Siento la luz del sol caer hacia un lado de mi rostro, me doy media vuelta y noto que Aaron no está. En ese momento un mórbido pensamiento pasa por mi cabeza a lo que instintivamente veo mi cuerpo debajo de la cobija para luego sentir el alivio volver a mi tras ver que sigo con la misma ropa de ayer.-Casi me da un infarto- digo levantándome de la cama.
En eso veo una notita con letra cursiva sobre el buró de enfrente a la cama. Tomo la nota y dice:
"He tenido que salir, no te preocupes. Estaré de vuelta al rededor de las 4:00 p.m.
PD: Hoy viene el doctor para ver que tal va tu herida.
Aaron"
No solo escribe sino que también tiene letra de anciano. Aunque ya que lo pienso yo también escribo en cursiva, pero por lo menos con estas cosas no redacto como lo hacen en La Rosa de Guadalupe.
-Se agradecida niña, por lo menos se molesta en decirte a que hora llega, no como los otros que se desaparecen por cinco horas o más y tú no sabes ni madres de ellos- me recrimina mi subconsciente, y para mi desgracia que debo de darle la rozón.
En ese mismo instante, un suave golpe en la puerta me saca de mi ensimismamiento para luego abrirse paso una voz femenina.
-Señorita, ¿puedo pasar?-.
-Adelante- digo desde el interior de la habitación.
-El señor le envía esto- dice ella la mujer entregandome una caja color rosa palo y otra color negro.
-Muchas gracias, puede retirarse- digo tomando las dos cajas.
Abro la caja color negro encontrándome con varios conjuntos de lencería, siento como mi cara se pone roja cual tomate. Intentando dejar de lado la vergüenza miro las tallas de los sostenes y las bragas que a decir verdad no se cómo pero sí corresponden. Sin saber que más esperar abro la caja rosa palo en donde encuentro varios productos de aseo femenino. Suelto un pequeño suspiro, en eso escucho un teléfono sonar. Comienzo a buscar el teléfono hasta llegar hacia el buró del lado donde yo duermo, abro el cajón y veo un mensaje que dice:
-¿La talla de la ropa interior es correcta?- supongo que es Aaron.
-Sí- contesto avergonzada.
-En caso de que te preguntes cómo obtuve la talla no te asustes, no te toqué. Lo deduje, al fin y al cabo no es que seas muy plana que digamos 😂😂-.
-CÁLLATE!!- respondo para luego apagar la pantalla de el teléfono.
Este cabrón es un maldito descarado de primera, además de un pervertido hijo de su santísima madre.
Tomo las cosas de aseo y una toalla para luego entrar al baño y darme una ducha caliente en compañía de mi música. Una vez salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y limpio el espejo del lavabo con la mano, tomo mi cepillo de dientes y le pongo algo de dentífrico. Salgo del baño en busca de algo de ropa, una vez encuentro las cosas que Aaron me compró tomo comienzo a vestirme optando por los jeans, la camiseta y los zapatos color plata. Una vez estoy lista salgo de la habitación y bajo al comedor, al ver que no hay nadie me acerco a una puerta la cual supongo lleva a la cocina. Una vez entro veo una preciosa cocina con mucha luz natural con electrodomésticos de acero inoxidable y encimeras de granito, comienzo a recorrerla en busca de algo de comer, abro la nevera y veo que hay lechuga, tomate, alfalfa, pepino cohombro. Luego voy a la despensa y veo un bote de ghee y algo de pan de centeno. No encuentro ningún tipo de proteína, así que decido con eso hacerme un emparedado vegetariano junto a algo de jugo de naranja que había en la nevera. Me siento en la isla que se halla en mitad de la enorme cocina y empiezo a comer. Unos minutos después veo como la puerta de la cocina se abre para luego ver aparecer tras esta a la mujer que me entregó las cajas, instantáneamente mi cara comienza a arder.
-Descuide señorita, no soy ese tipo de mucama entrometida- dice mirándome para luego recoger mi plato y mi vaso ya vacío.
-Muy... bien...- no se qué más decir.
-¡Oh!, casi lo olvido. Señorita, el doctor Nicholas Fassbender ha llegado para revisar su herida. La está esperando en la sala- dice apuntando con el dedo hacia la puerta de la cocina.
Una vez llego a la sala veo a un hombre de unos cuarenta y ocho años más o menos quien tras verme se pone de pie y hace y una pequeña reverencia.
-Odio las formalidades doctor Fassbender- digo riendo.
-Muy... bien, entenderás... en síndrome de la formalidad que manejo al tratar con Aaron- dice riendo levemente- considero que contigo no es así, pues por como me habla de ti me atrevo a decir que llevan juntos bastante tiempo-.
Dios mio, qué demonios piensa este hombre que somos Aaron y yo. Creería yo que ni aunque se le saltara el último tornillo se atrevería a pedirme estar con él de esa forma.
-Descuide. Al principio uno lo ve como alguien descarado, egocéntrico, dominante, narcisista y prepotente; pero en realidad no es así- digo intentando disimular mi risa nerviosa.
Comienza la consulta para revisar mi herida la cual según lo que me dice ya está completamente cerrada, me da unas cuantas píldoras para que no quede cicatriz o tipo alguno de marca de la herida además de unas cuantas vitaminas y subir un poco más de peso. Finalmente se va y yo guardo en el buró de al lado de la cama ambas medicinas.
Bajo las escaleras y comienzo a ver que hay en cada habitación de la planta baja encontrando un gimnasio, una sala de cine, un estacionamiento repleto de diferentes tipos de autos, unas tres habitaciones de huéspedes, una sala de TV, una habitación con un simulador de golf y lo que para mi es el paraíso, o sea una guarida para el vino y una biblioteca. Tras una de ellas me topo con una sala de entretenimiento con elegantes sillones y sofás en terciopelo, un futbolito, una mesa de billar, una pequeña cocina y una chimenea a gas. También hay un balcón en piso de madera con un jacuzzi, dos sofás y un mini bar. En un punto de la terraza hay unas pequeñas escaleras las cuales dan a un grande y hermoso jardín al estilo inglés. Comienzo a seguir un camino que atraviesa el jardín topándome así con una hermosa cúpula en madera blanca, continúo mi camino llegando así hacia una piscina de estilo mediterráneo. También hay una cancha de tenis y otra de baloncesto.
Comienzo a caminar al rededor de la piscina analizando lo enorme que es la casa, cabe aclarar que mi pequeña exploración solo ha constado de investigar la primera planta, y me faltan las otras dos. Ya está atardeciendo, y la temperatura desciende cada vez más. Entro a la casa y tras recordar la nota comienzo a buscar a Aaron por toda la casa.
La casa es demasiado grande para mi solo, a este paso nunca lo encontraré, en eso veo a un joven quien supongo es parte del personal, me acerco a él y le pregunto:
-Disculpa, sabes si Aaron ya llegó-.
-Perdone señorita, pero el señor no ha llegado aún. Por lo que entiendo han surgido unos asuntos de último momento- dice este para luego hacer una reverencia y hacerme un ademán para que le siga. Eso hago para luego hallarme en el comedor con la cena en frente. Comienzo a comer en compañía de el aburrimiento y algunos mayordomos y mucamas a mi rededor. Una vez termino de comer me levanto de la mesa y voy hacia la habitación y me lavo los dientes para luego ponerme el pijama y sentarme en uno de los cómodos sillones frente a la chimenea para leer un libro que encontré en la biblioteca.
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𝕹𝖆𝖗𝖈𝖔𝖙𝖗𝖆𝖋𝖎𝖈𝖆𝖓𝖙𝖊
RomanceThomas Collins: Guapo, mujeriego, inteligente, serio, celoso, posesivo, de carácter fuerte y ... el narcotraficante más temido de todo el Reino Unido. Lia Reid: Fría, calculadora, atlética, hermosa, dulce, directa, inteligente, sádica, algo rencoros...