, era una mini Lola, literalmente.

—Vos podrías estar ahí pero trajiste a tu novia—argumentó una voz que reconocí al instante; mí mamá. Alcé la vista para mirarla y ver cómo estaba de brazos cruzados—Tu novia se encargó de cagarme el cumpleaños Mateo y por si fuera poco casi le pega a Lola, ¿Con que clase de ser te juntaste vos? .Te voy avisando desde ya que no se va a quedar a dormir, así que anda a decirle que la acompañamos a la casa, te espero en el auto.

Me levanté para ir hasta el patio, donde se encontraba mí novia sentada en uno de los bancos de madera, pensé en lo que le iba a soltar porque tal y como andaban las cosas era capaz de encajarme piña.

—Cata, vamos que te acompañamos a casa—anuncié, está se asustó y luego se giró para mirarme con una cara de orto que realmente me dio miedo.

—¿No era que me quedaba?—preguntó con la ceja alzada, simplemente agaché la cabeza y empecé a jugar con mis manos—Sos increíble, seguro que la idiota de Lola se queda a dormir y como no querés que haya pelea, preferís dejar a una pendeja de mierda, antes que a tu novia. Perfecto.

Pasó por delante mío chocandome el hombro y después de unos segundos me di la vuelta y la empecé a seguir para de una vez por todas irnos de allí.

Después de unos hora de trayecto ya habiamos dejado a Catalina en la casa y estábamos volviendo, el camino fue en silencio absoluto. Se notaba a kilómetros que mí mamá estaba enojada y lo mejor cuando estaba así era no hablarle, ya que se le cruzada bastante.

—Es una desubicada de mierda, no fue capaz de pedirme perdón, no la quiero más en casa. ¿Me escuchaste Mateo, no?—acotó mientras seguía con la vista en la carretera, simplemente asentí y mire por la ventana, ya habíamos llegado.

Salí de auto y me dirigí adentro de la casa, donde en el living se encontraban los chiquitos y Lola jugando a las cartas sumándole que tenían música puesta.

En una de esas Lola se levantó y fue hasta la cocina, no dude en seguirla. Ni bien entre la vi, sacando algo de una bandeja y que lo empezó a posar en platos, me acerque a ella y en un acto inconsciente, lleve mis manos a su cintura.

Esta dió un saltito y se giró para mirarme y sonreirme ampliamente para después volver a hacer lo que estaba haciendo, estaba poniendo trozos de brownie con helado de vainilla, nata montada y fresas en tres platos, además de que ya tenía un bowl preparado con galletitas variedades.

—¿Lo hiciste vos?—cuestioné ganándome una mirada por parte de ella y segundos después asintió. Y quise agarrar un trozo pero me dio un manotazo.

—Son para los nenes—se quejó mirandome mientras juntaba las cejas, hice un mini puchero provocando que ella bajara la vista hasta mis labios entonces sonreí.

—¿Y yo no soy tu nene?—cuestioné volviendo a hacer puchero, ella lo miré por un rato y después volvió a conectar mis ojos con los suyos.

—Ya quisieras.

Este comentario me hizo reír bastante, aunque me esperaba que se pusiera colorada o mas enojada de lo normal pero estaba bastante tranquila apesar de todo. Me la quedé mirando por un par de segundos, por lo menos lo que ella me dejaba ver ya que estaba de espaldas a mí.

—Beba—llamé, ella se volvió a dar la vuelta y se mordió el labio con frustración para después rodar los ojos. No había terminado de preparar el último plato y yo la estaba molestando—¿Podemos hablar un momento?

La castaña se dio la vuelta por completo y apoyo sus manos en la encimera para después mirarme atentamente y asentír.

—Bueno, yo te quería pedir perdón por la actitud que tuvo con vos Catalina, es que ella...

—Ya está Matu—intervinó ella y me ruborice al escuchar ese apodo salir de su boca, nunca me había llamado así, siempre me había llamado Teo, pero me encantaba como salía de su boca el anterior—No te preocupes y ya te dije que yo no quiero nada de Catalina, yo estoy segura de la persona que soy y estoy contenta con eso. A la única a la que le debe una disculpa es a tu vieja.

Y nada más decir aquello, agarró todos los platos que tenía allí en la mesa y se dirigió al living, dejándome con la palabra en la boca y completamente atontado.








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aguante Lola viejo!!! te imaginas tener una amiga cómo ella? Que te hace brownie y todo? nanana me vuelvo loca. Pinta hacerle un team a ella? ahre, a ver cuánto le duran las cerradas de orto porque seguro que después vuelve a sufrir (?)

Que piensan de la actitud y de la contestación de Laura?

Bueno, ahora sí no me rompan más los huevos con que actualice, mentira las amo y gracias por todo, la próxima más y mejor (?)💗

unidos ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora