Beats

568 49 21
                                    

Nos leemos nuevamente el lunes!! :D Espero disfruten de este cap :)

- ¿Estas más tranquila? - preguntó Clint mientras daba vuelta en la calle donde se encontraba el hospital.

Habían salido inmediatamente de la oficina de Natasha después de lo ocurrido con Bucky. Pepper se había enterado y le había dicho a Natasha que la vería en la noche en su casa para conversar. Natasha simplemente asintió antes de subirse al carro de su hermano.

El camino hacia el hospital había sido silencioso.

Clint sabía con certeza lo que estaba pasando por la mente de su hermana y sintió aún más rabia hacia Bucky por haber volver a lastimar a su hermana. No porque él creyera que toda la culpa la tenía Bucky. Él sabía que también había sido responsabilidad de Natasha el dar pie a una infidelidad. Sin embargo, un parte dentro de él, le recordó que, inconscientemente, Natasha siempre había tenido esa debilidad hacia James.

Desde que comenzaron su relación en el ultimo año de secundaria, Clint notó que Natasha era muy dependiente de Bucky. Si él la invitaba a salir ella aceptaba a la primera, si él le decía que estaba ocupado y que no podría verla, Natasha pasaba horas encerrada en su cuarto.

Conforme la relación se hizo mas duradera, la actitud de Natasha solamente empeoró. Parecía que necesitaba de la aprobación de Bucky para cualquier cosa o decisión. Y si bien al principio Clint pensó que eran actitudes que se daban gracias a la inexperiencia en cuestión de relaciones de pareja que tenía su hermana, conforme otras cosas sucedían comprendió que no era así.

Clint supo que la relación que tenía su hermana con Bucky no era buena y saludable cuando la vio llegar a la casa con el labio partido y la mejilla morada. Ella había asegurado que se había caído en la escuela pero Clint sabía que eso no era cierto. Aún así, nunca dijo nada a sus padres.

Durante los años de preparatoria, no había un solo día en que Natasha no llegara con algún golpe. Fue ahí cuando su mamá comenzó a prestar más atención en ella. Obviamente que el primer sospechoso fue Bucky, pero Natasha lo defendió a capa y espada y no hubo mucho que ellos pudieran hacer.

Clint siempre se iba a lamentar el no haber intentado hacer más por su hermana con lo que sucedió después.

- - lo sacó de sus recuerdos la voz de Natasha - Creo que ya estoy más tranquila.

- No quiero que tengas miedo hermanita - pidió Clint con un nudo en la garganta - Se que no pude protegerte en el pasado pero te juro que esta vez no dejare que ese infeliz te lastime.

- No te culpes más por eso, Clinton - dijo Natasha, regalandole una cálida sonrisa - Yo se que siempre has estado y estarás ahí para mi. Y también se que debí ponerle un alto a Bucky no solo en esta ocasión... sino también antes.

- No puedo decir que esto que ocurrió no sea tu culpa porque tienes el cincuenta por ciento de responsabilidad - le dijo serio - Pero lo otro no fue tu culpa Natasha. Trabajamos mucho para ayudarte a quitarte esas ideas de tu cabeza. No dejes que Bucky vuelva a hacerte daño.

- Tienes razón - habló con voz más segura - No me voy a dejar vencer. Ahora tengo una hija por la que luchar y un esposo por el que preocuparme.

- Hablando de tu esposo, lo mejor es que entres de una vez antes de que tus veinte minutos de visita se terminen - le dijo al notar sorprendido, al igual que Natasha, que ya habían llegado a la entrada del hospital.

Natasha se bajó del auto no sin antes darle un beso en la mejilla y se dirigió al interior del hospital. Subió por el elevador al cuarto piso y busco a la enfermera de turno de su marido. Cuando la encontró, inmediatamente se registró en la hoja de visitas e ingresó a la habitación.

Una vez dentro, Natasha pudo notar que acaban de hacerle su aseo y cambio de vendaje a Bruce. Se acercó sin perder más tiempo y comenzó con su rutina de conversar con él. O bueno, para él dado que era ella la única que hablaba.

Le quedaban ocho minutos cuando algo diferente a lo que estaba acostumbrada pasó.

La mano de Bruce, que se encontraba como todas las veces entre las de ella, se movió. Como un pequeño temblor. Natasha observó sin parpadear su mano por unos segundos. El doctor le había explicado que en ocasiones eso movimientos no significan algo.

Natasha no quería hacerse muchas esperanzas por lo que continuó con su relato. Sin embargo, otro movimiento de su mano la interrumpió y esta vez fue más notorio y más fuerte.

Bruce estaba luchando por regresar del coma.

Soltó su mano lo más cuidadosamente que su alegría le permitió y salio en busca de la enfermera o de algún doctor. Se encontró con ambos al final del pasillo y comenzó a llamarlos.

- ¡Doctor! ¡Enfermera! - gritaba mientras corría hacia ellos.

Ambos la voltearon a ver y comenzaron a acercarse hacia ella.

- ¿Qué sucede? - preguntó curiosa la enfermera.

- Mi esposo - comenzó a decir entre lagrimas, solo que ahora de felicidad - Mi esposo se movió.

- Señora Banner, creo que ya le expliqué que en ocasiones...

- Sí sí doctor, ya se lo que me dijo - lo interrumpió - Pero se movió dos veces. La segunda con más fuerza que la primera - explicó - Solo, vayan a verlo por favor.

Ambos asintieron y los tres se dirigieron a la habitación de Bruce. A simple vista todo parecía igual. No fue hasta que el doctor se acercó un poco más que notó que, en efecto, la mano de Bruce se movía de forma constante.

- Retire cuidadosamente la sonda - ordenó el doctor a la enfermera - Voy a colocar el identificador de pulso en su dedo para saber si puede respirar por si solo. Pero hasta que yo le diga, ¿entendido?

El doctor comenzó a moverse de un lado a otro. Moviendo varias maquinas y quitando algunos cables del cuerpo de Bruce.

- Ahora - indicó el medico y la enfermera comenzó a retirar el tubo de oxigeno.

En cuanto el tubo fue retirado la maquina comenzó a hacer el típico de ruido cuando no hay presencia de latidos. El doctor colocó en el dedo de Bruce el identificador de latidos y lo conecto del otro extremo a la maquina.

Natasha miraba todo con el corazón en la garganta. Le habían colocado a Bruce el aparato y aún así la maquina seguía sin detectar latidos.

- Vamos, Bruce - susurraba Natasha - Tu puedes amor. Lucha. Hazlo por tu hija, por mi.

En la maquina apareció una sola línea y el sonido de la misma. Natasha sentía desfallecerse y el doctor estaba a punto de declarar la hora de defunción.

- ¡Doctor! - gritó la enfermera apuntando hacia Bruce.

Al mismo tiempo, la maquina comenzó a detectar latidos, presión cardíaca y flujo sanguíneo. Natasha sintió el alma regresarle al cuerpo, fue entonces que, al mismo momento que el doctor, dirigió su mirada hacia donde la enfermera señalaba y sintió que las piernas se le doblaban.

Frente a ella, Bruce se encontraba con los ojos abiertos y mirándola fijamente.

- ¿Bruce?

What It Used To Be (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora