Aún no me lo creo. Mi mente está confundida, mi corazón a punto de colapsar, mis pulmones a punto de estallar, mi garganta irritada, mis ojos inundados y mi alma aún más rota y dolida. Me equivoqué, una vez más, como siempre; me equivoqué al confiar en un extraño, pero el peor error de todos fue haberme entregado sentimental y carnalmente a un hombre el cual se aprovechó de mi ingenuidad y mi profunda desesperación por sacarlo todo y liberarme uno a uno de cada demonio y espectro de mi pasado.
Hay quienes dicen que es mejor vivir en el presente, siempre y cuando tengamos un pie en el pasado y otro en el futuro. Pero lograr eso se hace aún más putamente difícil cuando la historia de tu pasado se repite en tu presente y se repetirá nuevamente en tu futuro.
Es hora de que acepte que estoy condenada, completamente jodida y sin escapatoria alguna. Pero en lugar de alejarme de todo y de todos de una vez por todas, en lugar de dejarme ir, en lugar de convertirme en una nueva hija de la luna... estoy aquí, en brazos de otro hombre el cual no debe de sentir más que lástima por la pobre estúpida que se dejó engañar y creyó que un hombre tan poderoso como lo es el famoso Thomas Collins la aceptaría en su vida para amarla y respetarla por el resto de su existencia juntos.Por creer en ese estúpido sueño, por creer en unas palabras bonitas, por querer creer en alguien más que no fuera ella, por soñar... fue que aquellas alas que estaban volviendo a nacer y aquellas heridas que comenzaban a sanar fueron arrebatadas y abiertas nuevamente. Por ser tan estúpida es que ahora ha vuelto a ser la misma mujer herida, engañada, rota y vacía.
-Puedes llorar todo lo que quieras, se que estas mal... y que necesitas liberarte- escucha la grave y ronca voz de aquel hombre que la sostenía entre sus brazos.
Tras haber escuchado esas palabras ella se limita a abrazarle con fuerza, esconder su cabeza en el fuerte y firme pecho de su acompañante y llorar como si no hubiera un mañana, finalmente sacando todo ese dolor que había guardado durante doce tortuosos, fríos y crueles años.
-Estoy aquí, y siempre lo voy a estar- dice él depositando un suave y cálido beso sobre la cabellera de Lia.
Tras casi una hora de incontrolable llanto por parte de Lia y un horrible dolor en el corazón de Aaron, pudo sentír como el cuerpo de la joven se relajaba mientras dejaba de sollozar. Agacha un poco su cabeza viendo como la joven volvía a caer profundamente dormida. Sus ojos comienza un lento viaje a lo largo de el rostro de la joven detallando cada detalle de este, desde su respingada nariz a su rostro formando una perfecta "v", su blanca y tersa piel y sus voluminosos labios.
Tomándola al estilo nupcial se levanta con ella para luego recostarla suavemente al lado derecho de la cama y a continuación rodear la cama, retirarse los zapatos y recostarse junto a ella abrazándola suavemente. Sin la más mínima intención de dormir o de abusar de ella, Aaron cierra los ojos disfrutando de la paz emanada por el sueño de la joven a su lado; hace mucho no disfrutaba de uno de los mayores placeres para él, el hecho de poder relajarse y olvidarse de que el resto existe.
Tras toda una tarde de ambos haber estado en cama, Lia despierta sintiendo un pequeño ardor en sus ojos y nariz, su garganta seca y su pecho dolido. Su mente aun divagando para luego volverle a recordar la dolorosa y cruda trampa que le había tendido Thomas. Vuelve la cabeza a su lado encontrándose con un atractivo castaño quien dormía plácidamente junto a ella, se separa lentamente de él para luego levantarse de la cama e ir hacia lo que parecía el vestidor. Una vez adentro busca algo que ponerse, después de un rato se decide por una camisa blanca que le llegaba arriba de las rodillas y el pantalón que ya tenía puesto, claro esta que la camisa le quedaba bastante grande, pero cabe recatar que no solo la hacía sentir más cómoda, sino que también olía bien. Sale hacia el balcón de la habitación para luego apoyar sus codos en el frío barandal de metal y respirar hondo. En ese mismo instante los recuerdos vuelven a su cabeza, el día que conoció a Thomas, su primera cita fallida, las bromas, la primera vez que le dedicó un "Te amo", su primer viaje, sus noches de insomnio juntos, las anécdotas y sus meriendas de media noche, ... la primera vez que se entregó a él...; una pesada lágrima vuelve a escurrir por su mejilla, marcando así una nueva ruta de sufrimiento y traición.
-Te prometo que mis hombros cargaran lo que tu alma solo no pueda llevar. No necesitas que te entiendan y tampoco tienes que sentirte mal por más irónico que suene- escucha decir a la gruesa voz detrás de ella- este es uno de esos momentos en que necesitas ser más fuerte, por eso te ruego que me dejes ayudarte- dice finalmente.
Lia se da media vuelta para luego quedársele viendo fijamente, Aaron se acerca lentamente a ella para luego limpiar unas cuantas lágrimas del rostro de la fémina. Ella se limita simplemente a abrazarle con suavidad obteniendo lo mismo de él.
-Gracias por decirme la verdad, ... no tenía ni la más mínima idea-.
"Verdad"; se podía decir que no era del todo mentira, pues era costumbre de Thomas el vender a sus amantes tras haberlas estrenado, pero... por alguna extraña razón no lo había hecho con ella... pero si se piensa bien, lo más probable es que solo fuese cuestión de tiempo el que un día se cansara de ella e hiciera lo mismo que con las anteriores.
-Supongo que todos tenemos derecho a ser felices..., pero no siempre a base de engaños- contesta susurrando la última frase lo suficientemente bajo como para que ella no lo escuchase.
Aquel momento es interrumpido por un extraño sonido proveniente de el estomago de Lia provocando una mirada divertida por parte de Aaron quien a la vez reía suavemente.
-Lo siento- contesta la joven apenada.
-Será mejor que bajemos a cenar o de lo contrario te dará inanición, al fin y al cabo no has querido comer nada en todo el día por pasártela durmiendo- dice él en tono burlón.
-Buena idea- dice ella ignorando el último comentario.
Lia sale de la habitación junto a Aaron siendo dirigida por él hacia las escaleras para luego tomar rumbo al comedor. Pasaron la cena entre platicas de cosas triviales y los malos chistes de Aaron, pero lo más extraño era que ambos hablaban como si se conocieran hace años mientras que a la vez se podía apreciar como por ese momento Lia pudo dejar de lado sus desgracias logrando dibujar una de las sonrisas y soltar varias de la carcajadas más autenticas de su vida.
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𝕹𝖆𝖗𝖈𝖔𝖙𝖗𝖆𝖋𝖎𝖈𝖆𝖓𝖙𝖊
RomanceThomas Collins: Guapo, mujeriego, inteligente, serio, celoso, posesivo, de carácter fuerte y ... el narcotraficante más temido de todo el Reino Unido. Lia Reid: Fría, calculadora, atlética, hermosa, dulce, directa, inteligente, sádica, algo rencoros...