Narra Jaehyun.
Me estoy enamorando de Kim ______. Lo sé. Es su risa, su forma de sonreír, todo lo que hace. Para ser una cosa que empezó siendo solo un juego, ahora se ha convertido en algo muy real. Es más real que nada de lo que haya sentido en toda mi vida. Ni siquiera es por el sexo, aunque es alucinante. Hay una parte de mí que sabe que podría vivir sin sexo si eso significara poder estar con ella. Y yo no renunciaría al sexo por nada. En especial cuando la chica en cuestión lleva puesto un vestido rojo que se ciñe a cada centímetro de las curvas por las que he deslizado las manos. Pero no. ______ es mucho más que eso. Sencillamente es más. Está un poco lastimada, fracturada, pero también es un mucho de algo que soy incapaz de describir. Y está empezando a llenar una parte de mí que ni siquiera sabía que estaba vacía.
Me pongo detrás de ella y dejo resbalar las manos por sus caderas mientras beso la piel desnuda de su cuello. Acaba de cepillarse el pelo y se vuelve hacia mí. Tiene una pequeña sonrisa en sus brillantes labios rosas.
—¿Qué? —me pregunta.
—Me gusta este vestido —le contesto.
—A mí también.
—Aunque creo que me gustaría más si estuviera en el suelo o colgado del respaldo de esa silla.
—Estoy segura de que sí. —me dice con sequedad. —Pero como nos están esperando, de momento se tendrá que quedar donde está.
—Qué pena. —murmuro dibujando un camino de besos por su cuello. —¿Estás segura de que no pueden esperar un poco más, cielo?
—Jaehyun. —me regaña deshaciéndose de mis manos. Se da media vuelta y me mira. —Si me quito el vestido ya no saldrás de la habitación.
Una gran verdad. —Así que me lo dejo puesto.
Gruño y ella se ríe en silencio posándome la mano en la mejilla. Luego me da un beso y yo no puedo evitar rugir de nuevo al sentir sus cálidos y dulces labios.
—Si vuelves a hacer eso te quito el vestido, ______.
Sonríe y se da media vuelta agachándose para coger sus zapatos de debajo de la cama. La observo mientras se pone los tacones negros y me doy cuenta de que la tela del vestido apenas le tapa el trasero cuando se agacha de esa forma. Por debajo veo asomar un trocito de seda negra y mi pene se
pone firme. De acuerdo, nadie ha dicho que sea necesario que se quite el vestido.—Jaehyun. —dice con tono autoritario.
—_____. —le contesto con inocencia observándola mientras se endereza.
—Ya sabes lo que te voy a decir.
—Ya estoy listo. —Me levanto y me acerco a ella—. Pero tú. —murmuro deslizándole las manos por los costados—, tienes que evitar agacharte esta noche. —Tiro un poco de su vestido hacia abajo.
—¿Y eso por qué? —susurra.
—Porque solo hay una persona que vaya a ver esa minúscula prenda que tu llamas ropa interior, y no la verá en público. —Inclino la cadera hacia ella y
______ inspira hondo—. ¿Trato hecho?—Trato hecho. —accede separándose de mí. Sus ojos se posan sobre mis pantalones. —Y tú aleja eso de mí.
Sonrío. —Eso acepta las órdenes, pero solo porque sabe que después podrá salir a jugar.
La mueca de sus labios deja entrever su diversión. —Ya basta. —Coge un pequeño bolso negro y se marcha en dirección al ascensor—. ¿Te vienes conmigo?
—Si no lo hago ahora. —murmuro—. Lo haré luego.
Cuando llegamos a la zona VIP del espectáculo «Sirenas del hotel Treasure Island», imagino que esto debe ser idea de Chan. Solo a él se le ocurriría planear esto, y como Yugyeom y yo somos los únicos que no estamos solteros, sé que los demás habrán estado de acuerdo. Yoobin también habrá aceptado, y Rosé se verá obligada a hacerle de carabina. Y, por supuesto, teniendo en cuenta que es el fin de semana de mi cumpleaños, yo me quedaré y, como consecuencia,______, Yugyeom y Lisa harán lo mismo. Y sé muy bien lo que trama ese pequeño bastardo.
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El Juego del Amor |Jaehyun NCT & Tú|
Fanfiction¿El reto de él? Enamorarla perdidamente. ¿El de ella? Simplemente jugar. Hasta que la vida cambia las reglas del juego. ______ odia profundamente a Jaehyun. Arrogante, egoísta y el playboy de la Universidad de California, Jaehyun es todo lo que Doyo...