Cap. 33

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Narra ______.

El pub Kahunaville es polinesio. O quizá hawaiano. Siempre he creído que eran lo mismo, y quizá lo sean O tal vez el vino me esté empezando a nublar la vista y puede que no sea una buena idea que me tome el margarita que me acaba de pedir Rosé Pero me lo beberé de todos modos porque estas chicas ya han corrompido del todo a la buena chica que era antes de llegar aquí y me han convertido en la chica mala en prácticas que soy ahora. Y digo en prácticas porque aún no he practicado sexo. Y al ver a Jaehyun a mi lado, creo que quizá deba ponerle remedio esta noche. Entonces tendríamos una pequeña ______ de Brooklyn y una _____ de California con un chorrito de la ______ de Jaehyun todas mezcladas. Una combinación deliciosa.

Lisa me tiende la mano para sacarme a bailar y yo acepto la oferta. Estoy empezando a deprimirme y no pienso permitir que mi pasado le arruine el fin de semana a Jaehyun. Se merece pasar un buen cumpleaños. Las camareras bailan por entre las mesas balanceando las caderas, y los bármanes acrobáticos hacen malabarismos con las cocteleras. Si tuviera diez años menos querría ser barman acrobático cuando fuera mayor. Pero ya soy mayor, o casi. Y en realidad no es tan emocionante, ¿no? Oh, vaya. Me parece que el alcohol me deprime. Y me hace decir tonterías. Que alguien me dispare.

Me muevo al ritmo de la música junto a Lisa. Rosé se nos une enseguida y se pone a contonear las caderas de tal forma que consigue atraerlas miradas de todos los hombres del local, a excepción de Jaehyun y Yugyeom.

Se me escapa la risa.

—¿Dónde está Yoobin? —pregunta Lisa.

—No estoy segura. —Rosé se encoge de hombros. —Creo que ha conocido a alguien en una mesa del casino. Ha dicho que nos mandaría un mensaje.

—Mira el teléfono. —le digo. —Compruébalo antes de que estemos todas demasiado borrachas.

Rosé asiente y rebusca en su bolso. —Sí, ha conocido a un chico.

—¿Un chico? —decimos Lisa y yo al unísono. —¿Un chico?

—Sí. —Rosé echa la cabeza hacia atrás y se ríe. —Bueno, oye, al final tenía razón. Es verdad que también le va la…

—¿Las tompetas? —la interrumpe Lisa. Yo me vuelvo a reír.

—¿De dónde sacas esas expresiones?

—Bueno, aquí no se puede decir pene en voz alta, ¿no?

Rosé sonríe. —Lo acabas de decir.

—Mierda. —Lisa se tapa la boca con la mano. —Pues sí. Bueno, tengo
veintiún años.

—Por un fin de semana. —susurro, y todas nos reímos.

—¿Están corrompiendo a mi chica? —pregunta Jaehyun colocándose detrás de mí con delicadeza.

—Yo nunca dejo de corromperla —contesta Rosé con espontaneidad. —Pero tú nunca lo ves.

Sonríe y yo aparto la mirada porque sé que se está refiriendo a la Operación Seducir al Seductor. Sí, lo lamento, me parece que he fracasado en eso de no colgarme de él. Culpa mía.

Jaehyun me roza la oreja con los labios. —Déjame a mí lo de la corrupción.
Ha tomado whisky, lo huelo en su aliento, pero no está borracho. ¿Tanto hemos bailado? Eso parece.

Desliza la mano por mi estómago y extiende los dedos. Luego se pega a mí.

—Te invito a una copa.

Asiento y dejo que me acompañe hasta la barra en silencio. Me lleva hasta una esquina y después de pedirme algo que ha llamado daiquiri, me sienta en un taburete. Me separa las rodillas con las piernas y se coloca entre ellas apoyando una mano en la barra y la otra en mi cintura.

El Juego del Amor |Jaehyun NCT & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora