Siento un peso posarse sobre mi garganta, abro los ojos y me percato de que todo está oscuro y siento que la presión se hace mayor en mi garganta. Entonces poso mis mano sobre mi cuello y siento algo parecido a unas cubiertas por ¿cuero?, al instante en que hago contacto con lo que sea que me este apretando el cuello esto se aparta dejando atrás a una temblorosa y atónita Lia. Corro aterrada hacia la puerta y salgo de a habitación cerrando la puerta tras mi espalda, mi respiración está agitada a la vez que el sudor frío recorre mi espalda de inicio a fin. Intentando ignorar lo acabado de suceder voy hacia la sala y me recuesto sobre uno de los enormes sillones intentando recobrar la calma, pongo mis frías y temblorosas manos sobre mi cara como si eso fuese o borrar esa horrible... "pesadilla" que a decir verdad se sintió demasiado real. Entonces las neuronas en mi cabeza hacen sinapsis y recuerdo algo.
Para ser más específicos de una experiencia no muy placentera la cual... fue casi idéntica a lo que me acaba de suceder, tenía alrededor de quince años para ese entonces, había peleado con mi supuesta "mejor amiga" la cual no le agradaba mucho a Spencer, recuerdo también que eran más o menos las once treinta y que había tomado té de manzanilla, estaba a punto de dormirme cuando sentí la misma presión posarse sobre mi garganta, los ojos me ardían y de un momento a otro... había perdido por completo la consciencia. A la mañana siguiente al acercarme al espejo del baño pude notar unas moretones en mi cuello, sentí mucho miedo, ese miedo que sientes colarse por entre tus huesos y que te deja paralizada, desesperada por intentar olvidarme de las marcas y que papá no las viera robé algo del maquillaje de... Rene. Para ese entonces mamá... ya no estaba y ya estaba jodida, completamente.
Siento mis ojos humedecerse bajo mis manos, pero no permito que las lágrimas salgan, me enfoco en los moretones de ese entonces. Así que entro a uno de los dos baños de la planta baja y busco cualquier cosa extraña en mi cuello, pero no hay nada fuera de lo normal exceptuando... los chupones de Aaron.
Salgo del baño y subo las escaleras con destino al estudio de Aaron, toco suavemente la puerta para luego abrirla y encontrarme con un Aaron sentado en si silla giratoria de cuero gris oscuro con los codos sobre sus rodillas, un vaso de ron a semi acabar, cabello desordenado y ojos enrojecidos observando fijamente al portarretrato de plata en su mano, me acerco a él y me agacho a su altura con mi mano sobre su hombro izquierdo.
Tomo el portarretrato entre mis manos y puedo ver una fotografía de él con un pequeño niño de unos dos años riendo sobre sus hombros. Deduzco que es su hijo, pero fuera de cualquier sentimiento de rabia, resentimiento a algo por el estilo, siento ternura y calidez al ver sus grandes sonrisas, una sonrisa de dulzura se instala en mis labios y volteo mi mirada hacia Aaron, me siento en sus piernas y apoyo su rostro en la unión entre mi cuello y mi hombro izquierdo, él me abraza con fuerza y deja caer tristes y húmedas lágrimas las cuales humedecen a su vez mi blusa, le rodeo con mis brazos y con mi mano libre le acaricio el cabello como a un niño desconsolado. Solo que en este caso es el hombre a que amo mucho más de lo que creía, dejo caer también unas cuantas lágrimas pero no emito sonido alguno. Es su momento, necesita llorar a su hijo sin importar lo que halla sucedido con él, yo perdí a mis hermanos, y junto a ellos se fue mamá. Pero dudo que ese desgarrador dolor se asemeje al dolor que debe sentir un padre que ha perdido a su pequeño sin importar si se lo arrebato la vida o alguna otra persona tan infeliz como para cometer semejante crueldad.
-Perdón... quería decírtelo antes, pero no sabia cómo...- dice entre sollozos a la vez que me mira fijamente.
Sus palabras me dan a entender que su hijo no está con él no porque la vida en sí se lo arrebatase, sino una persona.
-No me pidas perdón, porque aquí no hay nada que perdonar...- digo mientras él me mira confuso- no hay nada que perdonar porque solo querías protegerlo.
-¿Qué hice para merecerte?...- dice recostando su cabeza sobre mis hombro.
-Ser un maravilloso hombre y padre, ser comprensivo, tolerante, firme, dulce y sobre todo ser tú mismo- digo tomando su rostro entre mis manos.
-Él era mi todo... y no dudó ni un segundo en quitármelo, y lo peor es que ella ni siquiera lo quiere, nunca lo ha querido- dice desgarrado.
-Lo vamos a recuperar, te lo juro- digo a lo que él me mira con esperanza en sus ojos- . Te recuerdo que soy abogada de familia, infancia y adolescencia- un brillo especial se abre paso en sus ojos.
-Lia tú eres mi ángel...- dice con una sonrisa en los labios.
-Con cuernos y tridente pero sí- digo riendo- .Volverá con nosotros. Solo dime el nombre de ella y pondré en marcha esto- digo mientras él saca de un cajón con cerradura inteligente un grande sobre de manila.
-Ahí tienes todo lo que puedas necesitar- contesta mientras yo limpio con mis dedos sus lágrimas.
Tomó el sobre entre mis manos y deposito un suave beso sobre su frente y dedicarle una suave sonrisa.
-Ahora yo iré a revisar esto. Y mientras tanto tú iras a descansar o tendrás una resaca que te saldrá al doble.
Él obedece sin refutar, solo sonríe y sale no sin antes hacerme un ademán dándome a entender que me puedo quedar aquí a revisar todo esto. Una vez sale por las enormes puertas de madera me siento en el grande sillón giratorio de cuero impregnado por su olor. Enciendo la computadora y comienzo a vaciar el contenido del sobre hallando una partida de nacimiento de Aaron, su número de documento y otra información personal. Entonces puedo ver los de su hijo, hago los papeles sobre Aaron a un lado y tomo ahora los del pequeño. Según veo al día de hoy debe tener al menos tres años, casi cuatro pues los cumple el próximo mes, en diciembre 10. Y tiene un lindo nombre, Isaac Kaanbal Dahlbeck Smith. Quizá algo dramático, pero es lindo su nombre, el nombre de su madre es: Janet Smith... ¿Collins?, abro el navegador y accedo a Tor para luego abrirme poco a poco y con algo de lentitud a causa del browser un estrecho camino por Hard Deep buscando contactar a un o una viej@ "amig@".
Daddy's sugar baby:
-Rougarou, ¿estás por aquí?.Rougarou166563:
-Vivit@ y coleando por ti.Daddys sugar baby:
-Como debe de ser (^_-).Rougarou166563:
-ESA!!Belcebu's your owner:
-Gracias por olvidarme idiotas. Otra vezBelcebu's your owner:
:-{Daddys sugar baby:
-te amamos ratita. Pero esta va a ser una conversación de grandes, ahora ve a tu habitación.Belcebu's your owner:
-¡No!Rougarou166563:
-Será mejor que te vayas rata.Belcebu's your owner:
-Como órdenes mi demonio 7u7.Belcebu's your owner se ha desconectado.
Rougarou166563:
-En fin, ¿en qué estábamos little baby?.Daddys sugar baby:
-Cara, necesito que me ayudes a acceder a algunas cuentas e info de alguien.Rougarou166563:
-¿Te hizo algo?, solo dime a quién tengo que joder por ti baby ;-) .Daddys sugar baby:
-No quiero que jodas a nadie, o no por ahora lindura.Rougarou166563:
-Está bien, tú ganas bebe. Pero si necesitas cualquier otra cosa solo dímelo ;-* .Daddys sugar baby:
-Gracias ^_^ , solo pásame sus nuevas cuentas si es que las tiene.Rougarou166563:
-¿Nombre?.Daddys sugar baby:
-Su nombre es Janet Smith Collins.Rougarou166563:
-Te contacto en una media hora más o menos (^_-).Dadys sugar baby:
-Vale.--------------------------------------------------------------------------------------------
XXX: De por Dios baby. ¿A quién demonios estás buscando?...
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𝕹𝖆𝖗𝖈𝖔𝖙𝖗𝖆𝖋𝖎𝖈𝖆𝖓𝖙𝖊
RomanceThomas Collins: Guapo, mujeriego, inteligente, serio, celoso, posesivo, de carácter fuerte y ... el narcotraficante más temido de todo el Reino Unido. Lia Reid: Fría, calculadora, atlética, hermosa, dulce, directa, inteligente, sádica, algo rencoros...