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29. es el punto de partida, la entrada y la salida, tu mentira y mí verdad.

Abrí los ojos con un poco de dificultad y noté como al principio era borroso y todo se debía a lo atontada que estaba todavía y la luz, tampoco ayudaba mucho.

Giré la cabeza encontrándome con mí hermana agarrándome de la mano mientras que con la otra pintaba. Sonreí apenas ante aquella acción y apreté la mano de la chiquita para que se de cuenta de mí presencia. Julia levantó la vista de su cuaderno de dibujos para mirarme con sus ojos verdes brillosos y bastante aguosos para después dejar todo lo que estaba haciendo y lanzarse a mí para abrazarme. Solté un quejido al sentir el dolor en una de mis costillas provocando que la menor se separara de mí y se le empezarán a caer las lágrimas.

—¡Ma, Lola se despertó!—chilló la menor y en menos de lo que cantó un gallo, mí progenitora ya que se encontraba en la pieza.

—Hija—habló acercandose a mí para después acariciar suavemente mí cara y ella al igual que mí hermana estaba con los ojos brillosos—¿Como te sentís?

Mal.

No conteste nada y como pude, me intenté recostar en la cama, pero el yeso que tenía en el brazo me lo impedía y era algo que recién me había dado cuenta. Me dolía todo y todavía me costaba un poco respirar pero no sentía tanta presión como la última vez.

—¿Hace cuánto estoy acá?—es lo primero que me salió decir con la voz rasposa y con el ceño fruncido, ya que no estaba en una sala de hospital y sabía cómo se ponía de histérica mí mamá cuando nos pasaban cosas a mí hermana y a mí.

—Hace tres días que estás durmiendo Lola, Valentín te llevo al hospital inconsciente y después de hacerte todas las pruebas, le pedí a mí jefa si te ponía traer acá para controlarte mejor—comentó mí progenitora y se acercó para ayudarme a que pudiera recostarme en el respaldo de la cama—¿Querés algo para comer o beber?

—No ma—negué y le intenté sonreír apenas—¿Me dejas mí celular? Es urgente.

Ella un poco dudosa, se acercó hasta mi mesita de luz y lo desenchufó para darmelo y ahora le sonreí ampliamente.

—No estés mucho tiempo con el, tenés que descansar Lola—avisó mientras hacía un movimiento con su dedo indice—Voy a ir con Juli a hacer unas compras, cualquier cosa sabes que esta Matilda al lado.

—Dale.

Cuando escuché la puerta de la entrada cerrarse, prendí mí celular y este no paraba de sonar debido a que no paraban de entrar notificaciones y llamadas perdidas; tanto de mis amigos como de familiares.

Después de contestar a un par de familiares pregúntandome como estaba, obviamente les mandaba audios porque apesar de que los dedos de la mano derecha estuvieran bien, no quería forzar el brazo. Luego de eso, le mandé un par de mensajes a Olivia para que se tranquilizase al igual que al grupo de las hermanas; Mora y Agustina. Los mensajes de Mateo no paraban de entrar en mí celular y sin dudas era el que más me había llenado de estos, salí de WhatsApp y me dirigí a contactos para llamar a alguien.

—¿Hola?—cuestioné un poco dudosa y sonreí cuando escuché su risita.

Amiguita... ¿ya te levántaste? Alta siestita te mandaste gordita—argumento divertido con esa voz tierna y suave que me tranquilizaba tanto—¿Como te sentís?

—Mejor, igual te quería hablar para darte las gracias por llevarme al hospital. Sos un sol Valen—expliqué mordiendome una uña con cuidado no de tocar la herida que tenia en el labio.

—Era lo mínimo que podía hacer Lola, sos muy chiquita y para sos como una muñeca de porcelana, te tengo que cuidar y proteger. Que se yo boluda, te considero como una hermanita para mí ¿entendés?—informó y con cada palabra que salía por su boca, una sonrisa más amplia se formaba en mí cara y antes de que pudiera añadir algo, agregó:—Hoy porque estoy ocupado, pero mañana paso a verte y a dejarte mensajes lindos en el yeso ¿Bueno?

Su último comentario me hizo reír, en lo poco que conocía a Valentín se había comportado de diez conmigo y no me podía quejar para nada, me había ayudado con Mateo y con muchas más cosas, pero sin embargo, el último acto que había tenido conmigo lo valoraba más que nada.

—Bueno, nos vemos mañana entonces, gracias otra vez—repetí y volví a escuchar su risa contagiandome a mí también.

—Dale chiquita, cuídate, te quiero mucho—concluyó, sonreí como tonta y después de unos segundos le contesté.

—Yo también Valen, gracias.

Una vez colgué, me aparte el celular de la oreja y empecé a mirar un poco las redes sociales, hasta que volvieron a llegar mensajes de Mateo.

Mateucho💛: ya me dijo tu mama que te levantaste, que lindo que estés bien.
Mateucho💛: no sabes lo mal que estaba, cuando vi que no te despertabas, Lola...
Mateucho💛: necesito que hablemos para aclarar las cosas, por favor.

Me quedé en el chat por un par de minutos, pensando alguna respuesta para contestarle y cuando se me ocurrió una, con mucha paciencia empecé a escribir con mí mano izquierda porque sabía que si le mandaba un audio, me iba a largar a llorar en medio de este.

Lola💋: tranquilo que tú novia, se encargó de aclarar todo Mateo, no hacen falta tus explicaciones.
Lola💋: yo ya entendí todo y no quiero saber nada con vos, menos si mí vida corre peligro. Perdón Mateo, pero aunque me duela no puedo estar al lado tuyo, ni aunque sea de amiga.

Las palomitas no tardaron en ponerse azules y me quedé un rato en WhatsApp, pero nunca recibí una respuesta por parte de Mateo y no creía que la fuera a recibir. Bloqueé el celular y lo deje en la mesita de luz como pude para después con cuidado taparme con la frazada hasta la cabeza y acostarme a dormir.

Después de un rato, sentí el ruido de la puerta de abajo abrirse pero aún así no me inmuté, el tema fue cuando no escuché los gritos de Julia avisando que ya estaban en casa y de un momento a otro tenía el corazón a mil por hora y un nudo en la garganta, pensando en si había entrado alguien a robar y en qué yo no estaba en buenas condiciones para defenderme.

Cuando escuché los pasos subiendo por las escaleras, el miedo iba aumentando y me volví a acercar hasta la mesa de luz para marcar el número de mí mamá rápidamente;

—Lola—habló una voz con dificultad y alce la vista para encontrarme a Mateo con los ojos aguosos y rojos mientras las lágrimas empezaban a rodar por sus cachetes.











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fua que piensan de Mateo?

Valentín es un sol, tengo pruebas y cero dudas 🤪

unidos ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora