Cap. 26

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Narra Jaehyun.

Odio los domingos. Son muy aburridos. Por eso estoy en la playa. Al contrario de lo que piensa todo el mundo, no soy muy amante del sol, el mar y la arena. Ni tampoco se me da especialmente bien el surf. Pero _______ quería venir y las reglas del juego estipulan que ______ debe conseguir todo lo que quiera. Y aquí estoy. Con el bañador lleno de arena y, si no me ando con ojo, con algún cangrejo agarrado a mis pelotas.

—No tenías por qué venir conmigo. Soy perfectamente capaz de tomar el sol yo solita —dice ______ tumbándose boca arriba sobre la arena. Yo me pongo de lado y me apoyo sobre el codo.

—¿Y por qué no iba a venir? Me gusta estar contigo.

Deslizo el dedo por su estómago y ella se retuerce. —Porque sí. —Encoge un hombro.

—¿Por qué sí?

—Sí. Porque sí.

Me doy la vuelta y me siento encima de ella. Ella grita y se quita las gafas de sol dejándolas sobre la toalla. Me mira y yo sonrío con picardía.

—¿Qué?

—¿Por qué te has sentado encima de mí?

—Porque me apetecía.

—Te apetecía.

—Sí.

—¿Por qué?

—Porque sí.

—¿Por qué sí? —Alza una ceja.

—Sí. Porque sí.

Le cojo las manos y entrelazo los dedos con los suyos. Sus labios se
curvan por un extremo y en sus ojos se refleja la diversión que siente. Yo me quedo mirándola, solo observándola, y asimilando su imagen. El ligero bronceado de su piel resalta su pelo moreno y hace que sus ojos destaquen todavía más. Sus labios sonrientes, carnosos y brillantes, y me suplican que los bese. Y lo hago.

Agacho la cabeza y rozo sus labios con los míos. Sus dedos se tensan alrededor de los míos y frunce los labios para masajearme con suavidad el labio inferior. Me retiro y abro los ojos para ver como ella abre los suyos muy despacio.

—¿Por qué me has besado? —me pregunta en voz baja.

—Porque puedo hacerlo.

—Me parece bien. —Sonríe. —Pero ahora quítate de encima. Me estás tapando el sol.

Me río y me quito de encima para volver a tumbarme a su lado. Ella se vuelve a poner las gafas de sol. Recorro su cuerpo con los ojos aprovechando que todas sus curvas están expuestas para mi deleite. Y menudo deleite.

—Deja de desnudarme con los ojos.

—Odio tener que decírtelo, cielo. —Le acaricio el costado. —Pero no hay mucho que desnudar. Y no es una queja. —Mis dedos se cuelan por debajo del top de su bikini.

—Jaehyun —me advierte.

—¿Qué? —deslizo la mano hacia sus costillas.

—¡Jaehyun!

—¿Qué?

—¡Esto está lleno de gente! —sisea.

—¿Y? —Le doy un beso en la mejilla, cerca de la oreja—. Que yo sepa se me permite tocar a mi novia.

—Mmmm.

—Me lo tomaré como un sí.

Vuelvo a encontrar su boca y deslizo la lengua por su labio inferior. Ella da un pequeño grito y abre la boca sorprendida. Aprovecho la oportunidad para deslizar la lengua entre sus labios. Me coge del cuello mientras me devuelve el beso y hace girar la lengua de una forma que provoca que se me vaya toda la sangre directamente a la entrepierna. Me contoneo un poco enterrando los dedos en su melena y arrastrándolos hasta las puntas.

—Me parece que necesitas una ducha de agua fría —murmura contra mis labios deslizando las uñas por mis brazos. A mi se me ponen todos los pelos de punta al percibir su inocente pero erótica caricia.

—El mar está justo ahí. ¿Te vienes?

—No estoy segura de que sea una buena idea, pero iré de todos modos.

Me pongo de pie y le tiendo las manos para ayudarla. Ella se quita las gafas, me coge de las manos y se levanta de un salto sonriéndome. Yo arqueo una ceja y ______ sale corriendo por la playa y riendo.

Niego con la cabeza y corro tras ella. Estoy lo bastante cerca como para escuchar el agudo e intenso grito que da cuando llega al agua. Se da media vuelta y corre hacia mí. Yo me río y la cojo por la cintura levantándola y corriendo hacia el agua.

—¡No, Jaehyun! ¡Está fría!

—¡De eso se trata!

Ella patea y se cuelga de mi cuello. Yo me abro paso por el agua hasta que nos llega por la cintura y entonces la dejo resbalar por mi cuerpo. Gran
error. Carraspeo y ______ me mira a través de sus pestañas. Sonríe y me empuja. Pierdo el equilibrio y me caigo de espaldas al agua. Me tambaleo hasta ponerme de pie y le clavo los ojos. Ella se lo ha buscado.

—¡Lo siento! ¡No, no! —Levanta las manos.

—Demasiado tarde. —Niego con la cabeza y voy hacia ella.

—¡No! —Se retuerce cuando la derribo.

Nos caemos los dos al agua y ella patea con las piernas en un débil
intento por liberarse. Se impulsa hacia arriba apoyándose en mis hombros y, cuando emerjo a la superficie, la agarro del culo para pegarla a mí.

—Eres un…

La hago callar con los labios. Me coge del pelo y se agarra con fuerza atrapándolo entre sus dedos. Le poso una mano en la cintura y ella rodea la mía con los pies pegándose bien a mí. Froto la entrepierna contra su cuerpo y ella gimotea y se pega un poco más a mí. Cuando _______ se eleva un poco echándome la cabeza hacia atrás, yo le clavo los dedos en el trasero y en la espalda. Entonces se hace con el control y me besa con más intensidad. Luego se para y susurra.

—La gente nos estará mirando, ¿verdad?

Miro en dirección a la playa y veo a dos niños pequeños de unos seis años que nos están mirando fijamente con la boca abierta. —Sí.

Ella se sonroja y vuelve la cabeza lentamente hacia ellos.

—¡Eeeeeeeeeh! —gritan los niños antes de salir corriendo por la arena.

Yo me río y _______ entierra la cara en mi hombro. Desenrosca las piernas y se desliza por mi cuerpo acariciándome la húmeda piel del pecho mientras resbala. Le apoyo la mejilla en la cabeza sin dejar de reír y me empuja.

—No tiene gracia. Seguramente piensen que acaban de ver un numerito pornográfico en directo.

Inclina la cabeza y me fulmina con la mirada. —Cielo, solo eran unos críos. Para ellos eres una niña y eso significa que eres una piojosa.

Sus ojos entrecerrados se iluminan divertidos. —¿Ah, sí? ¿Soy una piojosa?

—No estoy seguro. —Encojo un hombro. —Aún no lo he decidido.

—Pues si soy una piojosa… —Sonríe con inocencia. —Deberías darte por contagiado.

Me hace una pedorreta en el pecho y escapa de entre mis brazos riendo mientras intenta correr hacia la playa. Y yo no puedo evitarlo: se me escapa una gran carcajada y me froto la cara negando con la cabeza. ______ se da media vuelta y me mira tapándose la boca con la mano. Luego se sumerge en el agua y cuando sale a la superficie su melena mojada resbala por encima de sus hombros desplegando su brillo cobrizo bajo el sol. Detecto cierto desenfado en su forma de bromear conmigo y en cómo consigue hacerme reír con tanta facilidad. Es un desenfado que no suele ser habitual en ella, y me gusta bastante.

El Juego del Amor |Jaehyun NCT & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora