Capítulo 35

19 0 0
                                    


Un leve rayo se sol se cuela por entre las cortinas alumbrando mi rostro, me siento en la cama y froto mis ojos para después estirarme un poco. Miro mi mano con el anillo en esta, aún no puedo creerlo, no solo me voy a casar con el amor de mi vida, sino también estamos a punto de traer a Kaanbal a casa. Me levanto de la cama y me adentro en el cuarto de baño, tomo una pequeña ducha para luego ponerme unos jeans, una camiseta blanca lisa y mis converse blancas.

Bajo a la cocina y me preparo un bowl de frutas con granola. Me dirijo al jardín trasero sentándome en el comedor dentro de la pergola, abro mi computadora para comenzar a revisar algunos correos, entonces encuentro uno en particular que me llama la atención, es una invitación para una entrevista en una reconocida firma de aquí. Abro el correo y lo leo de forma atenta, no hay nada que sea particularmente extraño o fuera de lo común a excepción del hecho del hecho que se empeñaran en contactarme; o tal vez me estoy volviendo paranoica.

Lo pienso unos instantes y decido responder el correo, pues si quiero cuidar y ser un buen modelo para Kaanbal necesito volver a trabar, después de haber renunciado a la firma después del incidente del hospital no he vuelto a trabajar más que en este caso; además de que en dado caso que me una a la firma tengo cierto respaldo de esta, eso sin mencionar que el puesto que me ofrecen es bastante bueno. Comienzo a redactar mi respuesta aceptando la proposición, a lo que en menos de una hora me envían un nuevo correo confirmando la hora y lugar de reunión.

Le contaré esto a Aron en cuanto llegue de su reunión. Mientras tanto limpiaré el desastre que le deje a la señora Johnson, con eso para cuando llegue de mercar le podré ayudar a organizar todo. Comienzo a limpiar los trastes mientras el pequeño revoltoso aún sin nombre juega con su cordón de halar; justo cuando termino de arreglarlo todo llega la señora Johnson, me dedica una tierna sonrisa y me dice:

-Mi niña, sabes que no tienes que limpiar eso, al fin y al cabo es mi trabajo.

-Lo se, pero igual quería hacerlo, además mientras Aaron y yo sigamos vivos puedes tener por seguro que jamás estarás sin trabajo- digo sonriéndole.

-Gracias- dice ella comenzando a desempacar algunas cosas para que yo las lave mientras ella sacude algunas otras- y veo que ya te lo propuso- doce lo último apuntando al anillo en mi dedo anular.

-Sí- digo con una sonrisa boba.

-Recuerdo que cuando fue a comprarlo estaba tan asustado de que no te gustara que inclusive me llamó por algo de ayuda- ríe ella.

-¿Aaron Dahlbeck nervioso?, jaja. Me gustaría ver eso- entonces la señora Johnson saca su teléfono y me muestra un screenshot con la cara de Aaron, no lo resisto más y me carcajeo en ese mismo instante.

De repente oigo las puertas de la cocina abrirse y veo a Aaron entrar, intento calmarme, pero logro durar así más de treinta segundos. Él me mira enarcando una ceja, a lo que la señora Johnson le muestra la pantalla de su teléfono, a lo que él se golpea con suavidad la frente y se comienza a reír junto a nosotras.

Pasamos el resto de la tarde tomando té y jugando juegos de mesa con la señora Johnson, también pedimos comida delivery para dejar que ella también se relajara un poco, Aaron le comenzó a contar sobre la demanda para traer a Kaanbal a lo que ella se puso muy contenta, pues ella fue quien cuidaba de Kaanbal cuando él era tan solo un bebé. 

Llega la noche y la señora Johnson se despide de notros, así que la acompañamos hasta la puerta en donde la despedimos con una sonrisa. Cerramos la puerta y yo me dirijo nuevamente hacia la pergola en donde comimos y comienzo a recoger los empaques para llevarlos ala cocina, Aaron me sigue y me ayuda a lavarlos mientras yo los secos para luego arrojarlos al bote de material reciclable.

𝕹𝖆𝖗𝖈𝖔𝖙𝖗𝖆𝖋𝖎𝖈𝖆𝖓𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora