Hoy probablemente también habrá maratón así que nos estaremos leyendo!!! :) Y muchas gracias por los comentarios ;) Creo que esta de más decir que pronto veremos a Strange y a Betty en acción. Espero este capítulo les guste y tenga el efecto esperado.
Respirando profundamente, Natasha se obligó a girar y a enfocar su vista en la persona tendida en la cama que había enfrente. Su corazón dejo de latir por un momento y las lagrimas, por increíble que parezca que aún pueda producir más, siguieron su curso por sus mejillas.
Frente a ella, se encontraba una versión distinta y dolorosa de su esposo. Inmóvil y más pálido de lo que alguna vez había estado, yacía postrado en esa cama de hospital que Natasha comenzaba a odiar.
Tenía cables conectados a su cuerpo por todos lados y un respirador artificial a un costado de él. Su cabeza, así como su brazo izquierdo se encontraban cubiertos por varios vendajes que comenzaban a cubrirse levemente de sangre. Su pierna derecha se encontraba elevada con un aparato especial y enyesada hasta el tobillo. Su rostro estaba cubierto de cortes provocados por los vidrios y sus mejillas tenían moretones debido al impacto.
Natasha cerró los ojos, queriendo lograr con eso cambiar la imagen delante de ella. Lamentablemente, cuando los abrió, el panorama era el mismo.
Bañada en lagrimas y sintiendo el peso del mundo en sus hombros, Natasha se acercó con pasos lentos e indecisos hacia Bruce. Una vez que estuvo a su lado, como si se tratara de la más delicada cosa que existiese en el mundo, tomo su mano.
En la soledad de esa habitación de hospital, con el sonido únicamente de las maquinas a las que estaba conectado su esposo y el eco de sus sollozos, Natasha se derrumbó completamente.
Lloró por su marido, por ver como su vida se estaba agotando poco a poco y sin que ella pudiese hacer algo.
Lloró por la culpa que la carcomía por dentro al pensar que quizá, solo quizá, si ella no hubiese lastimado de manera irreparable a Bruce él no se hubiese ido con Tony y entonces ella no estaría ahí, viéndolo tendido y herido.
Lloró al pensar en su hija, quien estaba en casa sin saber que su padre se debatía entre la vida y la muerte, al pensar en la mínima posibilidad de que Rebecca tuviese que crecer sin un padre que la protegiera, que jugara con ella, que la escuchara decir sus primeras palabras y dar sus primero pasos.
Y lloró por ella misma, por lo que había perdido y por las acciones que la habían llevado hasta este momento. El solo pensar en una vida sin Bruce era algo con lo que no podía lidiar. El pensar en no despertarse a su lado, no escucharlo reír, no verlo entrar por la puerta de su casa, no volver a hacer el amor con él y escucharle decir que ella era el amor de su vida.
- Perdóname mi amor por todo el daño que te he hecho - habló entre el llanto, su mano acariciando la de su marido - Se que merezco sufrir de esta manera por el sufrimiento que te hice pasar, pero no me dejes - Natasha se dejó caer en la silla que estaba tras ella sin dejar de sostener la mano de Bruce - No nos dejes, ¿qué vamos a hacer Becca y yo sin ti?
Natasha retiró un mechón de cabello de su rostro y tomó aire antes de continuar.
- Recuerdo como si fuese ayer la primera vez que te vi - comenzó a narrar - Estabas caminando con Tony por los pasillos de la Universidad y te tropezaste con un bote de basura porque venías leyendo un libro de física - rió un poco en medio del llanto al recordar - Tony te ayudó a recoger tus cosas después de reírse por casi diez minutos y entonces, por alguna razón, levantaste la mirada y me viste - más llanto - Desde ese momento supe que de una forma u otra siempre serías parte de mi vida.
Le dio un beso suave en su mano mientras intentaba deshacer el nudo que sentía en su garganta para seguir hablando.
- No nos volvimos a ver por casi un mes y aún así nunca perdí las esperanzas de que nos volviésemos a encontrar - Natasha sonrió melancólica - Entonces vino el cumpleaños de Steve y esa fue la oportunidad que nos dio la vida para reencontrarnos. Tony y Steve anunciaron su relación en ese momento y tu estabas tan feliz por ellos que no dejabas de sonreír. ¿Te he dicho cuanto amo tu sonrisa? - hizo una pausa esperando un respuesta que nunca llegó - Clint ya estaba pasado de copas y derramó su bebida en mi vestido. Recuerdo lo molesta que estaba y entonces tu te ofreciste a ayudarme. Me dijiste que sabías como hacer que la mancha no se notara tanto y desde ese momento comenzó nuestra historia.
Natasha se acercó más al cuerpo de su marido y depositó un beso cuidadosamente en su frente.
- Comenzamos a pasar más tiempo juntos - continuó su relato - Eras muy tímido, pero aún así siempre conseguías que cada cita fuese mejor que la anterior. Cuando me pediste que fuese tu novia, ufff, no te imaginas lo dichosa que me sentí. No dejaba de hablarle a Sharon y a Clint de ti. Siempre decían que ya no querían salir conmigo porque terminabamos hablando puro de ti.
Natasha negó con la cabeza mientras una sonrisa se instalaba en su rostro.
- Mis años de universidad fueron lo mejor gracias a ti. Recuerdo todas las veces que nos juntábamos todos para ver películas o simplemente para tomar y platicar. Nunca dudé que quería pasar el resto de mi vida contigo - sollozó un poco más antes de continuar - Por eso cuando me pediste matrimonio inmediatamente dije que sí. ¿Cómo podría ser de otra forma si me estaba muriendo por ser tu esposa?
Natasha cerró los ojos mientras se perdía en sus recuerdos. Con una pequeña sonrisa en sus labios los volvió a abrir para continuar.
- Estábamos recién casados cuando descubrí que estaba embarazada. Sentí miedo y tu lo sabes, era todavía muy joven y a penas estaba buscando trabajo. Pero aún así, la felicidad de saber que un bebé tuyo y mio estaba creciendo dentro de mi fue infinitamente mayor - sonrió más al pensar en su hija - ¿Recuerdas cómo estábamos de asustados y nerviosos el día que rompí fuente? Bueno, yo estaba más enojada que otra cosa - recordó riendo - Recuerdo haberte dicho que nunca jamas me ibas a volver a tocar o te iba a castrar.
Natasha miró a Bruce, esperando encontrarlo despierto y sonriendo ante todo lo que le estaba diciendo, pero no fue así. Seguía igual, inmóvil y casi sin vida en esa cama.
- Cuando escuchamos el llanto de nuestra hija, ambos teníamos lagrimas en los ojos - continuó, lidiando con las lagrimas que se volvían a acumular - Cuando la sostuvimos por primera vez, supe que todo había valido la pena y que pasaría por lo mismo las veces que fuesen necesarias.
La puerta de la habitación se abrió repentinamente y por ella entro una enfermera con equipo de curación.
- Ya pasaron los cinco minutos, señora - le dijo - Necesito cambiar los vendajes y limpiar las heridas.
Natasha asintió antes de ponerse de pie.
- Me tengo que ir mi amor - habló Natasha - Pero te prometo que voy a estar contigo cada vez que pueda. Tu solo tienes que concentrarte en luchar y en regresar a mí, a nosotras - se inclinó para depositar un pequeño beso en sus labios - Te amo y te voy a esperar el tiempo que sea necesario. Solo no me abandones, Bruce.
Dándole una ultima mirada a su esposo, Natasha salió por la puerta dejando dentro de esa habitación su corazón.
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What It Used To Be (Brutasha)
De TodoNatasha tenía una vida que si bien no era perfecta, en momentos lo parecía. Todo marchaba bien en su vida, hasta que alguien del pasado volvió y amenzó con arrebatarle todo.