Cap. 39

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Narra ______.

Llevo cinco días sin verlo. No he ido a clase de Literatura porque no estoy preparada para encontrármelo. El dolor de su ausencia ya es lo bastante insoportable. Pero esta soledad tan absoluta… No me había dado cuenta de cuánto dolor me aliviaba su compañía hasta que ha dejado de estar a mi lado para llevárselo. Creo que verlo ahora me resultaría imposible. Ya es lo bastante terrible tener que soportar las demás clases, las maliciosas miradas triunfantes de las chicas, las lascivas miradas de los chicos, y todo porque ya no soy suya. Todo porque lo nuestro ha salido como esperaba todo el mundo. Nunca imaginé que me dolería tanto. Pero Jaehyun tenía razón. He conseguido lo que quería, lo que codiciaba cuando empezó todo esto. Ahora mismo solo quiero que me abrace y me bese los ojos como hacía siempre que estaba triste. Pero todo ha cambiado.

Me aprieto los libros contra el pecho y agacho la cabeza para esconderme detrás de mi melena. Yo ya sé lo que es el dolor. He sufrido el dolor de la pérdida y ya se me ha roto antes el corazón, puedo volver a pasar por esto. Ya sé que es una clase de dolor diferente, pero sobreviviré. Tengo que hacerlo. Si perder a mi madre y a mi mejor amiga no acabó conmigo, perderle a él tampoco lo conseguirá. Porque a pesar de haberme tenido que enfrentar al dolor y a la muerte, siempre lo he superado. Y por eso sé que sobreviviré. Nada puede doblegarte a menos que tú te dejes.

Una mano me sujeta y me aleja de la multitud en dirección a las puertas laterales. Levanto la vista: Mingyu. Cuando salimos me rodea los hombros conel brazo y me acerca a él.

—No estés tan triste —me dice en voz baja. —Una chica como tú no necesita un hombre para ser feliz.

—Ya lo sé, Mingyu. —Me pongo un mechón de pelo detrás de la oreja y apoyo la cabeza en su hombro. —Pero que no le necesite no significa que no siga queriéndole.

Se tensa un poco, pero asiente de todos modos. —Él dijo que todo fue un juego, pero no lo fue, ¿verdad?

Suspiro y me separo de él mientras mis pies me llevan en dirección a la mesa de picnic que hay bajo un gran árbol. Me siento en el banco y dejo los libros en la mesa. Mingyu se sienta delante de mí.

—Al principio fue un juego —le digo con sinceridad. —Yoobin, Rodé y
Lisa me desafiaron a seducirle para después dejarlo plantado. —Mingyu sonríe con sequedad. Yo encojo un hombro. —Y yo acepté. ¿Qué otra cosa podía hacer? Él se parecía demasiado a mi hermano y jamás imaginé que podría acabar sintiendo algo por Jaehyun. Pero me equivoqué.

—¿Porque no es tan idiota como todos pensamos?

Mingyu alza una ceja y yo resoplo. —Es bastante idiota, sí. Es egoísta, arrogante y engreído. —Deslizo el dedo por la madera de la mesa. —Pero también es paciente, dulce y cariñoso. Siempre me escuchaba cuando necesitaba hablar. Siempre estaba ahí para mí. Me limpiaba las lágrimas y me abrazaba cuando lo necesitaba. Me hizo reír y me hizo olvidar. Y antes de darme cuenta había pasado de odiarle a gustarme. —Me resbala una lágrima por la mejilla—A quererlo. No sé cómo ocurrió. Pero en algún momento entre las risas y las lágrimas, me enamoré de él. Y ahora no sé cómo reponerme.

Nos quedamos los dos en silencio mientras él procesa todo lo que he
dicho. —Pero lo conseguiré. —Me limpio la mejilla y esbozo una débil sonrisa. —No es la primera vez que tropiezo y siempre me he vuelto a levantar. No tardaré mucho en recuperarme.

Mingyu esboza una sonrisa reconfortante y asiente en dirección al edificio. —Por ahí viene Yoobin, así que me voy.

—Gracias por escucharme, Mingyu.

Alargo el brazo y le estrecho la mano cuando se levanta. Él estrecha la mía y, mientras se aleja, se vuelve con gesto vacilante. —Siempre será él, ¿verdad, ______? No importa cuánto tiempo pase. Siempre será él.

El Juego del Amor |Jaehyun NCT & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora