- ¡Bruce! ¡Becca! ¡A comer!Natasha sonrió en dirección al pateo trasero de la casa antes de dar media vuelta y continuar con lo que estaba haciendo.
De no ser porque alguien la interrumpió.
- Hey, Anastasia, deja de estar metiéndole el dedo al pastel - regañó a su hija de tres años quien estaba sentada en su sillita para comer.
Natasha sonrió a pesar del regaño y no pudo evitar recordar todo el camino que habían cruzado para llegar hasta este momento.
Cinco años habían pasado desde aquella noche en la que Bucky había muerto, y la vida del matrimonio Banner se había comvertido en una llena de risas, alegrías y mucho amor.
Cuando Becca tenía tres años, Natasha volvió a quedar a embarazada.
Había sido un embarazo complicado. Desde los primeros meses, Natasha había sabido que sería muy distinto al que había tenido con Becca. Para empezar, las naúseas y el vómito no se le habían quitado hasta el septimo mes. La cadera le dolía todo el tiempo y tuvo problemas con la presión que la tuvieron internada más de una ocasión en el hospital.
La bebé nunca se había dejado adivinar el sexo por lo que había sido una sorpresa cuando nació. Natasha creía que iba a ser niño y Bruce sentía que sería otra niña. Al final, fue él quien ganó la apuesta y tuvo a Natasha viendo cada partido de futbol del equipo favorito de Bruce durante dos meses.
El nombre lo había escogido Natasha pues Bruce había escogido el de Becca. Igual que el embarazo, Anastasia fue una niña difícil desde bebé. Se despertaba llorando cada dos horas puntualmente pidiendo comida o simplemente porque quería estar en los brazos de alguno de sus padres.
Conforme Anastasai crecía, eso no cambiaba. Y ahora, con tres años, era la encargada de volver locos a todos. En especial a Becca, que era lo opuesto que ella.
- ¡Mamá! ¡Le metí tres goles a papá!
Una emocionada, feliz y un poco sucia Rebecca Banner hacia su entrada en la cocina. Seguida por un igual de feliz y sucio Bruce Banner.
- Tampoco es gran cosa tres goles, Becca - se defendió Bruce.
- No seas así, Bruce - lo regañó Natasha - Deja que la niña celebre que ya estás lo suficientemente viejo como para que te metan tres goles.
- ¿Viejo? - preguntó fingiendo estar herido - ¿Me dijiste viejo?
- Aceptalo, papá - habló Becca ríendo - Ya estás viejo.
- Pues este viejo, te va a dejar sin televisión por un mes si sigues burlandote de él.
- ¡No! Sin televisión no - Becca hizo un puchero y miró a su madre - Mami, dile que no me quite la televisión.
- No te preocupes, amor. Tu papá no te va a quitar nada.
Becca sonrió y se lanzó a los brazos de su madre. Natasha la recibió con los brazos abiertos sin importarle la tierra que tenía en su ropa.
- Bien, como veo que ustedes dos se han puesto de acuerdo para burlarse de mi - comenzó a decir Bruce mientras caminaba hacia la más pequeña de la familia - Voy a ignorarlas y a enfocarme solamente en esta princesita.
Anastasia rió emocionada y alzó los brazos para que Bruce la tomara.
- ¡Papi! - exclamó una vez que estuvo en sus brazos.
- ¿Qué mi amor? Tu eres la única que me quiere en esta familia - le dijo mientras repartía besos por toda su cara.
- ¡Papi, no! Me haces tostillas.
- Deja a la niña en su silla y lavate las manos, amor - ordenó Natasha - La comida ya esta lista y acuerdáte que Tony y Peter van a venir por Becca.
- ¿Va a venir Peter? - preguntó Becca sonrojandose.
- ¡Hey! Alto ahí, yo conozco ese sonrojo - habló un enojado Bruce - Es el mismo que tiene tu madre y que solo aparece cuando yo le digo "ciertas cosas".
- ¡Bruce!
- Rebecca Marie Banner - habló seriamente, ignorando a su esposa - Tienes solamente seis años como para que te empiecen a gustar los niños. Adémas ya conoces las reglas. Nada de novios hasta los treinta años.
- Peter es solo un amigo, papá - dijo Becca tratando de controlar su sonrojo y evitando la mirada de su padre.
- Y eso va a ser por mucho tiempo.
- Bruce Banner te juro que si no dejas de avergonzar y asustar a tu hija te voy a dejar durmiendo en la sala por dos semanas y no va a habe nada de nada.
- ¡Ja! Eso ni tu te lo crees - respondió Bruce confiado - Menos con esas hormonas que se han vuelto mi aliadas en este embarazo.
- No te creas tan importante, cariño - respondió Natasha con un aire de autosuficiencia - Tengo dos manos y varios juguetes que pueden ocupar tu lugar.
- ¿Puedo jugar yo también con esos juguetes, mami? - preguntó Becca inocentemente.
- ¡NO! - exclamó inmediatamente Bruce, los ojos abiertos y la cara roja. Natasha no se quedaba atrás, su rostro se había puesto del color de su cabello.
- ¿Por qué no? - preguntó Becca frunciendo el ceño.
- Porque... emm... porque son juguetes especiales que solo pueden usar los adultos - trato de explicar Natasha.
- ¿Eso quiere decir que podré jugar con ellos cuando este más grande? - volvió a preguntar Becca.
- Sí.
- Bien, le diré a Peter que si quiere jugar conmigo cuando seamos grandes.
Bruce se ahogó con el agua que estaba tomando y Natasha solo pudo reír.
Su vida no era completamente perfecta, había días buenos y malos. Pero sin duda, tenía más de lo que podía pedir y lo necesario para ser feliz. Un esposo maravilloso que la amaba más que a su propia vida. Dos hijas hermosas y un bebé en camino.
Un hermano que era feliz con su matrimonio y que estaba por adoptar a una bebé. Steve y Tony que habían superado sus problemas y habían integrado a un nuevo miembro a la familia. Pepper que se había casado cinco meses atrás. Sharon estaba comprometida y Thor y Loki estaban viajando por el mundo.
Sí, Natasha tenía todo lo que había soñado y tenía a personas felices a su alrededor. Y por fin había llegado el tiempo de disfrutarlo.
Aquí esta, el epílogo. Ahora sí, eso es todo amigos :3
Nos vemos en otra historia!! 3
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What It Used To Be (Brutasha)
De TodoNatasha tenía una vida que si bien no era perfecta, en momentos lo parecía. Todo marchaba bien en su vida, hasta que alguien del pasado volvió y amenzó con arrebatarle todo.